Laboratorio de Felicidad

Sobre el blog

En el laboratorio de la felicidad analizamos experiencias, recogemos investigaciones y aportamos claves para vivir de un modo más saludable y optimista. Ponemos un microscopio para entendernos un poco mejor a nosotros mismos en nuestra relaciones personales y profesionales y ofrecemos fórmulas prácticas para incrementar nuestras dosis de felicidad en el día a día.

Sobre la autora

Pilar Jericó

Pilar Jericó. Curiosa del ser humano, de las emociones y de las relaciones personales. Es socia de la consultora Be-Up, coach y doctora en organización de empresas. Escritora de ensayos y novela y conferenciante internacional desde 2001. www.pilarjerico.com.

¿Y si realmente pudieras? La fuerza de tu determinación

Por: | 15 de marzo de 2016

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Imagínate que un buen día consigues ese sueño que se te resiste o superas una dificultad que ahora te parece un imposible. Puede ser desde lanzarte a ese proyecto que te da miedo, ir de una vez por todas al gimnasio o mandar al carajo una relación que te tiene frito o frita. Lo que tú desees. ¿Sería más fácil de conseguir si despertaras en ti una fuerza que hiciera que nada te frenara? La buena noticia es que esa fuerza interior existe. Es poderosa, inconformista, no repara en lo que otros piensan y potencia tus fortalezas para que alcances cosas increíbles. Esta fuerza es la de tu determinación.

Tener la determinación de hacer algo es mucho más enérgico que tomar una decisión o querer algo. Significa que nada te para o que te pones el mundo por montera si hiciera falta. Por eso, no es de extrañar que los líderes, que las personas que han logrado grandes objetivos o que tienen una capacidad extraordinaria de aprender tengan una fuerte determinación, según investigaciones de Harvard.

Como indica la etimología de la palabra, incluye tres conceptos (de-termin-acción): Orientación, hacia dónde queremos ir; terminar con una situación que no nos gusta y ponernos las pilas para conseguirlo. Nacemos determinados; pero nuestra educación, el miedo o la búsqueda de la seguridad nos anestesian. Pero podemos despertarla. Para ello, hemos de dejar de dar tantas vueltas a la cabeza y atrevernos a entrar en otros espacios más sutiles. Lugares aparentemente más “locos”, un tanto prohibidos, pero profundamente poderosos: el deseo genuino y la convicción.

La determinación es la fuerza que te permite conquistar sueños o afrontar situaciones difíciles. Es una fuerte decisión de continuar pase lo que pase, y que te ayuda a sentirte pleno con lo que realizas.

Cuando tenemos la determinación de hacer algo, sea lo que sea, nos hemos conectado con el deseo genuino de ser nosotros mismos. Cuando alguien encuentra su vocación, es capaz de luchar contra viento y marea para lograrlo, aunque no hace falta ser vocacional para conectar con el deseo genuino. Puede ser tener más tiempo para tu familia o querer ser emprendedor. Lo que sea, pero que sientas que vibra dentro de ti. A veces pensamos que saber qué queremos es una reflexión racional. Y no tiene por qué. Para identificarlo, existen métodos más intuitivos y menos complicados.

Que quieras algo mucho, mucho, no significa que vayas a conseguirlo. El deseo es el primer paso, pero necesita su pareja de baile: la convicción, es decir, buscarte la vida para conseguir tu sueño. En este apartado están todos los planes de acción, estrategias y pequeños trucos que puedes hacer para ser tenaz y para que el deseo no quede en castillos en el aire.

Determinación = Deseo genuino + convicción (y por este orden) 

“¿Y si realmente pudieras? La fuerza de tu determinación” es mi sexto libro que hoy publico. Trata sobre este tema tan apasionante y desconocido y sobre las seis fases que ayudan a despertar la determinación en nuestras vidas. Ha sido el resultado de años de investigación y confieso que es el libro que más me ha ayudado a tomar decisiones que personalmente se me resistían y con el que más me he divertido. En otros posts iremos ampliando algo más (ya que hasta para ser feliz hay que tomar la determinación de querer serlo) y si te apetece acompañarme a alguna de las presentaciones del libro que haré en abril, será un placer conocerte en persona.

La determinación te pone las pilas y te conecta con lo auténtico que hay en ti.

Fuente de la foto: Pixabay

Desarrolla tu mirada de la abundancia

Por: | 06 de marzo de 2016

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Luis Álvarez tiene en su libro un cuento que me hizo reflexionar cuando lo leí.

Es un chico joven estadounidense allá por los años veinte que tiene el sueño de comenzar una nueva vida en Inglaterra. Es pobre pero después de mucho ahorro consigue un pasaje de barco y hacerse con galletas y queso para aguantar toda la travesía. Embarca, pasan los días y cada vez que sus amigos se van a cenar al bufet, como él no tiene dinero, pone mil y una excusas y se retira a su camarote solo a comer sus galletas con queso. El último día antes de llegar uno de sus amigos le dice que se anime y que vaya con ellos a cenar para celebrar la travesía. Es entonces cuando confiesa que no tiene dinero y que por ese motivo, no puede acompañarles. “¡Pero si el bufet es gratis. Está incluido en el billete!”, le exclama su amigo.

Es una buena metáfora para explicar algo que nos ocurre muchas veces. Pensamos que no nos merecemos ciertas cosas, que el futuro o el éxito está reservado a otras personas diferentes a nosotros. Y no es cierto. Todos podemos disfrutar de un mejor futuro y nos merecemos intentarlo.

Tenemos dos maneras muy sencillas de contemplar la vida: hacerlo desde la mirada de la abundancia o desde la mirada de la escasez. La abundancia no significa necesariamente bienes materiales (coches, puestos maravillosos, cuentas corrientes envidiables). Pueden ser aprendizajes, nuevos estados interiores, más serenidad… pero confiar que pase lo que pase, será positivo. Cuando alguien tiene una mirada de abundancia confía positivamente en el futuro.

Sin embargo, la mayor parte de las personas tienen (o tenemos muchas veces) una mirada de escasez. Se aferran a su presente, a lo que tienen y no se atreven a dar el paso porque piensan que “es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Ese comportamiento es normal, tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras si nos sucede. Como hemos comentado alguna vez, la mente tiende a la “seguridad”, que no a la felicidad. Pero todos podemos entrenar nuestra cabeza y aprender a confiar en el futuro y en nosotros mismos. Cuando vivimos en la sensación de escasez, hay miedo. Cuando lo hacemos desde abundancia, contemplamos lo que tenemos desde el agradecimiento y sabemos que el futuro nos aguarda con bonitos regalos hasta en los momentos más dolorosos. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para comenzar a desarrollar la mirada de la abundancia? Veamos algunas claves.

  1. Te lo mereces. ¿Por qué no te va a suceder a ti? No hagas como el chico del cuento que se aferra a su miedo y no explora otras posibilidades. La “merecebilidad” es el primer punto de partida. Parece que la culpa o la falta de autoestima nos hace pensar que nosotros somos los patitos feos de la película y en absoluto. Todos nos merecemos bonitos regalos.
  2. Si no consigues lo que quieres, quizá no has puesto foco en lo que has logrado. Aunque hayas fracasado o perdido, la mirada de abundancia te ayuda a aprender de lo ocurrido. He escuchado en ocasiones a personas con mirada de abundancia que han vivido una ruina económica, que no habían superado económicamente, pero que hablaban de su presente como un estado de serenidad que antes no tenían. Habían perdido dinero, pero habían ganado otras emociones más importante.
  3. Confía, confía, confía. La confianza o el miedo es una decisión personal. Si quieres lograr algo, trabaja, déjate la piel pero confía que ocurra lo que ocurra, será positivo si sabes aprender de lo ocurrido. Por ello, da el paso para que suceda.

"Haz hincapié en la idea de abundancia. Pensar en la abundancia contribuye a generar abundancia."

Norman Vincent Peale 

 

 Fuente de la foto: Pixabay.

 

 

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