Aterradoras-espeluznantes las imágenes de la matanza de mineros en Sudáfrica. Ocurrió en las minas de platino, a cien kilómetros de la capital Johannesburgo. El balance criminal se saldó con 34 muertos, 70 heridos y 200 arrestados. El hecho pudo ser más sangriento, a tenor de los 300 casquillos de balas de ametralladoras encontrados en el lugar del suceso.
Los mineros sudafricanos protestaban por las precarias condiciones de trabajo y los bajos salarios recibidos. Era una ofensa a su dignidad, comparativamente con el valor incalculable que ellos extraen de las entrañas de la tierra. Por eso los mataron.
Tras los luctuosos acontecimientos, los mineros decidieron convocar una huelga. Sin dar siquiera un mínimo signo de humana piedad y consuelo por lo acontecido, la reacción de los dueños de las minas fue amenazar con despedir fulminantemente a todos los trabajadores en huelga.
La empresa propietaria de las minas de platino es británica, con sede social en Londres. Curiosamente es en Londres donde la policía inglesa prepara un asalto a la embajada de Ecuador, para apresar a Julian Assange (el de los Wikileaks), y extraditarlo a Suecia. [Últimas noticias procedentes de la propia Suecia, aseguran que nunca extraditarán a Assange a Estados Unidos, si es para condenarlo a muerte. Nada se dice sobre la cadena perpetua o corredor del terror y la retahíla de torturas, los electrodos, el lento enloquecimiento, los palizamientos, las vejaciones, el aniquilamiento de la persona y otras "caricias"]...
Dada la cruenta matanza de los mineros sudafricanos, se antoja más justo y apremiante que la policía inglesa visite las mansiones de los magnates platínicos, y los ponga a disposición del tribunal internacional de La Haya, donde se les juzgará presuntamente por crímenes de lesa humanidad.
Respecto al posible desabastecimiento de platino por efecto de la huelga, no sería extraño que la empresa decida reclutar un voluntariado de honorables socios de clubes privados, repartidos por los barrios elegantes de Londres, como Mayfair, Knightsbridge, Chelsea, Belgrave y Kensington, entre otros, y algunos más procedentes de clubes de golf de la ciudad del Támesis. Una vez en Sudáfrica, se les facilitarían picos, palas, martillos perforadores y otras herrumbrosas herramientas, algunas de ellas con rastros de sangre aún caliente. Podrán comprobar in situ cómo viven los mineros masacrados y esclavizados por súbditos de su Graciosa Majestad Isabel II de Inglaterra. Verán casas que no son sino chabolas de planchas de hojalata, carentes de agua corriente y luz eléctrica...
El fin de la cadena llega hasta los escotes, lóbulos orejiles, lindos cuellos, muñecas y diademas coronadas de las damas pudientes o ricachas del mejor de los planetas imaginable. Conviene advertirles que no se sorprendan las distinguidas damas si en algún momento sienten convulsas vibraciones procedentes del interior de las joyas platinosas. Son los lacerantes latidos de los mineros atrozmente matados y canallescamente tratados.
[el siguiente personaje sigue siendo Alfonso Navalón: 27-8-2012]
Hay 9 Comentarios
La masacre, la indignidad, la abolición del ser, la inexistencia del alma... Todo eso y más en una noticia que nos sacude la fibra más honda de nuestra humanidad y que , sin embargo, pasa. Liviana, como todas las noticias, devorada por otro titular, por lo último.
Pero en los hogares (si alcanzan a merecer tal nombre) de los mineros asesinados el tiempo se ha detenido para siempre. Vivirán en y por la ausencia forzada. Nada volverá a ser igual. No servirían ni palabras de consuelo como, por ejemplo, las que nos transmitió Merino en este mismo blog, a propósito de Antoñete. Porque, hasta para degustar el consuelo, es necesaria la dignidad, que deja la puerta abierta a la sensibilidad y la esperanza. Pero el que nada tiene, no tiene ni siquiera eso. Desprovisto de todo, eres nada, un guijarro más para triturar.
Si Marco Aurelio, emperador, pensador, capaz de apurar hasta la esencia los frutos de la inteligencia y la sensibilidad, decía "Pronto olvidarás todo; pronto te olvidarán a ti", ¡cuánto más doloroso resulta aceptar que ni siquiera el olvido merecen los masacrados, porque ni antes ni después han existido! Y así, los hijos de sus hijos se verán arrebatados antes incluso de ver la luz.
Lamentablemente, el verso de Garcilaso "No pierda más quien ha tanto perdido", no vale para los que nada son.
Gracias, Sr. Merino, por saltarse el guión de su blog y prestar un susurro al menos a los sin voz.
(Nota: ¿Por qué todo el enjambre banal de las redes sociales no han hecho arder esta entrada del bog, como ocurrió con aquella de José Luis Sampedro? ¿Es menos la sangre que el capital?)
Publicado por: tabaquería | 29/08/2012 10:19:18
Instintivamente aparto la mirada de la fotografía, aunque sé que no tengo derecho a hacerlo. Las imágenes de esa matanza difundidas por los medios son espeluznantes, aun así, se nos acabarán olvidando, son parte de una injusticia asumida por nuestra sociedad. Difícilmente esas u otras similares nos lograrán disuadir a la hora de prescindir de algo que, por cualquier motivo, nos interese poseer o conseguir.
Sabemos que millones de cosas que consumimos están manchadas con la sangre, el sudor y las lágrimas, incluso infantiles, de los más débiles, de los que mueren con los ojos abiertos mientras cerramos los nuestros.
La denuncia del indignado redactor del blog que se ha saltado el guión ante la magnitud de esta injusticia es un puñetazo a nuestra anestesiada conciencia y merece el apoyo de cualquiera con un mínimo de humanidad. Es necesario que cada uno de nosotros, en nuestro ámbito, renunciemos a colaborar con los que infringen los derechos humanos.
Quiero apartar otra vez la mirada, no sé si esto tiene arreglo, miro la fotografía y leo de nuevo las reflexiones del Sr. Merino, no creo que esos muertos ni otros nos perdonen.
Publicado por: grumete | 24/08/2012 14:35:02
Gracias, José Luis, por tener las palabras que a mi se me escapan en borbotones de indignación y horror.
Publicado por: Zuriñe | 24/08/2012 10:33:16
QUIEN TENGA OJOS PARA VER QUE VEA, Y QUIEN TENGA OREJAS PARA OIR QUE OIGA.
ESTAMOS VIVIENDO EN EL FINAL DE LOS TIEMPOS.
Publicado por: jaime | 24/08/2012 3:17:53
¿Y aún nos quieren amedrentar con el Infierno? Decía el psiquiatra Rojas Marcos que cualquier atrocidad que fuéramos capaces de imaginar ya la habrían cometido otros hombres. El Infierno son los otros.
Aquí, en el primer mundo, acomodados en nuestros burguesas vidas, aún no somos conscientes del precio que otros pagan. No queremos saberlo.
Publicado por: Mariana | 23/08/2012 23:14:54
Excelente e indignado artículo. Lo cierto es que la vida humana tiene tan poco valor que cuesta creer las declaraciones de la presidencia sudafricana diciendo que una chamana había hechizado a los mineros prometiéndoles superar las balas. Y en el caso Assange, no se pretende nada más que escarmentar. Estos paises que no respetan los derechos humanos han de saber que aquel al que se le han robado todos sus derechos y nada tiene, tampoco tiene nada que perder. Gracias por estar al lado de los hombres.
Publicado por: Josean | 23/08/2012 21:55:58
Estoy completamente de acuerdo.
Excelente la fotografía. ¿La idea era matar a los esclavos para ocultar la esclavitud? Yo no me conformaría con enviar a las minas a los dueños en las mismas condiciones. Creo que la privación de todos sus bienes y ,especialmente, la de su libertad sería una petición de hecho, justificada.
Respecto al lamentable espectáculo que el negocio de la información sensible, reservada y "privilegiada" está protagonizando en el caso Assange, también me preocupa la desprotección de los derechos más elementales, la indiferencia general y la pérdida del sentido común.
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 23/08/2012 21:10:52
Gracias José Luis por esta soberbia reflexión, tan actual. Indica gran sensibilidad y compromiso por tu parte.
Es una vergüenza, en los tiempos que vivimos, una actuación policial (sudafricana) tan desmedida, despiadada e inútil, dejando decenas de muertos en las cunetas. Es una vergüenza que los medios de comunicación miren para otro lado. Es una vergüenza que estos mineros entreguen su vida por defender su dignidad, que seguramente es lo único que tienen. Es una vergüenza que una persona sea masacrada en aras de la productividad.
Hay muchos y variados métodos para solucionar este tipo de crisis, pero nunca las armas.
El gran filósofo inglés Thomas Hobbes, siglo XVII; en su conocida obra Leviatán ya popularizó la frase “el hombre es un lobo para el hombre” (Homo homini lupus). Pero es que además hay un condimento muy venenoso y parece que altamente contagioso, que cada vez se extiende más: “mientras a mí no me toque”, este es un mal que nos aqueja , tiene síntomas muy reconocibles: miedo, desasosiego, cobardía, ganas de no comprometerse, que a uno no le clasifiquen, … es un mal muy peligroso; ya lo describió Bertol Brech en su magnífica poesía:
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Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada porque yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar.
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Gracias José Luis. Poco más tengo que decir, pues tú lo has dicho de manera contundente.
Un saludo
Santi
Publicado por: Santiago Fernández | 23/08/2012 16:08:39
http://nelygarcia.wordpress.com. Esos episodios son el bochorno y la crueldad, que está instalada y cabalga con total impunidad.
Publicado por: Nely | 23/08/2012 15:37:41