Sobre el autor

Jose Luis Merino

Jose Luis Merino nació en Bilbao. Vive en esa ciudad. Es autor de 14 libros de arte y literatura. Trabaja en la actualidad en cuatro más, asimismo de arte y literatura. Ha tenido muchas edades. Ahora tiene la edad que representan sus palabras.

Sobre el blog

Como lo haría un fotógrafo de palabras, en este blog aparecerán retratos o semblanzas de gentes de la cultura. La mayoría de ellos son ladrones de fuego, en el sentido rimbaudiano del término. También se hablará de arte y poesía (el único ángel vivo sobre la tierra), en tanto se descubre cuánto hay de auténtico y de falso en esos dos universos.

Ladrones de fuego

"Si el texto no tiembla, no sirve" (Eduardo Galeano)

Por: | 28 de mayo de 2012

EDUARDO GALEANO   (1940)

Galeano


 
     En este mes de mayo se está presentando en España el nuevo libro del escritor Eduardo Galeano, Los hijos de los días. La serie de presentaciones se inició en Barcelona el 9 de mayo, y terminará el 15 de junio en Santiago de Compostela. Entremedias ha pasado y pasará por Córdoba, Granada, Sevilla, Madrid (por dos veces), Bilbao, San Sebastián y Ourense. 

    La ocasión viene pintiparada para mostrar un entrecruzado vaivén de preguntas y respuestas con Eduardo Galeano,  autor montevideano de Las venas abiertas de América Latina, entre otros libros. Esto se dijo:
    Aquel escritor que se pasa al bando de los ángeles, ¿lo hace por comodidad o por traición?
     Allá ella, o él. Prefiero el bando de los diablos. Menos aburrido.
     ¿En el fondo de cada cosa hay una melodía que dormita? ¿Despertará si encontramos las palabras adecuadas que la describan?
     La realidad es la loca que canta. El poder nos tapa los oídos.
     ¿Definiría la literatura como una verdad sospechosa?
     En el mejor de los casos: sospechosa con toda razón.
     ¿Para que un libro sea considerado de gran belleza es preciso el adorno que proviene de la indiferencia de las ruinas?
     Un libro bello es un libro vivo.
     ¿Es cierto que en algunos momentos de desesperación nos calma el saber que aún nos queda poder hablar directamente para los pájaros, el mar y el aire? 
     A mí, no.
     Lo realmente profundo es aquello que en nuestro interior sabemos que es indecible. Nuestra lucha consiste en querer demostrar que se puede decir. Llevamos miles de años intentándolo. ¿Estaría de acuerdo en esto?
     Uno pelea contra esa distancia entre lo que quiere decir y lo que las palabras pueden: el océano o charquito que separa el deseo y el mundo.
     Cuando escribimos con la mayor precisión imaginable creemos que todo está bajo control. Sin embargo, ¿por qué olvidarnos que en ese control supremo se encuentran infinitas miríadas del azar mismo?
     Si el texto no tiembla, no sirve.
     ¿Es evidente que ningún lenguaje es capaz de convertir la estupidez en sabiduría?
     Convertirla, no; pero a veces la disfraza eficazmente.
     ¿Con el deseo por escribir un poema, empieza en ese momento el aniquilamiento de ese poema?
     Y del autor.
     ¿Qué es la suprema inteligencia de un gran artista-escritor-compositor-cineasta-etcétera, sino su grandiosa sensibilidad?
     Pregúntale a ese gran...
     ¿Odiosa victoria? ¿Amada derrota?
     No creo en la vida como un sistema de recompensas y castigos.
     ¿El escritor es invencible en la soledad, y un derrotado ante los demás?
     Tampoco creo en los invencibles.

    Tengo como cosa averiguada que Eduardo Galeano siente aversión por ese tipo de preguntas. De ahí sus respuestas a regañadientes, con desgana, displicentes y ásperas como un mordisco; aunque, eso sí, no exentas de lacónica agudeza.

                              [siguiente personaje Jorge Semprún: 4-6-2012]

México llora a Carlos Fuentes

Por: | 21 de mayo de 2012

CARLOS FUENTES   (1928-2012)

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     El martes pasado murió el escritor mexicano Carlos Fuentes. Sitúo en este espacio el recuerdo de la entrevista que mantuve con él un día de otoño de 1970. Al entrar en su mansión, situada en un privilegiado lugar de la ciudad de México, te dabas cuenta que allí se respiraba un confortante y confortable exitismo. El escritor me pasó a un amplísimo salón. En los altos de las paredes lucían enormes fotografías en blanco y negro de escritores famosos.
     Durante nuestro encuentro, el anfitrión hablaba de literatura con acuciosa desenvoltura. Parecía acostumbrado a hablar del arte de escribir bajo la mirada exigente de aquellos maestros de la pluma. 
     Carlos Fuentes era la imagen viva del triunfador. Tenía algo de bólido y de hidalgo. Encajaba perfectamente con la descripción que hace de sí mismo el personaje de su mejor novela, La región más transparente, “soy un hombre radiante, magnético; soy una prolongación de Victor Francen o de Laurence Olivier”.
     En nuestra larga conversación, el escritor mexicano mostró un amplísimo despliegue de conocimientos relacionados con la cultura, la política y la historia. Pero esos conocimientos no se comportaban como simples exhibiciones personales, sino que parecían un lúcido reflejo de sus reflexiones críticas, compañeras inseparables de la creación de sus novelas. Muestro en apretada síntesis el torrente profuso-denso-fluido de palabras (las preguntas, pese a no ser vistas, ejercen como  activos provocadores  del profuso-denso-fluido torrente fuentesino):  
    “todos estamos por dentro del lenguaje, atravesados y poseídos por el lenguaje” / “lo que hace el escritor es anticiparse a formas de lenguaje que un día llegarán a ser comunes” / “yo escribo para personas a las que quiero, conozco y, a veces, adivino” / “cuando Alejo Carpentier habla de remontar el Orinoco sin saber cómo se llama un árbol y tener que bautizarlo, invoca una imagen que se puede extender a la vida cultural, social, anímica de toda América Latina” / “quizá el símbolo sea el instrumento de la búsqueda de una verdad desconocida, en contra de la alegoría, que siempre ilustra verdades sabidas” / “lo denotado es lo previamente conocido; lo connotado es la aventura de la obra, lo que supera la forma anterior, lo que transforma  creando un nuevo sistema de relaciones” / “frente a los lenguajes falsos que han sido la norma latinoamericana, escribir como Borges es un hecho revolucionario” / “la cultura no es un ejercicio minoritario al que se dedican unos cuantos intelectuales, peligrosos e inocuos, sino que la cultura es un concepto global que subsume, que incluye y define el tipo de relaciones sociales, económicas, políticas, personales y espirituales de una sociedad” 
    El torrente continuaba su marcha imparable: “la medida del éxito de una novela es la cantidad de riesgos a los que se enfrenta y el número de fracasos en los que incurre” / “todos los nuevos desafíos de los medios de comunicación, lejos de dañar a la literatura, le hacen un favor: la despojan de sus apoyos ancilares, adjetivos, para obligarla a ser literatura, a decir lo que no podría decirse de otra manera: e incluyo en esto una enorme cantidad de temas políticos y sociales, que sólo a través del medio sensible de la palabra pueden decirse” / “la novela se acerca a la intransitividad verbal de la poesía, pero no puede dejar su carga referencial; y la poesía se carga de referencias pero no deja de ser, fundamentalmente, intransitiva” / “cada país tiene la Siberia que se merece” / “cada quién lucha con las armas que tiene; yo no conozco más armas que las de la pluma, y pienso seguir utilizándolas hasta mi muerte; no sé si sirva para algo, y no me hago ilusiones al respecto, pero es mi forma de respirar, mi forma de ser”... 

    * Como en el atribulado llanto del son itsmeño mexicano, ¡Ay de mí llorona, llorona! México llora la muerte de Carlos Fuentes.

    N.- La imagen está fechada 28 años después de nuestro encuentro en México. Fue en el Guggenheim bilbaíno, en la muestra de la pintora estadounidense Helen Frankenthaler. Foto: Erika Barahona Ede © FMGB Bilbao, 1998

                                  [siguiente personaje Eduardo Galeano: 28-5-2012]

 

Portentoso Lezama Lima

Por: | 14 de mayo de 2012

JOSÉ LEZAMA LIMA   (1910-1976)

     3 lezamaLeí la novela Paradiso, del poeta cubano José Lezama Lima, con tan acucioso fervor que decidí montar una exposición sobre ella en mi galería de arte. Corría el año 1970 por todos los rincones del mundo. La muestra consistió en la transcripción de varias páginas de Paradiso en folios llevadas a las paredes, allí donde normalmente solían colocarse los cuadros. Entre esas páginas iban siete de ellas traducidas al inglés, alemán, francés, italiano, euskera, catalán y gallego. En medio de la galería, sobre un plinto, colocamos un ejemplar de Paradiso, para que fuera consultado, si así lo deseaba cualquiera de los visitantes de la exposición. 
     Le hice llegar el catálogo de la exposición a Lezama Lima. Se lo envié a su domicilio de La Habana. Al poco tiempo recibí una carta suya como respuesta. Carta que, con el paso de los años, ha sido incluida en varios de los libros que estudian la obra del propio Lezama Lima. Dice así: 
     “Querido amigo: Qué estallante fiesta de entusiasmo nos trae cada uno de sus avisos. Su acercamiento a Paradiso me rebosa de alegría, pues pocas veces se ve una respiración tan cordial en torno a un texto. Vale la pena recorrer las vicisitudes de una obra cuando sabemos que la habitan unos lectores nuevos que se lanzan sobre ella y la vuelven a echar a andar en cada instante, pues toda verdadera novela debe crear innumerables novelas, entrecruzamientos, redes para que todo sea infinitamente relacionable”.
     “Mi abuelo, don José María Lezama y Tapia, como usted recuerda en su nota, era de Bilbao, así que los que creemos en lo invisible, lo hemos visto entrar en esa exposición y releer con ánimo complacido las páginas en las paredes de su nieto habanero. Sobresaltada visita llevada a cabo con toda la gravedad bilbaína, que coloca vértebras de gran armario en toda nobleza del aventurarse más allá del hollín de lo intermedio y aflojado”...
     “Siento que su fervor atravesará el Atlántico y que llegará a nuestras costas. Siempre hay una sorpresa, un maravilloso nacimiento que viene en nuestra ayuda. Su entusiasmo y su coraje han ganado por anticipado todas las sorpresas”...

                                                                       
     Después de esa bellísima carta nos cruzamos otras misivas. En ese intercambio de cartas, cada uno de nosotros se hizo un poco con la manera de ser del otro. El destino no consiguió acercarnos al contacto personal. Pero eso carece de importancia, ya que la amistad de dos personas que viven la vida de las palabras alcanza una mayor completud dentro del marco de la propia escritura que la que pueda reportar la eventualidad de los cuerpos.
     Lezama Lima ha muerto para el tiempo infinito que aún queda por vivir, pero Lezama Lima vive para todos aquellos que saldrán a vivir en el tiempo infinito llamado a permanecer. Si solo vive lo que permanece, y solo permanece lo que el acto creador construye, es seguro que una ausencia infinita deja en vida Lezama Lima. Y es a través de esa ausencia cuando empieza a trabajar sobre nosotros lo invisible; es decir, el origen de las cosas, la Belleza y su punto de partida.

                                      [siguiente personaje Carlos Fuentes: 21-5-2012]

¡Athletic, carajo!

Por: | 07 de mayo de 2012

MARCELO BIELSA...(1955)

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     El argentino Marcelo Bielsa es el actual entrenador del Athletic Club de Bilbao. Ha conseguido que su equipo llegue a disputar este mes de mayo dos finales de copa futbolera. La Europa League, en Bucarest (día 9), frente al Atlético de Madrid, y la Copa del Rey (día 25), en Madrid, frente al Barcelona. 
    Estos hechos balompédicos vienen precedidos por una historia personal. A primeros de julio de 2011, quien se presentaba en esos días a las elecciones para presidir el Athletic de Bilbao, Josu Urrutia, contactó con Marcelo Bielsa en su casa de Argentina para ofrecerle el puesto de entrenador, en caso de que ganara las elecciones. A los pocos días, el presidente del Inter de Milán llamó a Bielsa para proponerle que fuera entrenador del club milanés (presumiblemente con mucho dinero por delante). Y Bielsa declinó el ofrecimiento, porque había dado su palabra a una persona, aún si saber si sería o no sería elegido presidente.
    A través de ese gesto empezó a contactar con la bilbaína manera de ser que atesoran algunos vascos. Por otra parte, el gesto define al individuo, y lo marca como ser humano. Mas no es el único trazo de su carácter. Descubro unas breves muestras, sin orden de prelación: cuando murió el padre de uno de sus jugadores, se presentó de improviso en la casa de éste, en Pamplona, para manifestarle su íntima condolencia / sabe valorar a sus colegas: “la marcha de Guardiola es una pérdida mayúscula para el fútbol” / motivó a sus pupilos antes de iniciar el encuentro frente al Manchester City,  en el estadio Old Trafford, conocido como teatro de los sueños: "jugar este partido aquí, es un sueño, y ganarlo, una realidad” / tras el aluvión de elogios recibidos por llevar a sus jugadores a la final de la Europa League, señaló que no ha llevado a sus jugadores a Bucarest, sino que solo los acompaña...
   A partir de ese sucinto dibujo en torno suyo, entiendo lo que valen las palabras de su compatriota Jorge Valdano, vertidas en una conversación en El larguero (Cadena Ser), hará ahora dos meses: “A Marcelo Bielsa, no solo le admiro, digo que le quiero”. Tales palabras condensan-explican la bonhomía del personaje del que estoy escribiendo o tratando de llevarlo a cabo en esta suma de vocales y consonantes...
    ...deseo referirme a la relación afectiva entre Marcelo Bielsa y la ciudad del Guggenheim. Lo hago mediante un dilatado recorrido por calles y plazas, desde La Peña hasta Miribilla, pasando por Santutxu, el Casco Viejo, Deusto, Rekaldeberri y más y más y más hasta llegar al mar. He visto una gran profusión de banderas rojiblancas ondeando por balcones y ventanas de las casas. La ciudadanía ha sentido unos deseos enormes –como nunca en la historia de este Club fundado en 1898– de pertenecer a algo y que ese algo les pertenezca, sin distinción alguna entre clases sociales e ideologías políticas. Un exiguo detalle lo ilustra. Fue en un lugar del extrarradio, cerca de los montes, donde se sube casi de rodillas, con habitaciones donde apenas cabe una mano. Pues bien, allí ondeaba orgulloso un estandarte bicolor. 
    Esa agitación lúdico-sentimental corresponde en buena parte a Marcelo Bielsa. El rosarino ha sabido insuflar en los jugadores un espíritu competitivo extraordinario. Les ha pedido que jueguen dándolo todo (diez atacan-once defienden), además de instarles a actuar con nobleza y deportividad. La muchachada rojiblanca ha hecho todo lo demás, lo que no es poco.
    Así las cosas, ganar o perder alguna de las dos competiciones, o perder las dos, o ganar las dos, eso no se puede saber a dos días de la primera cita deportiva y a dieciocho de la segunda. Queda recordar la acuciosa advertencia de R. L. Stevenson: “Viajar con esperanza es mejor que llegar a destino”. Los años conocen cosas que los días desconocen.

    N.- En uno de los libros de Jorge Luis Borges he hallado solución a mis dudas sobre si era pertinente presentar en este espacio al personaje arriba descrito. Dice el escritor bonaerense: "Muchas veces en la vida emprendí el estudio de la metafísica, pero siempre me interrumpió la felicidad". De todos modos, la felicidad, aunque diáfana en su estado primigenio, a veces se vuelve difusa, extraña y hasta ubicua, pues puede habitar lo mismo en un coro de La Orestíada, como en un bodegón de Cézanne o en el embeleso de una pelotita saltarina correteando por el terso césped... Y no digo más. El que quiera entender que entienda.

    * En la imagen Bielsa y sus jugadores en el descanso de un entrenamiento (foto: Txetxu Berruezo)

                                  [siguiente personaje José Lezama Lima: 14-5-2012]

                                                                  

 

El País

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