CARLOS FUENTES (1928-2012)
El martes pasado murió el escritor mexicano Carlos Fuentes. Sitúo en este espacio el recuerdo de la entrevista que mantuve con él un día de otoño de 1970. Al entrar en su mansión, situada en un privilegiado lugar de la ciudad de México, te dabas cuenta que allí se respiraba un confortante y confortable exitismo. El escritor me pasó a un amplísimo salón. En los altos de las paredes lucían enormes fotografías en blanco y negro de escritores famosos.
Durante nuestro encuentro, el anfitrión hablaba de literatura con acuciosa desenvoltura. Parecía acostumbrado a hablar del arte de escribir bajo la mirada exigente de aquellos maestros de la pluma.
Carlos Fuentes era la imagen viva del triunfador. Tenía algo de bólido y de hidalgo. Encajaba perfectamente con la descripción que hace de sí mismo el personaje de su mejor novela, La región más transparente, “soy un hombre radiante, magnético; soy una prolongación de Victor Francen o de Laurence Olivier”.
En nuestra larga conversación, el escritor mexicano mostró un amplísimo despliegue de conocimientos relacionados con la cultura, la política y la historia. Pero esos conocimientos no se comportaban como simples exhibiciones personales, sino que parecían un lúcido reflejo de sus reflexiones críticas, compañeras inseparables de la creación de sus novelas. Muestro en apretada síntesis el torrente profuso-denso-fluido de palabras (las preguntas, pese a no ser vistas, ejercen como activos provocadores del profuso-denso-fluido torrente fuentesino):
“todos estamos por dentro del lenguaje, atravesados y poseídos por el lenguaje” / “lo que hace el escritor es anticiparse a formas de lenguaje que un día llegarán a ser comunes” / “yo escribo para personas a las que quiero, conozco y, a veces, adivino” / “cuando Alejo Carpentier habla de remontar el Orinoco sin saber cómo se llama un árbol y tener que bautizarlo, invoca una imagen que se puede extender a la vida cultural, social, anímica de toda América Latina” / “quizá el símbolo sea el instrumento de la búsqueda de una verdad desconocida, en contra de la alegoría, que siempre ilustra verdades sabidas” / “lo denotado es lo previamente conocido; lo connotado es la aventura de la obra, lo que supera la forma anterior, lo que transforma creando un nuevo sistema de relaciones” / “frente a los lenguajes falsos que han sido la norma latinoamericana, escribir como Borges es un hecho revolucionario” / “la cultura no es un ejercicio minoritario al que se dedican unos cuantos intelectuales, peligrosos e inocuos, sino que la cultura es un concepto global que subsume, que incluye y define el tipo de relaciones sociales, económicas, políticas, personales y espirituales de una sociedad”
El torrente continuaba su marcha imparable: “la medida del éxito de una novela es la cantidad de riesgos a los que se enfrenta y el número de fracasos en los que incurre” / “todos los nuevos desafíos de los medios de comunicación, lejos de dañar a la literatura, le hacen un favor: la despojan de sus apoyos ancilares, adjetivos, para obligarla a ser literatura, a decir lo que no podría decirse de otra manera: e incluyo en esto una enorme cantidad de temas políticos y sociales, que sólo a través del medio sensible de la palabra pueden decirse” / “la novela se acerca a la intransitividad verbal de la poesía, pero no puede dejar su carga referencial; y la poesía se carga de referencias pero no deja de ser, fundamentalmente, intransitiva” / “cada país tiene la Siberia que se merece” / “cada quién lucha con las armas que tiene; yo no conozco más armas que las de la pluma, y pienso seguir utilizándolas hasta mi muerte; no sé si sirva para algo, y no me hago ilusiones al respecto, pero es mi forma de respirar, mi forma de ser”...
* Como en el atribulado llanto del son itsmeño mexicano, ¡Ay de mí llorona, llorona! México llora la muerte de Carlos Fuentes.
N.- La imagen está fechada 28 años después de nuestro encuentro en México. Fue en el Guggenheim bilbaíno, en la muestra de la pintora estadounidense Helen Frankenthaler. Foto: Erika Barahona Ede © FMGB Bilbao, 1998
[siguiente personaje Eduardo Galeano: 28-5-2012]
Hay 8 Comentarios
Interesantes reflexiones de este escritor que fue galardonado merecidamente con numerosos premios, en las que el eje inductor es la creación literaria y, en especial, la latinoamericana.
No hay duda de los grandes escritores que han surgido de aquellas tierras, algunos de los cuales han estado ya presentes en este blog. Para mí, siendo el punto de partida el idioma español en sus diversas modalidades apaisadas, hay algo común que subyace entre todos ellos a pesar de su origen diverso: una espiritualidad mágica ancestral que se desborda en el lenguaje, una forma de presentir la vida y la muerte, lo real y lo irreal …, algo que soy incapaz de definir, pero que hace inmensamente atractiva esa forma de convertir los pensamientos y sensaciones en vida literaria.
En el caso de Carlos Fuentes, su gran capacidad profesional, sus inquietudes personales y universales, y su conciencia de que el escritor ha de asumir un compromiso, le han convertido en un referente de nuestro tiempo.
También este blog es un referente en la forma en que nos logra trasmitir su autor parte de la esencia de aquellos a quienes admiramos en este complejo e inalcanzable mundo del arte y la cultura.
Publicado por: grumete | 24/05/2012 20:02:01
Sabidos son el brillo, la altura y la solidez del pensamiento de Carlos Fuentes, y una buena prueba de esa exuberante profusión intelectual son las líneas con las que nos obsequia Merino en su escrito de esta semana.
Pero, queridos bloggeros, permitidme hoy ser (sólo en apariencia) ligeramente banal. Del artículo me quedo con la muy reveladora descripción de la mansión de Carlos Fuentes y su salón habitado por las imágenes de los escritores amados y admirados. A pesar del éxito, esa devoción por otros hermanos (tal vez mayores) nos une, a través del tiempo y la distancia y, al mismo tiempo, redime a Fuentes de cualquier atisbo de vanagloria fatua.
En cualquier caso, pensemos que, ahora, Fuentes ya está departiendo con aquellos que, mudos entonces, le observaban desde los muros de su salón, y que el diálogo es fértil, caudaloso y eterno.
Publicado por: tabaquería | 23/05/2012 9:33:06
Sabidos son el brillo, la altura y la solidez del pensamiento de Carlos Fuentes, y una buena prueba de esa exuberante profusión intelectual son las líneas con las que nos obsequia Merino en su escrito de esta semana.
Pero, queridos bloggeros, permitidme hoy ser (sólo en apariencia) ligeramente banal. Del artículo me quedo con la muy reveladora descripción de la mansión de Carlos Fuentes y su salón habitado por las imágenes de los escritores amados y admirados. A pesar del éxito, esa devoción por otros hermanos (tal vez mayores) nos une, a través del tiempo y la distancia y, al mismo tiempo, redime a Fuentes de cualquier atisbo de vanagloria fatua.
En cualquier caso, pensemos que, ahora, Fuentes ya está departiendo con aquellos que, mudos entonces, le observaban desde los muros de su salón, y que el diálogo es fértil, caudaloso y eterno.
Publicado por: tabaquería | 23/05/2012 9:33:06
Querido amigo José Luis:
Continúo el escrito anterior. Carlos Fuentes era un hombre vital, al que la muerte le visitó sin anunciarse; en una entrevista al diario El País se definía como un hombre lleno de proyectos. "Me levanto por la mañana y a las siete y ocho estoy escribiendo. Ya tengo mis notas y ya empiezo. Así que entre mis libros, mi mujer, mis amigos y mis amores, ya tengo bastantes razones para seguir viviendo"
Fuentes es un escritor-pensador con dilata trayectoria. Me han interesado mucho sus escritos dedicados a la educación, que en estos aciagos tiempos, cualquiera subscribiría:
-“Los maestros de México ya no son los misioneros de los años veinte. Son los promotores del siglo XXI. Sin ellos, no habrá prosperidad o progreso. Sin los maestros, hasta los ricos acabarán pobres”
-“¿Les impedirá la injusticia nacional y la disparidad global cumplir su altísima función de preparar ciudadanos que sepan promover la riqueza con justicia y el bienestar con libertades?”
-“¿Qué se entiende hoy, globalmente, por progreso? y, ¿qué entendemos, nacionalmente, por progreso? ¿Sigue progresando el progreso, como creían nuestros padres? ¿O asistimos al final del progreso, como adivinan nuestros hijos? En otras palabras, ¿ha dejado de progresar el progreso?”
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Estos pensamientos recuerdan aquellos otros del escritor y filósofo inglés Herbert Wells “La historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”.
El profesor Santos Guerra, suele comentar en sus conferencias “son los maestros y maestras los que llevan el estandarte de la educación, nadie como ellos comprende la educación y posiblemente la vida. Es su oficio, su vida, su pasión”
Muchos pensamos que la solución a los grandes problemas del mundo está en las escuelas, no en los cuarteles, ni en los bancos, ni tan siquiera en los despachos ministeriales. Carlos Fuentes ya lo escribió de manera magistral, su pluma dibujaba variados temas, desde la política, la ética, el ensayo, la poesía, materia que para Fuentes constituía “el punto más alto de la creación humana”.
Su compromiso socio-político en los últimos años es innegable. Nos regalala unas reflexiones que son muy apropiadas para los tiempos que vivimos: “cuando expulsamos al pasado por la ventana, no tarda en regresar por la puerta principal, disfrazado de las más extrañas maneras. Las guerras contra la memoria son perdidas, al cabo, por quienes las emprenden. Tenemos que hacer presente al pasado para comprender a las culturas reemergentes insatisfechas con la carrera de cabeza hacia un futuro sin cabeza… La defensa del tiempo es por todo ello defensa de la cultura y de la manera de vivirla en la historia. Esta defensa tiene un sitio. Se llama el presente, aquí y ahora. Porque el pasado ocurre hoy, cuando recordamos. Y el futuro ocurre también hoy, cuando deseamos”
Carlos Fuentes también pensó en su
Publicado por: Santiago Fernández | 21/05/2012 14:32:22
En Marzo de 2001, Carlos Fuentes escribe por última vez en su Twitter: “Debe haber algo más allá de la masacre y la barbarie, para sustentar la existencia del género humano y todos debemos participar en su busca.” La cita puede entenderse como un presentimiento ante el fin propio y el de una sociedad en perpetua crisis. Merino nos acerca a un Fuentes que nos mira de frente desde la foto en el Guggenheim. Es la mirada de un hombre de éxito que se sabe seguro de sí mismo pero que intuye la inseguridad que se cierne sobre el mundo. Él, que veía en el símbolo una forma de encontrar verdades, se ha convertido para muchos en icono de la literatura mexicana, una suerte de marca con “denominación de origen” que México está dispuesta a exportar y explotar. Su pérdida no ha hecho más que exaltar ese sentimiento de producto único, pues únicas son las palabras, obras, pensamientos y emociones que Fuentes creaba, producía e inducía. Ojalá que no se le acabe recordando como una simple mercancía y que se haga justicia con la belleza y la creatividad intuitiva de este “hacedor” de historias.
Publicado por: Cristina Jurado | 21/05/2012 12:31:54
Querido amigo José Luis:
Tienes la extraña virtud de encandilar a los lectores. Uno se queda subyugado al leer el torrente de magníficas ideas, que brotan impetuosamente de un texto tan provocador e inteligente.
A través de las palabras de Fuentes, rescatas y proyectas al espectador un conjunto de interpretaciones que en sí mismas tienen alto valor: la revolución del lenguaje plasmada en la pluma de Borges, el mismo lenguaje como arquitectura de nuestro pensamiento,..
Interesantes son sus reflexiones respecto al arte “un artista sabe que no hay belleza sin forma pero también que la forma de la belleza depende del ideal de una cultura. El artista trasciende, parcial y momentáneamente, el dilema, añadiendo un factor: no hay belleza sin mirada. Es natural que un artista privilegie a la mirada. Pero un gran artista no invita no sólo a mirar sino a imaginar”, o sobre la cultura (esa CULTURA que algunos la quieren encadenar y en ocasiones señaladas mostrarla como un “monstruo de feria”) “ la cultura no es un ejercicio minoritario al que se dedican unos cuantos intelectuales, peligrosos e inocuos, sino que la cultura es un concepto global que subsume que incluye y define el tipo de relaciones sociales, económicas, políticas, personales y espirituales de una sociedad”
Qué razón tiene Fuentes al expresar que “cada pais tiene la Siberia que se merece”.
En definitiva, un texto que muestra a un escritor ágil a través de un comentarista inteligente.
Gracias José Luis.
Santi
Publicado por: Santiago Fernández | 21/05/2012 9:57:57
http://nelygarcia.wordpress.com. Creo que en las palabras que se intuyen posibilidades ocultas, entrelazadas entre las cotidianas que reflejan una historia, reside el interés de la lectura.
Publicado por: Nely | 21/05/2012 9:49:22
Otro grande al que llorar y echar de menos. Al que añorar nuevas aventuras literarias, aunque siempre nos queden las ya escritas. Cuando uno como él se va, irremplazable, siempre me pregunto si habrá, aún escondido, otro genio de ese nivel para paliar la ausencia. No sé si avergonzarme de esta voracidad lectora.
Publicado por: Zuriñe | 21/05/2012 8:44:10