Ladrones de fuego

Caballero Bonald y los Cervantes

Por: | 22 de abril de 2013

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD (1925-    )

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     El Premio Cervantes (premio anual de literatura en lengua española), otorgado en noviembre de 2012 a JM Caballero Bonald, se lo entregarán mañana, 23 de abril, día de la muerte de Miguel de Cervantes. Según me informa un pajarito radiofónico, el discurso del escritor jerezano en el acto de Alcalá de Henares, versará sobre “Miguel de Cervantes perdedor”. La palabra perdedor invita-obliga a recordar, entre otros, a tres “perdedores” del Premio Cervantes. Pienso en José Bergamín, excluido del premio, en tanto se lo concedían a otros de su misma generación, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Rafael Alberti. Me acuerdo de Jorge Luis Borges, a quien le concedieron el Premio en 1979, pero rebajado a  compartirlo con alguien (Gerardo Diego) de menor entidad. Sin olvidarnos de la flagrante injusticia por haber dejado sin premio a Juan Rulfo, autor de Pedro Páramo, una de las mejores piezas de la novelística en lengua española, de Cervantes a nuestros días. ¡Ay, jurados indoctos-magancieros-inquisidores-fierabrases y peores cosas!
     No es el caso referido a Caballero Bonald. Con este premio vienen a la memoria aquellos poetas de su generación, quienes, además de amigos, estuvieron unidos por afinidad ideológica. Ellos son (todos desaparecidos): Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, Ángel González, Blas de Otero. Este 23 de abril, Caballero Bonald los recordará y vivificará, con amor infinito, a todos ellos. Estoy seguro.
     Aprovecho la ocasión para mostrar un breve cruce de palabras con JMCB:
    ¿Por qué no basta tener razón, si la cara es de malicia?
     Los que alardean de tener razón son con toda probabilidad los más necios. Y si además pretenden poner cara de malicia, resultan ya unos marmolillos.
     En una jaula vacía iban tres pájaros libres. ¿La viste?
     La vi. Fue algo muy parecido a una cabeza a pájaros. Las cabezas a pájaros y las jaulas vacías suelen ser episodios consecutivos.
     ¿El auténtico escritor sería aquel a quien le da vergüenza llamarse hombre de letras?
     El escritor y el hombre de letras no tienen por qué coincidir en la misma persona. Las vergüenzas del escritor van por otros caminos.
     ¿La locura es ese exiguo territorio que nos queda para poder alcanzar la libertad suprema?
     La locura es un estado de inocencia, o eso dicen. Pero a veces también puede ser un estado de necesidad. 
     Quien dice encontrarse a gusto en plena naturaleza, ¿será porque la naturaleza no tiene opinión ni puede tenerla acerca de él?
     La armonía del hombre con la naturaleza no depende de la naturaleza. Lo que pasa es que el hombre nunca bebe dos veces en el mismo río.
     ¿Por qué el que oye mal, por lo general oye siempre demasiado?
     Será porque los sordos pueden hacer su propia selección de sonidos, lo que no deja de ser una falta de delicadeza.
     ¿Es verdad que cada respuesta es lo malo de toda pregunta?
     Lo malo de toda pregunta es tener que contestar con otra pregunta. Nunca es del todo cierto lo que admite dudas.
     ¿Las canas son las condecoraciones del tiempo?
     El tiempo no merece un trato tan grosero. Claro que todo depende de lo que se haya bebido entre cana y cana.

                                        [siguiente personaje: Julian Barnes: 29-4-2013]

Hay 10 Comentarios

Para mi desgracia, yo también me cuento entre aquellos magancieros-fierabrases y peores cosas que ofenden con el olvido, pues al querer defender a Borges y a Rulfo, he condenado al vacío a José Bergamín.
Así que, calándome la celada, ¡arremeto contra mí!
Mis disculpas al ilustre poeta.

¡Sí, fierabrases y mucho peor son los que oscurecen a Borges o ignoran a Rulfo!
Con Bonald se ha hecho, al menos esta vez, justicia. Queda para el recuerdo su potente discurso (evidentemente, mucho más brillante que las respuestas a las preguntas que le formula Merino y que aparecen en el artículo de esta semana), su recuerdo de los que sufren la voracidad de la crisis (economica y moral) y su declaración de amor a la poesía.
Cervantes, este año, compartirá con el ingenioso hidalgo, su satisfacción por el reconocimiento justo y la sinceridad en los altos ideales. Su satisfacción es la de todos nosotros.

No puedo resistirme a comenzar diciendo que me ha encantado esa retahíla de calificativos que dedica Merino a aquellos jurados que, con su incomprensible actitud e incompetencia, han desacreditado un premio que pretende ser de tanta categoría literaria. Hasta el propio Don Quijote defendería entusiasmado lo adecuado de cada uno de esos epítetos. Fierabrases suena apropiadísimo, aunque no sé muy bien su significado exacto. De todos modos, viendo el nombre de algunos de los escritores inmerecidamente relegados, puede ser igual de estimulante no recibir el premio que recibirlo.
Pero, a pesar de las consideraciones sobre las injusticias cometidas, algunas tan flagrantes como las que nos recuerda Merino, en esta ocasión, la concesión del Premio Cervantes a un poeta de la categoría de Caballero Bonald prestigia al jurado que le ha distinguido y contribuye a difundir merecidamente su poesía.
Y esto me hace pensar en la pregunta que le formula al poeta sobre si el motivo de que nos sintamos a gusto en plena naturaleza es porque ésta no tiene opinión sobre nosotros. Tiene razón Nietzsche al afirmarlo. Solo en plena naturaleza somos capaces de sentirnos libres y admitidos como somos, ella no nos juzga, se limita a reflejar nuestros pensamientos para que tomemos conciencia de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Luego inevitablemente cada cual se encargará de dividir el mundo y todo lo demás en dos a su manera. Así estamos.

Esta mañana he leído el discurso completo de Caballero Bonald en la entrega del premio Cervantes, entresaco algunas frases:
……..
“Esas andanzas medio enigmáticas de Cervantes, esas huidas imprevistas, tantas vaguedades, zozobras, cautiverios, vienen a trazar como la síntesis biográfica de un perdedor, de un hombre de azarosos lances, casi de un aventurero que, como don Quijote, fue acumulando decepciones, fracasos, desdenes. Pero nunca, sin embargo, renunció a ir macerando en la memoria su más universal empeño creador: el que hizo de la libertad un fecundo condimento literario. Basta una simple ojeada al esplendor polifónico de su gran novela para entender que todo lo que tuvo de infortunada la vida de Cervantes, acabó encontrando una justiciera contrapartida en esa manifestación suprema de la propia libertad que es la palabra. “Libre nací y en libertad me fundo”, reza el último endecasílabo de un hermoso soneto de la Galatea”
……..
“Más de una vez he comentado que mi palabra escrita reproduce obviamente mis ideas estéticas, pero también mi pensamiento moral, mis litigios personales, mi manera de buscar una salida al laberinto de la historia”
………..
“Quiero creer -con la debida temeridad- que el arte también dispone de ese poder terapéutico y que los utensilios de la poesía son capaces de contribuir a la rehabilitación de un edificio social menoscabado. Si es cierto, como opinaba Aristóteles, que la “la historia cuenta lo que sucedió y la poesía lo que debía suceder”
……….
Este tipo de lecturas reconfortan el espíritu y despiertan los sentimientos.
Un saludo
Santi

Nely García. Perdón por la errata en mi comentario: quise decir “Bonald”

Hoy se celebra el día del libro. Escribía Neruda:
…………
“LIBRO
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento”
…….

Necesitamos leer porque nos gusta conocer, soñar, aprender, o simplemente pasar un buen rato, porque queremos dialogar directamente con el autor, porque queremos evadirnos de nuestra realidad, o simplemente por razones estéticas. Caballero Bonald dijo en una ocasión : " Yo, personalmente, leo por razones estéticas, sin atender mayormente a otros aspectos argumentales, a todas esas copias miméticas de la realidad. Los únicos argumentos que me interesan son los de los heterodoxos. Yo leo por el placer estético que me produce la poesía o la prosa que va más allá de las palabras propiamente dichas. Si el libro que leo no me seduce por ese camino, lo abandono, adiós muy buenas. Pero también entiendo a los que leen por instruirse, por distraerse, y compadezco a los que leen por obligación".
Gracias José Luis, con tus magníficos escritos consigues abrir esa puerta que da acceso al mundo de las palabras y de las ideas bien organizadas, que nos invitan a soñar y a disfrutar de las cosas bellas. Hace tiempo el escritor uruguayo Eduardo Galeano describió de manera magistral esa idea: “Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.
A veces, ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá”
Enhorabuena Caballero Bonald !!
Un saludo y gracias Jose Luis
Santi

Me han gustado mucho las respuestas a tus preguntas. Me he fijado en su apreciación al diferenciar al hombre de letras y al escritor. Solo unos pocos lo conjugan bien.
Respecto a la introducción estoy de acuerdo. Pero en su favor diré que todos son leídos.
Recuerdo cuando me agitaba pensando que no se lo concederían a Ana Mª Matute.
Celebro sus poemas y en especial este, por breve:
"Cuántos días baldíos
haciéndome pasar por lo que soy.

Máscara sin memoria, líbrame
de parecerme a aquel que me suplanta.

Uno solo será mi semejante"


http://nelygarcia.wordpress.com. Gracias José Luis, por facilitarnos el acercamiento, a la diversidad de personajes.
Los premios los conceden un grupo de personas, donde los criterios, e intereses, se entremezclan por esa razón, aciertan pocas veces. Caballero Bonar, es uno de los grandes y hace bien en recordar, a sus preferidos.
La razón es tan ambigua, como la verdad; la pregunta y la respuesta, proceden de ese mismo punto.
Creo que el escritor se consolida, cuando le leen y el autor lo único que puede hacer, es plasmar sus percepciones, sin criterios.
La naturaleza es un libro abierto, donde la observación nos puede suscitar reflexiones.

http://www.fabook.com/pages/Nely-Garc%C3%ADa/368054793274553?ref=hl

Decía Caballero Bonald que "Las dudas son las que mejor te sirven para abrirte camino por los laberintos de la experiencia. Yo no sabría escribir, ni siquiera sabría vivir, si estuviera seguro de todo". Merino consigue con sus preguntas que el jerezano coja las riendas de su incertidumbre y se moje. Habla del paso del tiempo, de la condición humana y de la escritura y sus vergüenzas. Es curioso que haya elegido hablar de la cara oculta de Cervantes en su discurso para recoger el premio más prestigioso y vistoso de las letras españolas. El contraste que el poeta propone solo puede defenderlo quien, como él, peina los versos de cara.

Los premios siempre son injustos, siempre dejarán atrás a alguien que nos parece magnífico, o se concederán a quien a nuestro entender no lo merece. Cuanto más importantes e institucionales, más injustos en cuestiones de arte. Pero en nuestra lengua tenemos un "problema" añadido, y es que hay muchos más genios literarios que premios. Caballero Bonald (siempre le he llamado así, creo que lleva el adjetivo en el nombre) es sin duda uno de ellos, y gracias a esta no-jaula abierta y llena puedo expresarle mi admiración, amor y respeto.

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Sobre el autor

Jose Luis Merino

Jose Luis Merino nació en Bilbao. Vive en esa ciudad. Es autor de 14 libros de arte y literatura. Trabaja en la actualidad en cuatro más, asimismo de arte y literatura. Ha tenido muchas edades. Ahora tiene la edad que representan sus palabras.

Sobre el blog

Como lo haría un fotógrafo de palabras, en este blog aparecerán retratos o semblanzas de gentes de la cultura. La mayoría de ellos son ladrones de fuego, en el sentido rimbaudiano del término. También se hablará de arte y poesía (el único ángel vivo sobre la tierra), en tanto se descubre cuánto hay de auténtico y de falso en esos dos universos.

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