Lo bueno es más difícil de explicar que lo malo.
Taurus acaba de publicar,en traducción de Victoria Gordo del Rey, el libro póstumo de Tony Judt –Pensar el siglo XX-, un volumen de conversaciones con Timothy Snyder. Judt cuenta en él que después de publicar Pasado imperfecto (Taurus, 2007), su obra sobre los intelectuales franceses, un historiador galo le preguntó si de verdad pensaba que todos eran así. ¿No había ninguno bueno? “Yo le respondí que por supuesto que sí”, dice Judt. “Camus, Aron, Mauriac a su manera, y algunos otros”. A lo que su colega respondió: “¿Por qué no escribe sobre ellos?”.
Ese, admite el malogrado autor de Postguerra (Taurus, 2006), fue el detonante de muchos de los ensayos recogidos en Sobre el olvidado siglo XX (Taurus, 2008), entre ellos, su impecable reseña sobre El último hombre, la novela póstuma de Camus, para The New York Review of Books, uno de los mejores análisis dedicados a uno de los mejores libros de aquel siglo no tan olvidado, solo comparable a las páginas que Jean Daniel le dedicó en Camus. A contracorriente (Galaxia Gutenberg).
Albert Camus, futbolero confeso, lleva meses calentando en la banda de su propio centenario. Se celebra el año que viene –el 7 de noviembre- y su figura no para de crecer. Lo mismo que la bibliografía sobre su vida y obra.
En Francia siguen siendo imbatibles la biografía de Olivier Todd (publicada en España por Tusquets) -más completa incluso que la de Lottman- y el Dictionnaire Albert Camus que Jeanyves Guérin dirigió en 2009 para Robert Laffont –casi mil apretadas páginas en papel semibiblia-.
No sabemos si alguien se animará a traducirlo. Más fácil, seguro, lo tiene el libro que el polémico Michel Onfray publicó en enero: L’ordre libertaire. La vie philosophique d’Albert Camus (Flammarion), una suerte de biografía intelectual a cargo del hombre que demolió a Sigmund Freud. El caso de Camus es el contrario. Onfray es un camusiano convencido que consigue desmontar los tópicos sobre la debilidad teórica de su obra ensayística: “Como no quería pensar el mundo distanciándolo de las ideas, los conceptos y las abstracciones, los filósofos académicos han considerado que Camus no era de los suyos. Para él una guerra no es un momento de negatividad en la dialéctica de lo real sino el enfrentamiento entre hombres que se sacan las tripas”. Por supuesto, Sartre recibe lo suyo, a veces con una vehemencia que sorprende hasta al menos sartriano.
En España, sus apariciones en las conversaciones entre Judt y Snyder se suman, por contraste, a las largas tiradas que el propio Sartre le dedica en sus charlas con John Gerassi –publicadas por Sexto Piso-. No hace tanto, además, que Capitán Swing recuperó sus textos contra la pena de muerte. Eso sí, el libro que marca la diferencia por ahora es Albert Camus. Solitario y solidario, la fotobiografía que acaba de publicar la editorial Plataforma en traducción de Elisenda Julibert. La diferencia no reside en el tamaño del volumen -más grande que un viejo LP, se diría que algo ostentoso para un autor como él- ni en las 200 páginas de citas que reúne sino en los centenares de fotografías y documentos que acompañan a esas citas. Y, sobre todo, en el hecho de que hayan sido recopiladas por Catherine Camus, la hija del escritor (con la colaboración de Marcelle Mahasela).
“Albert Camus no es un padre, pero mi padre es Albert Camus”, escribe Catherine en una introducción de dos folios que se leen con admiración y emoción y en la que recuerda aquella frase de su padre según la cual “nadie puede morir en paz si no ha hecho todo lo posible para que los otros vivan”. Sin ocultar, dice, ni las contradicciones ni las imperfecciones ha querido reunir todas esas imágenes para que sus hijos y nietos conocieran al Camus que no llegaron a conocer, alguien con el que los lectores de todo el mundo todavía hoy establecen, apunta con razón, una relación personal más que intelectual. Y para “recobrar la sonrisa, la vivacidad y la generosidad de aquel hombre despierto y entusiasta que me dejó vivir”.
Es cierto, tal vez sea un libro para fans. Poco importa: el resto de su obra está disponible desde hace años en edición de bolsillo, o sea, por cuatro perras.
Hay 2 Comentarios
Nunca estarán mejor invertidas esas "cuatro perras" que en la adquisición de esa obra maestra imperecedera de don Albert: "El hombre rebelde", tan lúcida, visionaria y, cómo no en Camus, profundamente humanista. Saludos cordiales.
Publicado por: MARIANO JUAN-R | 13/05/2012 18:57:31
Juega al mejor simulador político, económico, y militar; gratuito y por navegador web: http://xurl.es/n2yw0
Publicado por: aqqa104 | 09/05/2012 17:08:47