Gran Vía
¡Eh, compañero! ¿Buscas
al Cristo?, gritó alzándose el mendigo
predicador en su hacienda de andrajos
del banco donde duerme,
a espaldas del benéfico Caballero de Gracia.
Tuve miedo en la noche, por si fuera
el Cristo mismo, ebrio, quien me hablara,
y lo negué tres veces.
Del libro Los Campos Elíseos (2006).
Hay 2 Comentarios
Quizás esta resurrección es un tanto "lacrimosa".
Hay quien encuentra en sí mismo un concepto más humano:
El silencio ya olvidado no ceja en el empeño de poder dormir.
Más ruido oigas menos paz puedes ver.
Así, en sueño, y del sueño el ensueño te guíen por caminos que te llevan de nuevo a tu paz tranquila.
No será pues que ves si ver pero que también sientes lo que has sentido?
Pues tú mismo te sirvas que siempre fuiste mal criado.
Publicado por: antonio | 08/04/2012 15:11:01
Tal como se dice en El Evangelio.
Cristo lo dijo de mil formas, los verdaderos templos en donde se encuentra El Dios Padre de todos los hombres es en cada una de las personas que pueblan el mundo.
Vosotros sois los templos vivos donde está El Espíritu Santo.
Dios de vivos y no de muertos.
Dijo, amaos los unos a los otros como yo os he amado, dando la vida por vosotros.
A imagen y semejanza suya fueron creados los seres humanos.
Nada que ver con los mercados ni con los mercaderes que a nuestro alrededor vemos.
La Magdalena fue la única que le limpió los pies con su propio pelo.
Y no se apartó de ella, aunque fuera una prostituta.
Y los creó macho y hembra, hombre y mujer.
Id y poblad la tierra.
Como iguales ante un Dios Creador de todo cuanto existe.
Muy diferente a las maneras que hoy vemos.
Publicado por: Montserrat | 08/04/2012 10:09:36