MARVÍ BILBAO (1930-2013)
El pasado miércoles murió la actriz bilbaína Mariví Bilbao. Un ser con una gracia natural y divertida como pocos. Nos conocimos a raíz de la creación del grupo de teatro independiente Akelarre, del que fuimos fundadores, junto a Luis Iturri, Jesús Luis Jimeno, Luis García, José Andrés Zalduegui, Gregorio San Juan, entre otros. Esto ocurría a mediados de los años sesenta. El grupo Akelarre inició su andadura con el estreno mundial de la obra de Valle Inclán, Luces de bohemia. Tras frecuentar otros grupos independientes, como Karraka y Geroa, Mariví Bilbao Goyoaga –como la conocíamos entonces–, pasó a la escena profesional. Intervino en un gran número de otras de teatro, además de cine y series televisivas. El reconocimiento popular le llego a través de las series de televisión Aquí no hay quien viva y La que se avecina (en el chispeante e inteligente papel de vecina cotilla).
Memoro las palabras de la actriz desaparecida, en respuestas a preguntas mías, pronunciadas en los momentos de su mayor esplendor interpretativo. Esta es su voz:
“No sé si se hace teatro para escapar de la realidad, y me moriré sin saberlo, porque nunca me ha importado saberlo”.
“Por ser madura, no por eso eres más artista. Quien es artista por dentro lo puede ser a los doce años, a los veinte y a los setenta. Y si eres estúpido, a lo mejor a la vejez eres mucho más estúpido”.
“Las lágrimas en escena no son el refugio de feas o de guapas ni de nadie. Las lágrimas son lágrimas. Como el aire es el aire. El tiempo pone todo lo demás”.
“La vanidad está en cada cosa de la vida. La vanidad no la podemos retirar, porque sería como retirar la sangre. Es el motor del mundo. En el mismo amor, entra la vanidad, también”.
“En el cine y la televisión estás mucho más cómoda, porque sabes que si algo no ha salido bien, lo pueden quitar y volver a hacerlo. En el teatro, una vez que se ha levantado el telón no te salva ni la caridad”.
“Nosotros no estamos programados como una lavadora, que le das al botón y lo hace todo a las mil maravillas. Sube el telón y alguno sale con su padre muerto en casa; otro que ha reñido con su mujer; tú que tienes un dolor de tripas que no te lames o que tienes un fiebrazo por lo que te han puesto dos inyecciones para que vayas chutando. O sea, nunca salen las obras exactamente idénticas todos los días”.
“No le echo teatro en casa a la hora de las discusiones familiares. Lo que le echo es una mala leche,... pero mortal” (risas).
“No se hace teatro para que te miren a ti, sino para realizar aquello acordado entre el director y los actores”.
“Tienes conciencia de que lo que estás diciendo es la gran mentira. Y, además estás encantada, porque te pagan y entonces esa mentira se convierte en verdad”...
“El que se refleje en un espejo o no, eso depende de la agilidad mental que posea cada espectador. Tú lo haces para ellos. Hasta en los ensayos te acuerdas del público, porque sin ellos no hacemos nada ni somos nada. Vuelvo a recordarlo: al final de todo, depende de la inteligencia o pirueta mental que tenga cada espectador”.
“Me hubiera gustado, y me moriré sin llevarlo a efecto, actuar en un teatro de variedades y salir de starlet y bajar las escaleras llena de plumas, ¡Ay, madre, qué frivolité!”.
Adiós, Mariví. Te recordaremos siempre tal como eras: alegre como un puñado de pajarillos en primavera.
* Fotografía: Santos Cirilo
[siguiente personaje José Bergamín: 15-4-2013]
Hay 7 Comentarios
Me cuesta asumir que ya nuca te veré reír como lo has echo siempre,Marivi siempre a sido una gran actriz , me encantaba su forma de actuar de ser, siempre estaba con una sonrisa en su cara, siempre estaras en mi corazón,
Publicado por: Ines | 19/04/2013 16:02:48
Y, tal como eran y estaban las cosas en esa época no tan lejana, tiene muchísimo mérito haber logrado ser una actriz así de reconocida y querida.
Creo que Mariví Bilbao, aunque interpretaba sobre todo papeles en comedias, era una actriz muy versátil. Su actuación dura y dramática en un corto bastante reciente y muy premiado, titulado “Alumbramiento” de Eduardo Chapero-Jackson, es impresionante. De todos modos y, a pesar de con esas dotes interpretativas sea comprensible que pusiese todo su empeño en conseguir ejercer su vocación, me parece admirable su valor.
Y, cómo no, también me admira la vocación y compromiso de Merino que supo colaborar tan eficazmente para canalizar las inquietudes culturales y artísticas de muchos, en unos tiempos de censuras y escaseces de todo tipo en los que era imprescindible soñar. Está claro que, gracias a personas con ese espíritu y actitud, podemos otros escapar de este confuso y esperpéntico escenario.
Publicado por: grumete | 13/04/2013 17:29:14
"Alegre como un puñado de pajarillos en primavera": así dice Merino y así te recordaremos todos o, si lo prefieres, alternativamente, como esa starlet imaginaria.
Sentimos que nos dejes, Mariví, porque, entre otras cosas, la sabiduría también puede estar en lo cómico y lo disparatado. ¿Por qué no? Hasta siempre, actriz.
Publicado por: tabaquería | 13/04/2013 17:00:40
Nunca la mentira fue tan honesta como en la vida del actor. Se trata de una mentira medida, preciosa porque proviene de un cúmulo de verdades “interpretadas” por autor y actor en el sentido más literal de la palabra. Merino se acuerda de su amiga Mariví Bilbao y comparte con nosotros reflexiones de una actriz honesta que dedicó su vida a vivir esas “mentiras” en carne propia. La recordaremos con un pitillo en la mano, como dice Santiago, y con su humor ácido e ingenioso.
Publicado por: Cristina Jurado | 09/04/2013 7:04:54
Gracias José Luis por acercarnos a tan singular personaje. Me ha gustado mucho ese ramillete de reflexiones que nos regalas de manera tan generosa en tu magnífico blog.
Impresiona y emociona ver a personas como Marivi Bilbao : sinceras , chispeantes, auténticas. Era como una ardilla en un mundo de osos. Sus ojos brillantes y su frágil cuerpo eran sus rasgos más característicos. Pero detrás de esa fachada de cristal se escondía una mujer poderosa y socarrona. Viva hasta la médula. Se reía de su sombra, siempre con el pitillo entre los labios, como queriendo desafiar su vida. Esa vida que además de larga fue ancha. Mariví dicen que fue una admirable segundona y es posible que nunca aspirara a ser la protagonista de una película. Solo quiso ser la protagonista de su vida.
En una entrevista Mariví decía que: su vocación le supuso marcharse de casa y vivir en la calle, en un 600. "Fue un escándalo horroroso. Incluso mis conocidos y la gente más cercana miraba para otro lado para no verme, hasta que unos amigos, con los que yo había aprendido ballet cuando era cría, me llamaron para ver si quería dar clases y me fui directa, porque no tenía ni para comer".
Desde joven, dice Marivi, fue un poco rebelde:
“Para librarme de la clase de Matemáticas me apuntaba voluntaria a confesarme y me inventaba los pecados. Un día le dije: ‘Padre, una de las señoritas se ha enamorado de usted’. El Padre me respondió ¿Y quién es, quién es?”
Como comenta José Luis Merino fue socia fundadora del grupo de teatro Akelarre, con poco más de 20 años se cambió de nombre para que su padre no supiera a qué se dedicaba: abrió al azar el libro de páginas amarillas y copió el primer nombre que encontró: Ángela Valverde ¿ quién da más?
Seguro que Marivi estará ahora charlando con otros compañeros de lo humano y lo divino, riéndose de su paso por este mundo y que ella nos supo alegrar un poco.
Un saludo
Santi
Publicado por: Santiago Fernández | 08/04/2013 14:55:38
http://nelygarcia.wordpress.com. La vida es un teatro y el poder representar varios personajes una riqueza. El arte es algo innato en las personas, pero se puede mejorar con la práctica y las lágrimas proceden de un estado de ánimo. La vanidad es el complemento de la humildad y ambas están presentes.
Creo que esta artista se realizó, ejerciendo lo que le gustaba y la experiencia de su vida, deja tras de sí un bello recuerdo.
http://www.fabook.com/pages/Nely-Garc%C3%ADa/368054793274553?ref=hl
Publicado por: Nely García | 08/04/2013 10:36:00
Cómo me ha costado decir "Adiós, Mariví", a pesar de llevar meses preparándome. Para Bilbao es como decir adiós al Pagasarri o a las Siete Calles, impensable porque forma parte de la esencia de lo que somos. El resto del país la ha conocido en los últimos años, pero aquí llevábamos décadas admirándola, queriéndola como era ... Se que ella disfrutó muchísimo también de esos últimos años, de la adoración de la gente joven, tan merecida (baste decir que en el día de la imputación de la infantona, Mariví y el amor y el respeto de la gente por ella fueron trending topic absoluto en Twitter). A esta primavera le van a faltar muchos pajarillos de alegría.
Publicado por: Zuriñe | 08/04/2013 8:56:19