MICHEL TOURNIER (1924)
Convenientemente traducida al francés, la carta de Michel Tournier, fechada el uno de marzo de 1990, decía lo siguiente:
“Querido José Luis Merino:
Me siento feliz por el hecho de que usted haya pensado en mí para su investigación literaria.
¡Lástima! He leído y releído sus preguntas; las encuentro hermosas y sutiles, pero no sé qué responder. No despiertan en mí ningún eco. Perdóneme.
Amistad, M. Tournier”
El amistoso Tournier es miembro de la Academia Goncourt desde 1972. Nació en París, el 19 de diciembre de 1924. Autor de ensayos, relatos y novelas, combina la narrativa con la filosofía, recurriendo a crear y recrear mitos literarios tradicionales o de su propio cuño. Mientras algunos lo ven como una de las grandes figuras de la modernidad literaria francesa, otros lo consideran simplemente un escritor para niños y adolescentes. La consideración de estos últimos se debe a que, tras el éxito de su primera novela Viernes o los limbos del Pacífico (1967) –una nueva versión del mito Robinson Crusoe–, reescribió y publicó cuatro años después Viernes o la vida salvaje, con lo que su obra se convirtió en lectura obligatoria en los colegios franceses.
La carta de Michel Tournier no es buen ejemplo para adolescentes. Lo prueba la siguiente historia imaginaria. Se han elegido siete jóvenes de liceos franceses de la zona entre Bayonne y Hendaye, pasando por Anglet y Saint Jean de Luz...
Cada uno de esos jóvenes le lanza una pregunta relacionada con la carta arriba suscrita. He ahí algunas: 1ª) Señor Tournier, si las preguntas las encontraba usted hermosas y sutiles, ¿por qué no quiso contestarlas? 2ª) ¿Sospechaba, acaso, que no iba a estar a la altura de las preguntas? 3ª) ¿Por qué no le dijo la verdad, esto es, que las preguntas le darían mucho trabajo y muy pocos clientes-lectores, teniendo en cuenta lo que usted ha dicho siempre, que no escribe por diversión? 4ª) A nuestro compatriota, el escritor Paul Léautaud, no le gustaba la gran literatura, solo le interesaba la conversación escrita, ¿lo sabía, señor Tournier? 5ª) Mi padre dice que a los escritores solo quieren que les pregunten por sus obras, y dice que fuera de ahí no les interesa nada, ¿también es así en su caso? 6ª) Una vez leí algo así como que los escritores nunca deberían usar palabras sin corazón, ¿es verdad? 7ª) Si no lo toma a mal, le digo que su carta haría llorar a un ojo de cristal.
Correspondería al amistoso Tournier contestar al razonado tropel de preguntas de los jóvenes galos, probablemente lectores entusiastas del libro Viernes o la vida salvaje.
Mas como no sabemos sus respuestas, queda la moraleja. Y la moraleja explica que, con sus reflexiones, la muchachada colocó al escritor bajo sospecha de andar con falsos rodeos y no menos falsos tapujos.
Sin embargo, no debe reprocharse a Tournier su negativa a contestar (el relámpago carece de sombra), en cambio debe reprobarse las subidas (“me siento feliz por el hecho de que usted haya pensado en mí para su investigación literaria”) y las bajadas (“no despiertan en mí ningún eco”) de su pensamiento en tan pocas líneas y en tan exiguo espacio. Cualquiera de los hermanos Lumière (Auguste y Louis) hubiera retratado al amistoso Tournier con una mochila de colegial manchada de donuts.
[siguiente personaje Clara Sánchez: 14-4-2014]
Hay 4 Comentarios
¡GENIAL!
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 28/04/2014 12:17:48
¡Divertidísimo artículo, éste a propósito de Tournier! De tan sólo unas líneas (amables, pero pocas), Merino trenza una elegante pero corrosiva loa en contra de la "politesse" desprovista de contenido y de los equilibrismos del que no se atreve a lanzarse a la confrontación intelectual pero no quiere se note...
Y consigue casi que nos creamos la existencia de esos jovencitos galos impertinentes por certeros. Pero tras la chanza, acepta, de buen grado ("el relámpago carece de sombra"), la negativa de Tournier, aunque certeramente puntualizada.
Al final, queda en nuestra retina esa mochila de colegial manchada de donuts que nos acompañará, "malheureusement", si leemos alguno de los libros de Tournier...
Publicado por: tabaquería | 10/04/2014 11:04:17
Es curioso que un orfebre de las palabras no sea capaz de encontrar respuestas a hermosas preguntas.
Michael ha escrito en numerosas ocasiones que se acercó a la literatura después de un naufragio personal(no logró la cátedra de filosofía que tanto ansiaba).
Es un escritor que no se prodiga mucho en los medios de comunicación. Sin embargo, es el autor francés vivo más leído.
En una de las entrevistas(1992) reflexionaba respecto a varios temas, he aquí su ramillete de respuestas:
- "Yo no escribo para mí ni para encontrar una moral o un sentido a las cosas. Escribo ni más ni menos que para ser leído”
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“Yo quería emular a maestros como Spinoza, Kant o Leibniz, pero no fue posible. De este modo, ejercí varios oficios, incluido el de periodista, y empecé a participar en programas de radio y de televisión y a escribir literatura infantil".
……………..
“La mirada sobre el mundo depende del mundo pero sobre todo de la mirada",
…………….
“Puedo pasar años con un tema. Soy un maratonista, no un sprinter. Lo que se construye con lentitud es generalmente más sólido que lo que es hecho rápidamente”.
………
“El rol del escrito es crear valor literario. Nada más”
…..
Un autor interesante.
Gracias José Luis por presentarlo a “Ladrones de fuego”
Un saludo
Santi
Publicado por: Santiago Fernández | 09/04/2014 19:19:24
Entre los escritores reconocidos existen diversidades: mientras algunos han obtenido el reconocimiento por caminos velados, otros lo han conseguido por la honestidad y sencillez de sus mensajes. Mientras los segundos siempre están dispuestos a consolidar sus argumentos, a la sensibilidades de los primeros les convienen la sombras. "Ignoro si este caso pudiera encajar en uno de los supuestos".
Publicado por: Nely García | 07/04/2014 10:07:22