Ángel Crespo en el Campo de Agramante

Por: | 02 de abril de 2014

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JUEGO DE AZAR

No escribo una palabra en la que no

me juegue cuanto tengo y espero

querer tener. ¿Así

habláis vosotros, dioses?

¿O es sólo por placer

de serlo, por un alto

capricho que no puedo

compartir, por malicia

inocente o lascivia, por lo que

me hostigáis día y noche?

Pero no he de escribir

una sola palabra

en la que no me juegue vuestro amor

o, siendo vuestro, el odio.

Ángel Crespo, El bosque transparente (1983)

Extraña suerte la de Ángel Crespo (Ciudad Real, 1926-Barcelona, 1995), ese escritor plural al que muchos han leído como traductor de Pessoa, Dante o Guimaraes Rosa y al que casi nadie sabe dónde colocar como poeta. Aunque su obra está cumplidamente editada, nunca ha dejado de ser un excéntrico en un panorama demasiado sujeto a la ruleta de las generaciones. A la vez, nunca han faltado valedores de esa excentricidad. 

CampoEsa es la sensación que se desprende de la lectura de la última entrega de la revista Campo de Agramante, publicada por la Fundación Caballero Bonald, cuyo último número, el 19, está consagrado a Ángel Crespo. Hoy, miércoles 2, se presenta en el Círculo de Bellas Arte de Madrid durante un acto en el que participarán el propio Caballero Bonald, la escritora y traductora Pilar Gómez Bedate -viuda de Crespo-, Jaume Pont, Clara Janés y el director de la revista, Jesús Fernández Palacios.

El interés de Caballero Bonald por el autor de Todo está vivo, con el que compartió la dirección de la revista Poesía de España, no es nuevo. En las páginas que dedica en sus memorias a la generación de los 50, el escritor jerezano recuerda que "en términos estrictos", ese grupo poético estuvo integrado por Ángel González, Alfonso Costafreda, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Jesús López Pacheco, él mismo y el propio Crespo. A esa lista se añadirían "por meras razones tácticas de calidad", dice, los nombres de Claudio Rodríguez y Francisco Brines, que "no habían participado en las iniciales maniobras político-literarias de los -llamémoslos así- fundadores, pero que enriquecían a no dudarlo, la reputación poética global".

Caballero Bonald cuenta en esas mismas páginas que transmitió a Juan García Hortelano, coetáneo y antólogo del grupo de poetas, que excluyera de su selección a Ángel Crespo e incluyera a José María Valverde, "lo que suponía a todas luces una arbitrariedad o un dictamen injustificado". Según el autor de Entreguerras, Crespo fue quien primero "largo amarras" para abandonar el socialrealismo característico de aquellos años. "¿Cómo puede facilitarse un cambio de las circunstancias sociales con una técnica conformista?", se preguntaba el mismo Ángel Crespo en su poética para la celebérrima antología de la poesía social preparada por Leopoldo de Luis en 1965. "Se ha tenido en cuenta lo que se dice pero no la manera de expresarlo. Con ello, se ha empobrecido el lenguaje y, así, se ha producido esa crisis de la expresión que ha conducido a la no menos crisis de valores, que también padecemos".

A la síntesis entre realismo y simbolismo practicada por Crespo se refiere Caballero Bonal en el artículo que abre Campo de Agramante. Le siguen contribuciones de, entre otros, Antonio Colinas, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Janés, Pont, Gómez Bedate, José María Balcells y algunos fragmentos de 1983 del diario de Crespo, el año en que comenzó a traducir, como anota, el Libro del desasosiego.

Todos los que fue Crespo tienen su lugar en ese número: el poeta y el traductor, el crítico literario y el crítico de arte, el postista y el realista mágico, el esotérico y el culturalista, el que habla de los dioses clásicos y de la geografía. También el que habla de la propia poesía para decir, como en el poema, que nunca escribió una palabra en la que no se jugase todo cuanto tenía.

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En la imagen, Ángel Crespo y Pilar Gómez Bedate, su esposa, en Upsala (Suecia) en 1971.

Hay 2 Comentarios

Es "vuestro", Patricia. Disculpa el desconcierto de la errata.

En el útimo párrafo- o siendo vuesto- ¿Se trata de un error y el vuestro? o es una palabra que no conozco... Tengo algunos poemarios de Ángel Crespo y precisamente este poema no lo conozco. Por mi interés en las letras pequeñas me atrevo a escribirle. De antemano gracias.

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Letra Pequeña

Sobre el blog

Como dios y el diablo viven en los detalles, en la letra pequeña de los contratos están los matices. Este blog habla de literatura desde esa perspectiva. A pie de página. Sin gritar demasiado.

Sobre el autor

Javier Rodríguez Marcos

estudió filología, trabaja como periodista y es miope. Pero sigue leyendo. Forma parte del área de cultura del diario EL PAÍS y ha publicado media docena de libros, alguno incluso de poesía. De tener una teoría, podría resumirse en este viejo tuit de don Quijote: "Más vale un diente que un diamante".

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