Medvédev se despide desde su coche en Zvenigorod. / Sasha Mordovets/ GETTY IMAGES.
Comienza el otoño político en Moscú con la perspectiva del 'regreso' a la presidencia de Vladímir Putin, el que nunca se fue. Yevgueni Yasin, que fue ministro en tiempos de Borís Yeltsin y que hoy es director científico de la Escuela Superior de Economía, somete a debate su informe sobre las opciones de desarrollo a largo plazo ante Rusia. El aula que alberga este activo club de discusión liberal moscovita está abarrotada de intelectuales desorientados sobre la forma de incidir en la realidad. Sobre el auditorio planea la sombra de Putin, y alguien se refiere a Dmitri Medvédev como “el zagal”.
Yasin quiere ser optimista. Opina que en Rusia se ha desarrollado una economía de mercado al margen del Estado, aunque sea de forma precaria e ineficaz. Como ejemplo cita la esfera de las telecomunicaciones, donde trabajan 450.000 personas, los talleres de servicios para automóviles y la industria siderúrgica. Dice Yasin que su país sólo recuperó en 2008 los índices de desarrollo de 1989 y 1990 y que un 60% de sus habitantes no ha restablecido el nivel de vida que tenían en época soviética.