En plena fiebre por los vehículos híbridos, ya tardaba en aparecer en el mercado la primera bicicleta impulsada por hidrógeno. Cierto es que ya hubo algunos intentos por hacer del pedaleo algo menos costoso, como aquel invento conocido como Thrustpack, la mochila con ventilador para el cicloturista exigente.
Incluso las bicicletas eléctricas están teniendo un gran tirón en países como China, con más de 40 millones de estos vehículos circulando por sus calles, lo que está suponiendo un problemón ecológico para las autoridades de aquel país, que se plantean prohibirlas por el alto poder contaminante del plomo de sus baterías (y 40 millones de baterías son muchas).
Por eso, la Pearl Hydrogen Bicycle
llega como anillo al dedillo para los ciclousuarios. Primero, porque puede alcanzar velocidades de
Eso sí, antes habrá que perderle el miedo a llevar dos bombonas de hidrógeno bajo las posaderas, por aquello de, en vez de salir corriendo, salir volando como en "E.T".
Sentenciamos: Convertirse en un eco-velocipedista de tomo y lomo tiene un precio. Concretamente 2.800 €. En cuanto le quiten la cestita nos la compramos.