14 noviembre, 2007 - 17:10
Un ángel de la guarda cárnico
Las tiendas de gadgets sorprendentes y divertidos son ya un clásico de Internet. En el mundo anglosajón representan una cita obligada para los que quieran acertar con un regalo. Sin embargo en España (donde son más conocidas como “tiendas de chorradas) no acaban de cuajar.
Pero haberlos hailos; y algunos se mantienen relativamente a flote. Es el caso de la franquicia "La tienda de Albert" o del site "Planeta Plutón", que cumple un año en el candelero, y que lo celebran con un aparato que nos ha hecho soberana gracia: una nariz electrónica capaz de detectar si la carne está podrida, ideal por si tienes gripe y no puede usar tu propia pituitaria.
El SensorFreshQ (sensor frescu en bable) es un aparato que tiene como misión salvarte de pasar un mal rato por intoxicación. Cada año se calcula que, sólo en Estados Unidos, se dan 76 millones de casos de intoxicación alimentaría. Y que esto se traduce en 325.000 hospitalizaciones y hasta 5.000 muertes.
Así pues se acabó el tener que pegar la nariz, la de verdad, a la carne para comprobar si está más o menos podrida. Ahora sólo hace falta acercar el SensorFreshQ a un centímetro de distancia y en menos de un minuto podrás saber si el pedazo de carne que te quieres zampar está en condiciones de ser ingerido. Todo esto gracias a sus sensores que detectan los gases producidos por las bacterias que descomponen la carne.
Así que si usted es de los que tiene relaciones encontradas con las fechas de caducidad de sus productos, ya tarda en hacerse con esta nariz electrónica por 99 euros. Su estómago se lo agradecerá. Aunque no tanto su bolsillo.
Sentenciamos: El SensorFreshQ no tendrá futuro
entre los amantes de esa peculiar manera de degustar las carnes de caza en
estado faisandées, o sea, podridas.
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