Ladrones de fuego

Gamoneda, legislador de la negación

Por: | 10 de marzo de 2014

ANTONIO GAMONEDA   (1931)

  Gamoneda2

      En una carta de marzo de 1990, el poeta Antonio Gamoneda me decía que era “un maníaco del pudor”. Contestaba así a mi propuesta para entrevistarlo  en un periódico madrileño. Ese mismo medio le había dedicado por aquellos días tres páginas en el suplemento cultural. Por si fuera poco, le habían pedido que escribiera tres artículos para ellos “el tercero aún sin enviar, aún no escrito”. No quería el poeta que “pareciese una ‘plataforma’ para mi lanzamiento”.
     Para terminar me preguntaba: “¿Te importa colocarme en esa hermosa lista en lugar prudentemente tardío? Llegado el momento, me das un aviso y yo cumplo. ¿Qué te parece?”.
     No llegó el momento propuesto, porque el periódico desapareció de la circulación. Queda la carta y las buenas intenciones. Lo demás está en la vida del poeta y en su personalísimo universo creativo.
     Gamoneda es un poeta de difícil clasificación. Se puede clasificar a otros, esa “infame turba” de mediocres poetas que inundan la tierra, esos falsos usurpadores de las mejores palabras (la mediocridad puede conducir al crimen).
    Veo a Gamoneda como un legislador de la negación. Hay un animal lento que sangra dentro de su alma. Todo lo que piensa y siente le parece impuro. Mira la página en blanco y empieza a vivir su desvarío anímico. Afronta una lucha consigo mismo. El demonio de la escritura entró en sus venas, tras un aquelarre de imágenes. Mortaja sin cadáver, carga con una culpa corrosiva. Cancerbero de la desesperanza, escribe para defenderse.
    Su cabeza está repleta de fantasmas y recuerdos como ruinas. Es un suplicio para él ponerse a escribir. En ese momento deja de ser humano para volverse insecto azul o pata zanca de roedor o mano amarilla o ave sin alas.
    Todo ocurre detrás de las cuencas de sus ojos; ahí es atacado con imágenes e ideas que se superponen y lo “laceran” cada vez que trata de escribir. Aunque suele dialogar con su otro yo que le mira, el poder de lo escrito está marcado por el silencio, la verdadera madre de todos nosotros. Olvido y memoria, y mucho silencio, todo el silencio: verdad y antesala de la muerte cierta. El silencio es una historia horrible.
    Cada una de las sesiones del acto de escribir puede semejarse a una suerte de ruleta rusa con seis vasos llenos de cicuta menos uno. Antes interroga constantemente a la verdad. Quiere hacerla hablar. No habla por ella. Espera.
    El conductor de su espíritu lo traslada hacia la vejez, hasta que la mentira le hierva dentro de la boca. Lo veréis presto a acudir allí donde su madre envejece más allá de su propia vejez. Apenas le llega un respiro placentero en el olor a mercados y un clamor de palomas como sonido de su infancia. La única morada propia es la infancia.
    Éste es Antonio Gamoneda, autor, entre otros poemarios, del extraordinario libro Descripción de la mentira, escrito de diciembre de 1975 a diciembre de 1976. Premio Cervantes en el año 2006.
    Habrá lectores que sientan admiración por sus poemas, y no faltará quienes se apiaden de él. Cada lector abre o cierra el diafragma del leer según los dictados estimativos de su propio corazón.

                        [siguiente personaje Fernando González Gortázar: 17-3-2014]

Hay 3 Comentarios

Siempre es decepcionante comprobar que la poesía sea un tema que pasa desapercibido, o perversamente ignorado o neciamente despreciado.
Aún con un artículo potente, profundo y revelador como esta puerta que Merino abre al ladrón Gamoneda, en el que analiza algunas de las veredas por las que el poeta transita, algunos de los dolores que le agitan o la negación que acentúa su talento visionario, no se consigue arrancar más que algunas migajas de las ciegas redes sociales y demás veleidades.
Y, sin embargo, tal vez la poesía sea el último, el más íntimo bastión del alma; aquel que, si resulta vencido, arrastra consigo lo esencial de ser humano. Tal vez si se pierde, el hombre queda desprotegido ante la alienación: arma tan frágil para batalla tan brutal...
Gamoneda lo sabe, y tantos otros hermanos. Y Merino, desde el fuego, nos alienta: "Este es un poeta grande, ¡léelo!".
Lo haremos.

Un escrito profundo y lleno de sabiduría. Hay párrafos de gran inspiración: “Hay un animal lento que sangra dentro de su alma” ….“Cancerbero de la desesperanza, escribe para defenderse”. Me gusta.
Un escrito poético hablando de POESIA.
Suele decir Gamoneda que “la poesía es una realidad que nace al revelarse, una existencia cuya naturaleza es la revelación”.
Sin duda él es uno de los grandes poetas españoles, escribe sobre la realidad, sobre la conciencia,… con palabras sencillas y pensamientos profundos
…………………..
Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,
nos abandonan los recuerdos. siento la frialdad de la existencia
pero tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive en
mi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.

……………………….
Miras los montes, miras el aire
Y se te representa la justicia de las cosas,
Es decir,
La poesía de las cosas
……………

Esta hora no existe, esta ciudad no existe,
yo no veo estos álamos,
Su geometría en el rocío.

Sin embargo, éstos son los álamos extinguidos, vértigo de mi infancia.

Ah jardines, ah números
…………….
Escribía el poeta luso Fernando Pessoa: “Hay metáforas que son más reales que la gente que anda por la calle”
Creo sinceramente que Gamoneda escribe este tipo de poesías-metaforas, que llegan directamente a ese país en el que habitan los sentimientos.
Gracias José Luis.
Un saludo
Santi

Excelente interpretación de este poeta original, que las experiencias de su vida, le transmiten palabras adecuadas para plasmar la incomprensión, que todos llevamos dentro.

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Sobre el autor

Jose Luis Merino

Jose Luis Merino nació en Bilbao. Vive en esa ciudad. Es autor de 14 libros de arte y literatura. Trabaja en la actualidad en cuatro más, asimismo de arte y literatura. Ha tenido muchas edades. Ahora tiene la edad que representan sus palabras.

Sobre el blog

Como lo haría un fotógrafo de palabras, en este blog aparecerán retratos o semblanzas de gentes de la cultura. La mayoría de ellos son ladrones de fuego, en el sentido rimbaudiano del término. También se hablará de arte y poesía (el único ángel vivo sobre la tierra), en tanto se descubre cuánto hay de auténtico y de falso en esos dos universos.

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