La batalla de Twitter

Por: Antoni Gutiérrez-Rubí | 08 nov 2011

Movil

Las elecciones del #20N son las elecciones de Twitter. La batalla que se libra en la red de microblogging es intensa y rica en iniciativas, tanto de los equipos de campaña como de los activistas más o menos organizados. Los indicadores de #hashtags, tuits por minuto, por hora o en las últimas 24, así como las menciones y los retuits se han convertido en los nuevos sismógrafos de la acción política y electoral. Datos y tendencias de comportamiento digital a los que hay que añadir el enorme potencial visual de las infografías. En la aplicación Visual.ly, por ejemplo, a través de la opción Faceoff, se pueden comparar cuentas de Twitter de los candidatos con resultados muy sorprendentes.

En Twitter se libra, también, una batalla conceptual sobre cómo se entiende el activismo digital. Hemos visto como tanto el PP como el PSOE entendían la herramienta de modo “automático” de informaciones, convirtiendo en algunos casos a sus simpatizantes en autómatas, más que facilitar que sean autónomos. Las nuevas herramientas sociales en Internet son un extraordinario canal bidireccional, multicanal y multiformato de comunicación y de diálogo con la ciudadanía. Son también herramientas de debate, de proximidad, de accesibilidad y de inmediatez. La Red no entiende de uniformidades, ni de uniformes. El pensamiento único se impone cuando sólo hay una voz. Cuando se hace de la conversación digital un auténtico debate, se puede convencer. Si no, la alternativa es la imposición.

Twitter también es un espacio para la respuesta irónica, mofa o crítica. O el contraataque inteligente, aprovechando la fuerza (los errores del contrario) como en el judo, para devolver el golpe digital como un boomerang. En esta campaña lo hemos visto con los hashtags lanzados por PP o PSOE, que han sido usados por los activistas contrarios como objeto de burla irónica -y no tan irónica-, alimentándolo de manera negativa para el partido. Reventar hashtags en Twitter también es otra forma de dar “tartazos digitales”.
Hace unas semanas se creó el hashtag “Pregúntale a Mariano” (que desmintieron posteriormente que fuera promovido desde el Twitter del PP). Inmediatamente, la Red lo usó con sorna para reírse del candidato con preguntas como: “¿Ordenó usted el código rojo?”; “¿Presume usted de comer cocido gallego porque la empanada ya la lleva encima?”… que es exactamente lo mismo que le ocurrió a Rubalcaba con el hashtag “Rubalcabacontesta”, que recibió preguntas como: “¿Dónde puedo realizar el trámite para nacionalizarme sueco?" o “¿Eres más de Nesquick o de ColaCao?"

Sobre todo en campaña proliferan, también, las cuentas falsas de políticos. Se trata de cuentas que parodian e intentan reirse –y a veces humillar- al político. Barack Obama tiene su cuenta falsa, @barakobama, que tiene 9.000 seguidores, 40.000 menos que el fake del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel. José Luís Rodríguez Zapatero tiene dos cuentas falsas, y una de ellas le parodia en inglés. También Alfredo Pérez Rubalcaba (con 2.170 seguidores) o Mariano Rajoy (540 seguidores).

Ayer pudimos ver como Twitter tenía por primera vez influencia en un debate electoral a las generales. Cualquiera podía participar y decir lo que pensaba, compartir sus ideas o sus críticas, apoyar a su candidato o atacar al contrario. El propio Rajoy colgaba una imagen mientras preparaba el debate, con la frase “Ultimando detalles”. Los activistas de cada partido estaban preparados y, los del PP, desde el inicio del primer bloque temático lanzaron el hashtag #Rajoygana, que ya era trending topic mundial cuando termió el debate.

Twitter es –a mi juicio- el nuevo medio que más impacto está causando en la oferta informativa. Pese a su extraordinaria simplicidad (mensajes cortos de 140 caracteres), su potencialidad ha sido extraordinaria. Twitter se ha convertido en el canal más libre, autónomo y dinámico para compartir información, sí. Pero también en el más versátil canal multiplataforma y en el sensor de comportamientos sociales más certero de los estados de ánimo, las  ideas reputacionales y los contextos públicos (hashtags).

Todos los partidos tienen su canal en Twitter. Y éstos son los de los candidatos:@conrubalcaba, @marianorajoy, @cayo_lara, @ciuduran2011 @jerkoreka, @jcoscu, @juralde, @alfredbosch

Hay 3 Comentarios

Al parecer se proclaman ya vencedores, es más, creo que ya duerme en la Moncloa, sino es así sueña con hacerlo... que lástima de candidato.

http://schaeffers30.blogspot.com/

Lo del TT de #rajoygana es de risa. Milimétricamente calculado, llevaba siendo TT desde ANTES del debate... y el señor Moragas va y lo utiliza para proclamar a Rajoy claro ganador. ¿Qué significa esto? Que estos señores creen que pueden generar artificialmente un TT (a base de cientos de zombies de NNGG, los mismos que "espontáneamente" aclamaban a Rajoy a la salida), y luego utilizarlo como argumento. Lo dicho, de risa.

Curiosamente, al final del debate "Cazalla" era también TT, debido al patinazo de Rajoy al situar este pueblo en la provincia de Cádiz. ¿Qué opina de eso el señor Moragas? ¿Debe Justin Bieber proclamarse GRAN GANADOR de TODOS los debates?

. Necesito ponerme en contacto con usted. Gracias

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Sobre el autor

Antoni Gutiérrez-Rubí

es asesor de comunicación y consultor político. Recientemente acaba de publicar 'La política vigilada. La comunicación política en la era de Wikileaks'.
www.gutierrez-rubi.es.

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Una mirada a la actualidad de la campaña electoral en clave de comunicación política y análisis estratégico.

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