Ladrones de fuego

"El escritor es un ladrón" (Antonio Tabucchi)

Por: | 29 de marzo de 2012

ANTONIO TABUCCHI   (1943-2012)

 Tabuchii 2

    Afirman quienes lo saben, que Antonio Tabucchi –nacido en Pisa– es uno de los más importantes escritores italianos contemporáneos. Él vive ahora en Portugal, pero vivió desde muy niño en Vecchiano, el pueblo de sus abuelos. Cursó en ese lugar los estudios de primaria y secundaria. 
    En su novela Sostiene Pereira, escribe sobre la lealtad y el valor civil, adobado por melódicas variaciones musicales. En esa novela, como en otros libros, Portugal es fondo y escenario. Los relatos de Dama de Porto Pym fueron gestados a través de un viaje por las Azores. Réquiem es un recorrido por una Lisboa donde Tabucchi y el narrador bucean hasta dar por tanteos –a la manera de soberbios palos de ciego–, con el inconmensurable poeta que fue Fernando Pessoa. Otros libros suyos se titulan Sueño de sueños, Piazza d’Italia, El juego del revés, La línea del horizonte, y otros más.
    Después de la presentación en Bilbao de uno de sus libros (Editorial Anagrama), mantuve un encuentro con el narrador italiano. Hago recuento de las palabras más sustantivas proferidas por él en aquella ocasión: 
     *La literatura es una búsqueda, un viaje, es una voluntad de conocimiento, es, asimismo, un juego, un disfrute...
     *A mí me gusta la vida de cada día, con sus pequeñas cosas. Creo que, en el fondo, nuestra vida es la suma de esas pequeñas cosas. Tienen que existir los filósofos y los escritores que nos explican el sentido más último de una vida...
     *La intervención práctica no pertenece a los escritores. Pertenece a las personas que hacen otras cosas, otras funciones...
     *Se puede ser una estupenda persona y un pésimo escritor; se puede ser una persona muy antipática y ser un buen escritor...
     *La perfección no existe en la obra humana. Existe en la mística, en la religión, puesto que es una aspiración para alcanzar la perfección...
     *El equilibrio de la estética griega ya no pertenece a nuestro momento. Es un objeto de reverencia y admiración. Desde que entra la figura del Cristo, se revoluciona completamente la estética moderna. La gran revolución es la figura del Cristo, que es francamente fea, muy delgada, se le ven las costillas. Es una estética muy distinta de la Venus de Milo o del Discóbolo de Mirón. Con Cristo nace una sensibilidad estética para Occidente muy distinta de la clásica...
     *El escritor es un ladrón y un mirón, también un voyeur. El escritor no tiene que ser sólo una antena emitente, sino también una antena que recibe. A veces una conversación robada, por así decirlo, en el autobús me puede dar motivo para escribir un relato...
     *La silla es un complemento importantísimo para el pensamiento. El hombre melancólico se asocia inmediatamente a la silla. El hombre de pie, que marcha, que es deportista, no es melancólico...
     *Como para el poeta Pessoa la melancolía sentada equivalía a la saudade–esa fina categoría del espíritu como él la definía–, de ahí que prefiriera, según dicen, tomársela con dosis homeopáticas...
     *Vivo para el sentido más inmediato, que muchas veces es muy pequeñito....
 
    Estos no son sino exiguos decimales, un soplo, de cuanto viaja en la alfombra voladora de sus obras literarias. Algo así como minúsculos-mayúsculos sueños de sueños. “Todo en Tabucchi parece configurar el oxímoron perfecto”, aseguraba el escritor mexicano Sergio Pitol.

    * Hace apenas cuatro días dieron la noticia de la muerte de Antonio Tabucchi. Porca miseria.

                                           [siguiente personaje Adelaida García Morales]

Hay 7 Comentarios

Estos días todos los periódicos hablan de Tabucchi, de la importancia de sus obras, de su impecable estilo narrativo, de su compromiso intelectual, su inteligencia, su amor por Pessoa, por Lisboa, por la poesía…
Leo sus consideraciones traídas tan sugerentemente a este blog, y siento que desprenden honestidad y que, tras sencillez con las que las formula, hay un gran conocimiento del ser humano.
A la vista de todo lo que se ha escrito y, a pesar de lo poco que he leído de este gran autor, me parece admirable su libertad y su coherencia, su valor para enfrentarse con los seres reales y con los fantasmas, y su modo de ver la vida desde la responsabilidad que asumió como escritor. Sus obras seguirán enriqueciéndonos con su forma de plantearnos con sencillez la profunda complejidad de de la vida.

Sí, ¡porca miseria! Cuando alguien que piensa (y lo manifiesta a través de la literatura, como Tabucchi, o de cualquier otro medio) desaparece, todos perdemos algo, como, por ejemplo, la oportunidad de pensar un poco más allá. Interesantes siempre las ideas del italiano, pero ¡lástima no poder leer las preguntas que dieron lugar a tales respuestas!
Seguiremos leyendo a Tabucchi, para prolongar así su tiempo.

A tenor de sus libros y de este magnífico esbozo, Tabucchi era un excelente escritor y una maravillosa persona, que también los hay. Es curioso, estoy de acuerdo con cada una de sus palabras, como sus libros, que siempre han encontrado el camino directo y sin fisuras a mi mente y mi corazón.

Leo "El Tiempo envejece deprisa" no sé dónde lo compré, ni por qué estuvo en mi estantería todo este tiempo. Gracias Santiago Fernández por hablar de él. Lo leo con curiosidad, son cuentos especiales, me dejan seca de pensamientos, no puedo pensar cuando los termino pero gracias a tu hábil resumen ya sé por qué : Me recuerdan constantemente la poca atención que prestamos a la vida, a nuestras vidas. No es gracioso descubrirlo así?
Por cierto, me gustaría saber por qué Tabucci ha muerto tan joven...

Antonio Tabucchi se definía como un profesor de universidad para el que la literatura no era una profesión “sino un algo que implica deseos, sueños e imaginación”. Demasiado modesto para considerarse escritor en toda la extensión del concepto, su vida estaba dedicada a las tres cosas que le apasionaban –y no necesariamente en este orden-: escribir, enseñar y Portugal. José Luis Merino nos regala un extracto de sus conversaciones, planteado como lista de máximas. Tabucchi defiende la vertiente lúdica y mágica de las palabras, se atreve con juicios estéticos y defiende la importancia capital de lo cotidiano y la melancolía como fuentes de la inspiración. El profesor italiano más portugués sigue dándonos lecciones de lucidez.

Querido amigo José Luis.
Agradezco que “Ladrones de fuego” tenga la cintura suficiente para presentarnos estos días al magnífico escritor italiano-portugués A. Tabuchi.
Tu escrito es magnífico, lleno de guiños hacia temas apasionantes: la literatura, la belleza, la religión, la vida,… Como dirían los lógicos la meta-vida.
De todos es conocida la gran obra de Antonio Tabucchi, “ Sostiene Pereira “, interpretada en el cine por M. Mastroniani, ya en el ocaso de su vida. Es una novela deliciosa, cautivadora, llena de sensibilidad, escrita desde el compromiso.
Seguramente una novela como esta puede justificar toda una vida. Pero es que Antonio escribió varias obras magníficas, una de ellas(totalmente recomendable) es “El Tiempo envejece deprisa”, en la que a través de varios cuentos (creo que no más de diez) nos va arponeando con reflexiones que tienen un trasfondo común: “persiguiendo lo accesorio, se nos escapa la vida” . Los cuentos hacen referencia al pasado, al maniqueísmo moral, la familia, el trabajo, la salud, el cielo,...
En el primero de los cuentos comienza con un poema de la premio Nobel polaca Wislawa Szymborska, titulado “El viejo catedrático”, y que reproduzco íntegro:
.
Le pregunté sobre aquellos tiempos
en que éramos tan jóvenes,
ingenuos, entusiastas, tontos, inexpertos.
Algo de eso ha quedado, excepto la juventud
-respondió.
Le pregunté si todavía sabe a ciencia cierta
lo que es bueno y lo que es malo para el hombre.
La más mortífera ilusión posible
-respondió.
Le pregunté por el futuro,
si lo sigue viendo claro.
He leído demasiados libros de historia
-respondió.
Le pregunté por la fotografía,
esa en el marco, sobre el escritorio.
Fueron, pasaron. Mi hermano, mi primo, mi cuñada,
mi esposa, mi hijita sobre las rodillas de mi esposa,
el gato en los brazos de mi hijita,
y un cerezo en flor, y sobre el cerezo
un pájaro volador no indentificado
-respondió.
Le pregunté si es a veces feliz.
Trabajo
-respondió.
Le pregunté por los amigos, si todavía tiene.
Algunos de mis antiguos ayudantes,
que también tienen antiguos ayudantes,
la señora Luzmila, que gobierna mi casa,
alguien muy cercano, pero en el extranjero,
dos señoras de la biblioteca, las dos sonrientes,
el pequeño Gregorio de enfrente y Marco Aurelio
-respondió.
Le pregunté por la salud y por su estado de ánimo.
Me prohíben el café, el vodka, los cigarros,
cargar recuerdos y objetos pesados.
Tengo que fingir que no lo oigo
-respondió.
Le pregunté por el jardín y el banco en el jardín.
Cuando la noche es serena observo el cielo.
No deja de asombrarme cuántos puntos de vista hay ahí
-respondió.


Gracias José Luis, por tu destilarnos gotas y más gotas de belleza y sabiduría.

http://nelygarcia.wordpress.com. Sabias respuestas del escritor que serán testimonios vivos, aunque el autor ya no esté. Las pequeñas cosas son las que construyen la vida y los personajes cotidianos, la esencia de los escritores. La perfección no existe, pero en el anhelo por encontrarla, reside la belleza.

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Sobre el autor

Jose Luis Merino

Jose Luis Merino nació en Bilbao. Vive en esa ciudad. Es autor de 14 libros de arte y literatura. Trabaja en la actualidad en cuatro más, asimismo de arte y literatura. Ha tenido muchas edades. Ahora tiene la edad que representan sus palabras.

Sobre el blog

Como lo haría un fotógrafo de palabras, en este blog aparecerán retratos o semblanzas de gentes de la cultura. La mayoría de ellos son ladrones de fuego, en el sentido rimbaudiano del término. También se hablará de arte y poesía (el único ángel vivo sobre la tierra), en tanto se descubre cuánto hay de auténtico y de falso en esos dos universos.

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