Pilar Bonet

Moscú busca modelos extranjeros para gigantesca expansión urbanística

Por: | 11 de mayo de 2012

11Moscu puente y city al fondo
Fotos: Anatoli Morkovkin.

Moscú se prepara para una expansión sin precedentes por la cual esta urbe de 107.000 hectáreas engullirá otras 150.000 hectáreas más de la región circundante. Así, duplicando con creces su tamaño, la capital de Rusia se convertirá en la “Gran Moscú” o la “aglomeración de Moscú” con una población de 20 millones, en lugar de los 11,5 millones actuales. En los nuevos territorios, donde hay 21 municipios y 4 cementerios de residuos tóxicos, se anuncia la creación de un millón de puestos de trabajo para atraer a 2,5 millones de moscovitas.

La expansión fue anunciada por el presidente Dmitri Medvédev en junio de 2011 durante el foro económico de San Petersburgo, y se formalizará oficialmente el 1 de julio próximo, con el fin de poder incluir ya los primeros costes en el presupuesto de 2013. El proyecto, que requerirá de cuantiosas inversiones, contempla también la ampliación y modernización del metro y de la red de trenes de cercanías. Se proyectan varias nuevas estaciones de tren en la periferia de la ciudad y la conexión directa de los aeropuertos de la capital mediante una nueva línea ferroviaria circular. En 9 años, según ha dicho el alcalde Serguéi Sobianin, se construirán 145,5 kilómetros y 67 estaciones nuevas de metro.

Por su envergadura, la “aglomeración de Moscú” se encuadra en la categoría de obras gigantescas que tiene sus precedentes en la historia de la URSS (recuérdese el Palacio de los Soviets, un sueño de la arquitectura estaliniana de los años treinta, que nunca llegó a construirse). En la Rusia moderna, los grandes proyectos urbanísticos benefician a un selecto grupo político-económico, son despilfarradores y tienen escasa transparencia. El ejemplo por excelencia del género son las obras para los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 en la localidad de Sochi, en el mar Negro.


Por de pronto, los promotores urbanísticos y particulares que compraron a tiempo terrenos al Este, Sudoeste y Sur de la capital esperan lucrarse con su venta o edificación, tanto más cuando habrá que encontrar emplazamiento para trasladar los ministerios, la administración presidencial, las dos cámaras del parlamento, la fiscalía del Estado y otras instituciones oficiales. La presidencia de Rusia, según anuncian, seguirá estando en el Kremlin.

1Moscu Teatro Fomenko y city

La filosofía del traslado es que la capital ya no da más de sí, por su concentración poblacional (11.000 personas por kilómetro cuadrado, oficialmente, superior a la de Paris, Londres o Nueva York) y por sus crónicos atascos de tráfico. La expansión permitirá dotar a Moscú de varios centros urbanos, en sustitución del centro único actual. Éste quedaría descongestionado y podría convertirse en la sede de ese centro financiero internacional que tanto ambiciona Medvédev, además de desarrollarse como zona turística y de hoteles. A estos nuevos usos se destinarán los espacios desalojados por las instituciones que emigren, lo que podría afectar a 100 instituciones de enseñanza superior. Los defensores del proyecto opinan que las universidades moscovitas pueden obtener importantes beneficios económicos, si venden sus campus y los edificios de sus facultades en el centro y se mudan a la periferia de la capital. Por cierto, que en los nuevos territorios, está situado Skólkovo, la institución de investigaciones y desarrollo tecnológico que Medvédev impulsa como versión rusa del Silicon Valley norteamericano.
Por encargo del ayuntamiento, diez equipos de arquitectos (de ellos seis extranjeros) seleccionados entre 67 concursantes iniciales han elaborado ya sus concepciones de la “aglomeración”. De los diez equipos iniciales, cuatro eran rusos y seis, extranjeros. Entre los extranjeros, figuraba un español (el estudio de Ricardo Bofill), un holandés (O.M.A. o Office for Metropolitan Architecture de Rotterdam), dos franceses (Antoine Grumbach et Associes y I´AUC, ambos de Paris), un italiano (Studio Ass Secchi-Vigano de Milan) y un estadounidense (Urban Design Associates de Pittsburg). El 23 y 24 de abril, representantes de todos estos estudios expusieron sus primeras ideas en un seminario organizado por el ayuntamiento de Moscú, donde Ricardo Bofill Maggiore bromeó diciendo que los problemas de tráfico podían solucionarse en invierno mediante el desplazamiento en esquí por la ciudad.
En septiembre, los proyectos finalistas serán expuestos al público y las autoridades los utilizarán a su antojo en los planes definitivos. Los dirigentes rusos prometen un desarrollo armónico de la gran urbe, pero hay voces críticas donde menos se esperaba. La Cámara Social, un organismo consultivo creado por el Kremlin, se ha pronunciado en contra de la gran expansión. Sus miembros alegan que , con las prisas, los dirigentes rusos se han olvidado de hacer los estudios ecológicos y de organizar los debates requeridos por la ley. El ayuntamiento parece haber olvidado que no hace tanto tiempo, en 2010, se aprobó el plan general de Moscú hasta 2025.

5Moscu City
fin


 

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Sobre el autor

, corresponsal en Rusia y países postsoviéticos desde 2001 y testigo de la "perestroika" durante su primera estancia como corresponsal en Moscú (1984-1997). Fue corresponsal en Alemania (1997-2001). Trabajó para la agencia Efe en Viena (1980-82).

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