ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN (1905-1999)
En 1989, la editora madrileña Torremozas presentó al Premio Euskadi de Literatura el libro de Ernestina de Champourcin, “Antología poética”, sin que lo supiera la propia autora.
Entre los miembros del jurado del citado premio estábamos Andrés Sorel y yo, junto a otros, cuyos nombres no consigo recordar en este momento. Fue Andrés Sorel quien primero y mejor defendió el libro y la figura de Ernestina de Champourcin. Tras meditadas deliberaciones, al final le otorgamos el Premio a la poeta octogenaria.
Ernestina de Champourcin había nacido en Vitoria (País Vasco), en 1905. Estudio y vivió en Madrid. Su primer libro de poesía, “En silencio”, lo publicó en 1926, el segundo, “Ahora”, dos años después, y el tercero, “La voz en el viento (1928-1931)”, en 1931. En 1934, Gerardo Diego incluyó poemas de Ernestina de Champourcin en la Antología española, por lo que desde ese momento se la consideró perteneciente a la Generación del 27.
Se casó en 1936 con Juan José Domenchina, poeta de la citada generación y secretario durante la guerra civil del presidente Manuel Azaña. El matrimonio vivió exiliado en México. Ernestina trabajó como traductora y siguió escribiendo poesía. Su marido murió en 1959.
En 1972 volvió a España. Se instaló en Madrid. A efectos literarios vivió como una perfecta desconocida, que ella lo definiría como una rebanada de pan olvidada en el tostador. Nunca pareció importarle el relativo olvido o la falta de lectores de su poesía. Tenía por sabido que la poesía es una vocación, y lo ratificaba con estas palabras: “si uno tiene la suerte de tener esa vocación, posee una cosa inestimable en su haber: escribir sinceramente lo que siente y piensa, nada más”. Ernestina de Champourcin murió el 27 de marzo de 1999.
Diez años antes, el 26 de octubre de 1989, recibí una cariñosa carta de la poeta, escrita con tremulante mano. La letra era grande, en trazos de color sepia.
“Querido amigo:
mil gracias por su afectuosa carta y sobre todo por haber contribuido a esa gran sorpresa del Premio, que ha venido a alegrar mi otoño-invierno, ya avanzado.
Le adjunto una lista de mis obras, incluyendo el libro en prosa, sobre mi amistad con Juan Ramón y Zenobia, que después de la guerra siguió por carta y algún encuentro en Estados Unidos.
Como verá, 'Pared transparente' no es mi último libro. La 'Antología' (cuyo mérito corresponde a la seleccionadora y prologuista) y 'Huyeron todas las islas', publicado en la colección Pentesilea, vinieron después.
Todo eso fue en el 88; ahora colaboro en 'Cuaderno de Zenobia y Juan Ramón', que edita Arturo del Villar en sus Libros de Fausto.
Gracias de nuevo por todo y un muy cordial saludo”.
Ernestina de Champourcín
Según sus cuentas, Ernestina firmó catorce los libros de poesía. La mayoría de los temas versan sobre dos de las muchas declinaciones del amor (estrella germinal): el humano y el divino. Con más o menos intensidad, en todos sus poemas se percibe un tenue bisbiseo, un suave tic-tac de belleza dormida.
[siguiente personaje Carlos Barral]