No escriba poemas de amor

Por: | 13 de febrero de 2012

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Sin título (Perfect lovers) (1991). Obra de Félix González-Torres (1957-1996).

Ese –"no escriba poemas de amor"- es uno de los consejos que Rilke da a Franz Xaver Kappus en Cartas a un joven poeta. Y añade: “Rehúya, al principio, formas y temas demasiado corrientes: son los más difíciles”. Lo que sigue es una mínima antología de textos actuales que han estado a la altura de esa dificultad: tres poemas amorosos escritos en español.  

 

GASTOS FIJOS


Estuve haciendo cuentas
pues no sé hacer milagros
ni esas cosas que dicen
sabemos las mujeres.

Y ahora que estás lejos me pregunto
si acaso vivir sola
no me cuesta más caro.

Ángeles Mora

 

POEMA PLENO DE AMOR PARA ELENA FERRER

Imagina que todas las mujeres
y que todos los hombres de este mundo
fueran maravillosos
como tú y como yo.
Imagina también lo cierto. Sueña
lo que existe. Aventúrate
a calcular el número (sometido a la hermosa
indeterminación de lo imposible)
el número de todos los hombres y mujeres
que son como nosotros y con sus pasos hacen
transitable la tierra.
La serie limitada, imagínatelos
uno a uno,
igual que te imaginas a ti misma o a mí,
diversos de nosotros, de sí mismos,
inaprensibles siempre,
libres frente al gobierno, que no sabe que existen.
El número variable de los maravillosos.
Nadie los censará, aunque bien sabemos
que no son infinitos.
Nacen y mueren. Pero ésa no es
su variación. No puede
destruirlos con todos sus abusos
la estadística. Ellos
suman su ser al de los animales,
incorporan su ser al de los astros,
traen las constelaciones tatuadas
en el iris, y esperan
esperan nada más, como los pájaros.
Desde el centro más íntimo
se reparten en forma de lirio sus arterias:
así guardan su cuerpo entero en una lágrima,
o celebran de pronto la anchura de la vida.
Así que no podemos decir ni una vez más
que no pertenecemos a este mundo,
porque nosotros somos este mundo,
porque somos reales, tan reales
como los que administran
la realidad, o más, porque nosotros
somos la claridad.
Por eso yo declaro
que lo maravilloso, la inocencia,
esa felicidad que a veces somos,
la hermosura extendiendo su luz sobre la tierra,
todo lo que soñamos
sucederá algún día,
porque nosotros hemos sucedido.

Juan Antonio González Iglesias

 

 


Hay 11 Comentarios

Cartas a un joven poeta... me encantaron. Aqui os dejo la entrada publicada en mi blog. http://rimelporlibro.blogspot.com/2012/02/cartas-un-joven-poeta-rainer-maria.html

Un poema de amor (de desamor, más bien) que me gusta especialmente. Su título es "Nunca", y su autor, José Cereijo:

"Nunca dormí en tus brazos.
Nunca me desperté de madrugada y vi el armario, la ventana, los libros,
o escuché el ruido de las cañerías, los pasos solitarios en la calle,
y pensé, incrédulo, que, puesto que todo aquello era real,
tú también debías serlo.
No supe a qué sabían tus labios, o tu risa.
No te vi desnudarte.
No supe ni sabré jamás cómo tus ojos, en el acto del amor, incendiaban la noche.
Esa ausencia es, lo sé bien, una mutilación irremediable;
es un triste muñón, que llevaré conmigo hasta la muerte.
También es, a su modo, forma y prueba de amor, de lúcido y humillado amor,
de devastado y verdadero amor, que ofrezco a tu recuerdo".

Pobre burro murió, quien lo creyera
Quien en sus manos el poder tuviera
Para la vida a la pobre devolver
Yo me parara frente del jumento
Lazaro, irracional vuelve a tu ser
Ayer no más lo vi correr desesperado
Tras la burra que fue su sueño amado
Vástago afuera y húmedo el cogón
II
De sus ojos el cóncavo huesoso
Demuestra que el golero hizo destrozo
Con su acerado pico destructor
Bien encascado fue y mecha de pecho
En su niñez fue un burro bien hecho
Aunque de pronto se le vio cambiar
III
Cuando a la sombra solo reposaba
Pues que perdió de su loma la figura
Merced a una tremenda matadura
En que el sillón lo quiso acariciar

Cualquier diría que pensaba
En otros tiempos de su edad mejor
O que humilde tal vez se arrepentía
Mostrando de azabache su color
De algunos pecadillos que tenía
Pues se tocaba el pecho con furor
Ostentando su diestra puntería
A la burra la metía
El vástago que llama genitor
Que al sacarlo placentero
Quedaba convertido en un sombrero
IV
Si una yegua en los caminos encontraba
Con la yegua tambien ensombreraba
Cuantas sonrisas presagiaba al cielo
Cuando el hocico lo pegaba al suelo
Del jugo aspiraba el orín
El vástago lo sacaba, lo metía
Ten su rebuzno al cielo le pedía
Que aquella dicha no tuviera fin
Cuando la burra en estado interesante
Y con voz altisonante la pobre solo gemía
V
Pues ni en alcurnia ni reparo oscilaba
Pero asi la vida se iba consumiendo
Hasta que al fin sus sienes doblego
Yo quisiera cantarle burro viejo
Pero no/ que te cante otro pendejo
Porque ya hiedes mucho mamon.
En este basurero de cartón.


Deséame suerte cuando me vaya
por favor lo requiero
es un decir
mucho calor pero lo quiero
abrazos mutuos mas fuerte
no tan inocente
mas que asi
gracias lo necesitaba
Todo está aquí créeme
Ganamos y perdemos todos
Es un ventarrón helado
Memoria de pez imparcial
Le parece bien lo que ocurre?
Le parece mal se obliga a callar
Si hace algo. No sabe que es
Mi vida en pocas fotos
Yo. Y yo ahora
Lápiz y papel
La esfera equivocada
Siempre quise hacerlo
Te veo dudar
Y siento escalofrió
No lo harás
Son mis palabras
Ahora son mías
al trazado por la línea
Salen siete
Salen diecinueve
Relojes que no solo marcan el tiempo
En media de la nada helada
Protector de espumas
Como se doman las olas de las tablas
O como se doman los dedos
Hacer un punto en cruz
Consígueme una noche con desayuno
Mi trabajo no encaja con mis creencias
Y la gente de a pie
Pero siendo posible a la vez
Estas hormigas del planeta tierra
Les va a salir el tiro por la culata
De tiempo lento y pecado a la vista
El triangulo que sustituye el índice de las 12 horas
Con el tiempo el vigor es más latente
Gracias por escucharme
Gracias por acordarte
Muchas gracias por ese detalle
gracias mas que gracias
deséame suerte cuando me vaya

LUNA ENCENDIDA

Si mi amor fuesen besos compartidos
y en nueva sucesión, creciente y clara,
en astro pleno de luz transformara
tus labios de silencios escondidos./

Si el perfume en tus senos florecidos
fuese el aire que a mi ansia alimentara
y mi boca en tus rosas respirara
inhalando el compás de sus latidos./

Si el halo de tu faz te devolviese
alumbrando hacia tí, oculto el día,
y tu sed comulgante allí bebiese./

Si a tu tibia piel, la ingrávida mía
en cráter oscuro abrigo le diese,
con rayo de luna la encendería.

frescos versos para mí, no los conocía. los poemas de amor son como pétalos esparcidos al viento, quien sabe si algún día los volveremos a escuchar, a sentir, partieron y difícil que
vuelvan con más amor, el que ama de verdad no cambia su sentimiento con el tiempo, morirá amando, habría que averiguar a quien

"eco reverberante de tu ausencia". Vaya qué mal escriben! Tópico sobre tópico. Es justo lo que Rilke afirma en la carta a un joven poeta: no caiga en los tópicos. De todos modos, si quieren leer poesía, busquen en Philip Larkin o en Auden o en Anne Sexton, qué cojones!

Y ahora, quién llevará hasta tu puerta
las tiendas, las trompetas,
los estandartes de un asedio suplicante.

Desciendo hasta las ruinas que ha dejado
una guerra invisible
a buscar una flor que te conmueva.
La única certeza de una vida
iluminada por las grietas
de un mundo hecho pedazos,
realidad hendida, feroz e inacabable
como las bocas abiertas de las hienas.

Mientras, la lluvia dispara su metralla de ciénagas
donde esconde el amor
los tronos, las cadenas,
refugios melancólicos
del eco reverberante de tu ausencia.
Acariciada muerte última
entre tantas derrotas repetidas

Si no existieras tú, va sin rubor,
no existiría ni el vocablo ¡¡Amor!!

¡Preciosos! Estoy deseando leer los tres siguientes.

Gracias por la selección mínima de poemas. "Gastos Fijos" me recuerda a un poema del gran poeta colombiano Juan Gustavo Cobo-Borda que también habla de esas cuentas. Parafraseo el poema:

Desde que te fuiste
no me aumentaron el sueldo.
Pero me dura el doble el Nescafé
y el triple las hojas de afeitar.

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Letra Pequeña

Sobre el blog

Como dios y el diablo viven en los detalles, en la letra pequeña de los contratos están los matices. Este blog habla de literatura desde esa perspectiva. A pie de página. Sin gritar demasiado.

Sobre el autor

Javier Rodríguez Marcos

estudió filología, trabaja como periodista y es miope. Pero sigue leyendo. Forma parte del área de cultura del diario EL PAÍS y ha publicado media docena de libros, alguno incluso de poesía. De tener una teoría, podría resumirse en este viejo tuit de don Quijote: "Más vale un diente que un diamante".

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