¡HUM!: el Wii-canoeing

 

Nos encanta el concepto "Hágaselo Usted Mismo" en época veraniega, momento en que se agudiza el ingenio para vencer el sopor estival. Este es el caso de Tim Hirzel, un americano aficionado a las canoas y los juegos de ordenador que ha creado su propia embarcación ecológica. Utiliza las baterías recicladas de dos carritos de golf y se gobierna gracias al mando-nunchaco de la Wii conectado a una placa Arduino, un controlador de dispositivos externos de código libre con el que puedes manejar desde una chalupa hasta un misil nuclear.

Sin duda lo mejor es el medio de transporte sobre el que se ha realizado la transformación. Y es que las canoas siempre han estado unidas a dos métodos de potencia poco amigable: la manual con remos y el ruidoso-contaminante motor fuera borda.

Con el Wii-canoeing de Tim Hirzel se puede navegar en completo silencio por el lago de los cisnes sin espantar a un solo pájaro (y sin tener unos brazos de gondolero).  Por ahora tiene una autonomía de unas 20 millas náuticas, lo suficiente para ir de Santurce a Bilbao como un marqués eco-friendly. Eso sí, despacito y con buena letra. Pero con una manejabilidad impropia de una barca a motor.

Sentenciamos: El concepto choca frontalmente con las ganas de Nintendo de poner al mundo a hacer ejercicio. Pero en eso consiste el Life Hacking, en modificar instrumentos para hacernos la vida más cómoda.

Otras ideas basadas en hardware Arduino que nos han sorprendido es el impagable sistema de cerradura automática creada por Valentin Plugaru y Javier Briz (miembros de Púlsar, la asociación de Software Libre de la Universidad de Zaragoza) que ganó el concurso de hardware libre de Libelium en la categoría “Life Hacks”. Se trata de un proyecto de puerta de seguridad basado en el típico "pestillo de abuela". Vean, vean como pueden convertir su habitación en un laboratorio de acceso restringido por apenas unos eurillos.

 

En el apartado "robotics" del concurso de Libelium (el distribuidor español de Arduino) que se falló el pasado 30 de mayo también resultaron ganadores Luis Ignacio Díaz del Dedo y Luis Alberto PérezGarcía , de la Universidad Europea de Madrid, con su R4P phoenix, una suerte de robot-garrapata de cuatro patas que podría montarse sin problemas en una tabla de surf gracias a sus sensores de movimiento.

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