Cementerio de Brevig Mission (Alaska).
Malos tiempos para la lírica, buenos para la crónica periodística. Dicen. Y se publican –en Alfaguara y Anagrama- dos antologías de ese género híbrido –u ornitorrinco- que corta los hechos con el cuchillo de la literatura. Dado que ambas selecciones se centran –aunque no exclusivamente- en lo escrito –y muy bien escrito- en Latinoamérica, allá van tres crónicas ejemplares de autores españoles.
La resurrección de un asesino, de Javier Sampedro. Una joya de esas de enseñar en las escuelas (de historia, medicina y periodismo). Se publicó el 8 de enero de 2006 en este periódico. La entradilla decía así: “La 'gripe española' surgió de la nada en 1918, mató a 50 millones de personas en todo el planeta y se esfumó sin dejar rastro. Un médico visionario y un genetista del ejército de EE UU acaban de resucitarla para luchar contra una futura pandemia de gripe aviar. Ambos hablan con un reportero de EL PAÍS en Brevig Mission, la aldea esquimal que guardó el enigma 87 años”.
El diablo de Oklahoma, de Enric González. Publicada, también en este periódico, el 13 de mayo de 2001. Su protagonista es Timothy McVeigh, veterano de la guerra del Golfo y condenado a muerte por el atentado que asesinó en Oklahoma a 168 personas. Su ejecución se convirtió en eso que llaman “circo mediático”. Enric González, además, reunió hace unos meses en un solo volumen –publicado por RBA- sus impagables historias de corresponsal en Londres, Nueva York y Roma con un epílogo sobre su destino actual: Jerusalén. Allí dice que no habrá libro sobre esa ciudad. Esperemos que no lo haya jurado sobre la Biblia.
Raval. Del amor a los niños, de Arcadi Espada. Lo publicó Anagrama en 2000, Juan Goytisolo lo presentó en un bar y Rafael Sánchez Ferlosio lo glosó por extenso. Su autor ganó el premio Francisco Cerecedo de periodismo. Si queda hoy algún resquicio para la literatura social, ahí está ese libro que desmonta -con náusea y brillantez- las inercias policiales, jurídicas y periodísticas que en 1997 crearon de la casi nada una falsa red de pederastia en el barrio chino de Barcelona. De ese caso, que se llevó por delante a familias cuyo mayor delito era ser pobres, surgieron también la película De niños (2004), de Joaquín Jordá (esto escribió Sergi Pàmies después de verla), y Hamelín (2005), la obra de teatro de Juan Mayorga para Animalario (esto escribió tras su estreno Marcos Ordóñez).
En el prólogo a su antología de crónicas, Jorge Carrión lo destaca junto a títulos de Sergio González Rodríguez, Alma Guillermoprieto, Héctor Abad y Alberto Salcedo Ramos: “Aunque muy distintas entre sí, se trata de crónicas ambiciosas, extensas, con un alto grado de investigación, cercanas al ensayo y en muchos casos a la autobiografía, que no parecen responder al imperativo de innovación que defendieron los bisabuelos modernistas y los abuelos del Nuevo Periodismo americano”. Como diría Timothy Garton Ash: la literatura de los hechos.
Hay 9 Comentarios
Mu bonitas!
Publicado por: Rebeca | 01/07/2013 0:18:31
XCVBNM
Publicado por: MANHDND | 01/07/2013 0:17:39
ajja estan re pilas
Publicado por: juakin | 31/10/2012 0:34:34
we eso e re malo ajjaa
Publicado por: juakin | 31/10/2012 0:34:18
Estimado Jaime González, en Papeles perdidos se publicaron dos entradas sobre las antologías de crónicas. Por lo que dices de Walsh, tal vez te refieras a la de este enlace (si no lo es, dime y seguimos buscando; se publicó el 15/2/2012):
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2012/02/el-boom-de-la-cronica-latinoamericana.html
Publicado por: Javier Rodríguez Marcos | 24/02/2012 11:11:14
Estoy buscando una entrada en la que se hablabla de recopilaciones de crónicas latinoamericanas, pero en este blog ya he visto la entrada de papeles perdidos pero no es esa... En primer lugar citabas la recopilacion que ha hecho Darío Jaramillo Agudelo que publica alfaguara, luego hablabas de una recopilacion que se publicará el 1 de marzo y tb hablabas de Rodolfo Walsh y su operacion masacre... el caso es que no encuentro el post. Puedes ayudarme?
Publicado por: Jaime González | 23/02/2012 18:12:11
Empiezo por lo más difícil, por tu pregunta final. Cercas has esgrimido buenas razones para que consideremos su libro una novela, pero a mi me cuesta leerla como tal, pero también como una crónica o reportaje. Por fortuna, cada vez existen más libros a los que los géneros tradicionales les resultan estrechos, aunque tampoco sea un fenómeno nuevo, ha ocurrido siempre.
Me importa mucho también el otro asunto, y no por chauvinismo, sino porque no paro de oír y de leer trabajos sobre el boom de las crónicas en Hispanoamérica y su historia, que se remonta -según nos dicen- a Roberto Arlt, o los más prudentes a Rodolfo Walsh. Me parece excelente, pero me gustaría leer alguna vez en la prensa española un solo comentario sobre la historia y el presente del género en España, que también los tiene. Pienso en autores como el ahora reivindicado Chaves Nogales, en revistas como Destino o Triunfo; o las muchas crónicas que ha publicado El País, tanto en el diario como en su dominical, en los reportajes de Millás o en los libros de Enric Gonzaléz sobre Londres, Nueva York o Roma. En fin, discúlpame por haberme extendido tanto. Un saludo.
Publicado por: Fernando Valls | 22/02/2012 0:04:51
Fernando, gracias por el recordatorio. Estas tres propuestas no son más que sugerencias de lectura de textos que se podrían tener en cuenta si alguien hiciera una antología de la crónica española actual. En su selección para Anagrama Jorge Carrión incluye un diccionario con muchos más autores (nacidos a partir de 1930). En su prólogo cita también a Gutiérrez Solana, Pla o Goytisolo.
El informe de El País se centraba en hispanoamérica porque los dos libros publicados ahora también lo hacen.
No creo que haya muchas diferencias entre las crónicas y los reportajes (como entre la llamada novela gráfica y los cómics / tebeos). Tal vez hay en la palabra crónica un espacio mayor para la subjetividad, de ahí que sus fronteras no sean nítidas y comparta espacio a veces con el libro de viajes o el ensayo. Para ti, ¿qué es Anatomía de un instante?
Publicado por: Javier | 21/02/2012 21:01:42
Habría que añadir otro escritor que fue pionero en el cultivo del género en España, Daniel Sueiro, a quien le debemos El arte de matar (1968), Los verdugos españoles (1972), La pena de muerte... (19740), La verdadera historia del Valle de los Caídos (1977); pero también Las confesiones no católicas en España (1972); o Los topos (1977), de Jesús Torbado y Manu Leguineche, y no sigo para no hacer la lista interminable. En fin, Javier, que el género no es de ahora y la lista de autores españoles mucho más larga. A todos estos nombres los eché de menos en el interesante informe del diario El País, demasiado centrado en hispanoamérica. Por cierto, ¿hay alguna diferencia sustancial entre las hoy llamadas crónicas y los clásicos reportajes? Un abrazo.
Publicado por: Fernando Valls | 21/02/2012 20:31:21