Hemos visto pensar a un hombre

Por: | 02 de mayo de 2014

WagensPeticionImagenCAXUEMFZ

El martes pasado vimos pensar a un hombre. Fue a la misma hora en que tenía lugar en Baviera uno de los penúltimos partidos del siglo. El fútbol está bien, nadie lo duda, pero ver a un ser humano pensando es todo un espectáculo. Sucedió en la Residencia de Estudiantes de Madrid a las siete de la tarde hora peninsular española y el ser pensante responde al nombre (real) de Jorge Wagensberg. Sucedió durante el coloquio que inauguraba el ciclo dedicado a celebrar los 30 año de la colección “Metatemas” de la editorial Tusquets. Dirigida por el propio Wagensberg, se abrió en 1984 con un ensayo de título modesto: ¿Qué es la vida?. Hoy “Metatemas” cuenta con 130 títulos y 13 premios Nobel. El último de esos títulos (al cierre de esta edición) es El pensador intruso, obra del citado W., que el martes charló de arte, de belleza, de lo humano y de lo divino con el arquitecto Oscar Tusquets.

“La ciencia es capaz de comprender sin necesidad de intuir, el arte es capaz de intuir sin necesidad de comprender”, dijo Wagensberg en uno de esos aforismos que le brotan de forma elaboradamente espontánea –lleva años de estudio tener una intuición- y que luego, a veces, él pone por escrito. También dijo que la comprensión científica es "la mínima expresión de lo máximo compartido" y él es un ejemplo perfecto de claridad y profundidad, alguien capaz de responder que sí cuando le preguntan si el arte progresa. ¿Por qué? Porque progresa el lenguaje: “En ciencia los contenidos tiran del lenguaje mientras que en arte es el lenguaje el que tira de los contenidos”.

Seguir leyendo »

La mexicana que no ganó el Cervantes

Por: | 29 de abril de 2014

RosarioCasteY dijo Elena Poniatowska hace una semana en Alcalá de Henares al recibir el Premio Cervantes: “Los mexicanos que me han precedido son cuatro: Octavio Paz en 1981, Carlos Fuentes en 1987, Sergio Pitol en 2005 y José Emilio Pacheco en 2009. Rosario Castellanos y María Luisa Puga no tuvieron la misma suerte y las invoco así como a José Revueltas”.

Hablemos brevemente de Rosario Castellanos, que no pudo haber ganado el Cervantes porque murió en 1974, dos años antes de que se concediera el premio por primera vez (a Jorge Guillén). Murió en Tel Aviv el 7 de agosto –pronto hará cuatro décadas- y de la forma más tonta: quiso encender una lámpara al salir del baño con las manos mojadas y se electrocutó. Tenía 49 años. También le rindieron homenaje en el Palacio de Bellas Artes del D. F., como a García Márquez (que tampoco llegó a ganar el Cervantes, en su caso, porque no quiso).

RosarioCastellanosimagesCAD6VRJLRosario Castellanos fue poeta, novelista, ensayista, profesora, diplomática, hija de terratenientes (devolvió su herencia a los indios de Chiapas), madre de tres hijos (murieron dos), feminista, esposa, mujer divorciada... Fue todo eso y fue también desgraciada. Cosas de su matrimonio –“poligámico”, dijo, por la parte de él- con el filósofo Ricardo Guerra. De todo eso habla su obra. “Tuvo, desde su infancia, una conciencia clara de lo que significaba ser blanca frente a los indios y mujer frente a los hombres”. Lo dice la poeta Amalia Bautista en el prólogo que puso a Juegos de inteligencia, la maravillosa antología de Castellanos que preparó hace tres años para la editorial Renacimiento.

Mujer frente a los hombres significaba, entre otras cosas, que sus colegas intelectuales la mirasen por encima del hombro. Blanca frente a los indios significaba, por ejemplo, que de niña tenía una esclava (otra niña) de su propiedad. Literalmente.

Habría sido bonito que Rosario Castellanos viviera para recibir el Premio Cervantes. Nunca podremos leer su discurso, pero podemos imaginar el tono que hubiera tenido leyendo su autorretrato. Este:

 

AUTORRETRATO

Yo soy una señora: tratamiento

arduo de conseguir, en mi caso, y más útil

para alternar con los demás que un título

extendido a mi nombre en cualquier academia.

 

Así, pues, luzco mi trofeo y repito:

yo soy una señora. Gorda o flaca

según las posiciones de los astros,

los ciclos glandulares

y otros fenómenos que no comprendo.

 

Rubia, si elijo una peluca rubia.

O morena, según la alternativa.

(En realidad, mi pelo encanece, encanece.)

 

Soy más o menos fea. Eso depende mucho

de la mano que aplica el maquillaje.

Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo

-aunque no tanto como dice Weininger

que cambia la apariencia del genio-. Soy mediocre.

Lo cual, por una parte, me exime de enemigos

y, por la otra, me da la devoción

de algún admirador y la amistad

de esos hombres que hablan por teléfono

y envían largas cartas de felicitación.

Que beben lentamente whisky sobre las rocas

y charlan de política y de literatura.

 

Amigas… hmmm… a veces, raras veces

y en muy pequeñas dosis.

En general, rehuyo los espejos.

Me dirían lo de siempre: que me visto muy mal

y que hago el ridículo

cuando pretendo coquetear con alguien.

Seguir leyendo »

Ángel Guache, el hombre orquesta

Por: | 05 de abril de 2014

GuachePeticionImagenCAN5G18W


A la espera de su próxima reinvención, Ángel Guache es, al menos a esta hora del sábado 5 de abril, un músico que dejó la poesía lírica y un poeta humorístico que dejó la pintura. Por eso no tiene un rincón de trabajo sino tres. Y los tres llenos de libros, discos y cuadros. Lo más parecido a un estudio que hay en su casa madrileña en una mínima habitación en la que uno chocaría con las estanterías si pusiera los brazos en cruz. Con las paredes forradas de catálogos de arte —Imi Knoebel, Mark Rothko, Moholy-Nagy—, del suelo brotan estalagmitas de DVD en las que Simón del desierto convive con Placebo y los Sex Pistols. Colonizado casi todo el espacio, la silla del ordenador quedó impracticable “hace mucho” por otra montaña de papeles. Por eso Guache teclea sin sentarse cuando quiere verificar una fecha de su propia biografía: en qué año publicó en la editorial Trieste El viento en los árboles, el libro que lo consagró como poeta simbolista (fue en 1986), o cuándo inauguró con Piano, piano, ilustrado por César Fernández Arias, la colección infantil de la editorial Hiperión (en 1995).


Ángel Guache, que nació en Luanco (Asturias) en 1950 y vive en Madrid desde los 18 años, se estrenó como pintor “de adolescente” y aparcó los pinceles en 2003. Dos años antes, el Museo Reina Sofía le dedicó la muestra Poemas geométricos, que recogía cuadros de pequeño formato y espíritu constructivista cuya única salida parecía el blanco total. “Al final tenía la impresión”, cuenta, “de que un cuadro termina siendo, sobre todo, un objeto, y no quería ser un fabricante de objetos. Lo que me gusta de la música es que queda en el aire”. Aunque todavía hay un lienzo esperando en un caballete en el segundo de los rincones de Guache, su adiós a las artes plásticas tuvo lugar en 2004 con la exposición Se venden frases en la galería Espacio Líquido de Gijón. Aquella despedida dio lugar a un libro de eslóganes prologado por Javier Barón, jefe de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado, que colocaba al pintor cesante en la línea humorística de La Codorniz y El Roto.


“El futuro pasa por el embudo”, dice uno de aquellos eslóganes tipográficos, enmarcado y apoyado en la pared en el tercer rincón de trabajo del poliédrico Guache. Allí los sombreros se disputan la mesa con las Disertaciones por Arriano de Epicteto, tratados de arte clásico o discos de The Clash y Marilyn Manson. “Aquí trabajo”, dice de un lugar que cualquiera diría reservado para las visitas. Ambulantes o no, aquí tomaron cuerpo los versos que han dado lugar a Ruido cósmico (Huerga & Fierro), el libro de poemas que publica estos días, y Anarquía barbuda, un disco —“eléctrico cántico de insumisión”, lo llama— en el que el poeta ha añadido sus versos y su voz rota a la espídica guitarra de Marcelo Pull. No es la primera vez que Guache hace de letrista, pero sí su estreno como cantante: “Nadie se atrevió con estas letras porque decían que eran de cantautor. Será porque, además de caña y coña, tienen eso que llaman conciencia social. Pues sí, hay que arriesgarse a que digan que caes en el panfleto. En estos momentos de deterioro de los derechos sociales hay que dar testimonio de lo que está pasando”.

...........................

Texto publicado en la sección "El rincón" de Babelia, suplemento cultural de EL PAÍS, el 5 de abril de 2014. El autor de la fotografía de Ángel Guache es Bernardo Pérez.

Otros rincones:

Las manos vacías de Antonio Ferres.

Juan Carlos Mestre, el vigilante del fuego.

José Luis López Muñoz, un traductor a fuego lento.

 

Ángel Crespo en el Campo de Agramante

Por: | 02 de abril de 2014

CrespoÁngelPeticionImagenCAN5UOFR

JUEGO DE AZAR

No escribo una palabra en la que no

me juegue cuanto tengo y espero

querer tener. ¿Así

habláis vosotros, dioses?

¿O es sólo por placer

de serlo, por un alto

capricho que no puedo

compartir, por malicia

inocente o lascivia, por lo que

me hostigáis día y noche?

Pero no he de escribir

una sola palabra

en la que no me juegue vuestro amor

o, siendo vuestro, el odio.

Ángel Crespo, El bosque transparente (1983)

Extraña suerte la de Ángel Crespo (Ciudad Real, 1926-Barcelona, 1995), ese escritor plural al que muchos han leído como traductor de Pessoa, Dante o Guimaraes Rosa y al que casi nadie sabe dónde colocar como poeta. Aunque su obra está cumplidamente editada, nunca ha dejado de ser un excéntrico en un panorama demasiado sujeto a la ruleta de las generaciones. A la vez, nunca han faltado valedores de esa excentricidad. 

CampoEsa es la sensación que se desprende de la lectura de la última entrega de la revista Campo de Agramante, publicada por la Fundación Caballero Bonald, cuyo último número, el 19, está consagrado a Ángel Crespo. Hoy, miércoles 2, se presenta en el Círculo de Bellas Arte de Madrid durante un acto en el que participarán el propio Caballero Bonald, la escritora y traductora Pilar Gómez Bedate -viuda de Crespo-, Jaume Pont, Clara Janés y el director de la revista, Jesús Fernández Palacios.

El interés de Caballero Bonald por el autor de Todo está vivo, con el que compartió la dirección de la revista Poesía de España, no es nuevo. En las páginas que dedica en sus memorias a la generación de los 50, el escritor jerezano recuerda que "en términos estrictos", ese grupo poético estuvo integrado por Ángel González, Alfonso Costafreda, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Jesús López Pacheco, él mismo y el propio Crespo. A esa lista se añadirían "por meras razones tácticas de calidad", dice, los nombres de Claudio Rodríguez y Francisco Brines, que "no habían participado en las iniciales maniobras político-literarias de los -llamémoslos así- fundadores, pero que enriquecían a no dudarlo, la reputación poética global".

Seguir leyendo »

Mordzinski es un festival

Por: | 24 de marzo de 2014

Daniel Mordzinski es argentino y fotógrafo. Por lo primero vive en París. Por lo segundo, en un avión. Podría decirse que Mordinski es, adaptando el eslogan de este periódico, el fotógrafo global (en español). También podría decirse que Mordzinski es un festival, un festival literario.

DaniellibroComo en el chiste de japoneses: si hoy es lunes y tiene a Mordzinski al lado, está usted en un festival literario. Puede ser, como hoy mismo, la Bienal Vargas Llosa o, como hasta hace unas horas, el Salón del Libro de París, donde nuestro hombre ha presentado un libro dedicado a sus compatriotas argentinos. Puede ser el Festival de la Palabra de Puerto Rico o el Hay de Cartagena de Indias –los retratos que acompañan esta entrada pertenecen al último-, el Hay de Segovia o el Hay de Xalapa. Incluso el Hay de Hay (on-Way). Da la impresión de que a veces Daniel está en un festival y Mordzinski en otro.

Cuando un escritor llega a un encuentro de escritores, Mordinski ya está allí, y antes de que ese escritor sepa deletrear el apellido del fotógrafo, este ya lo ha metido en la bañera o en la cama o lo ha subido a una bicicleta, con ropa o sin ella, con un paraguas tapándole la cara o con una bombilla en la boca. Su autor las llama, con autoironía, fotinskis. Ni que decir tiene que hay autores que no pasarán a la historia de la literatura pero es posible que pasen, vía retratinski, a la de la fotografía.

 

 

 

Danielpiglia

Ricardo Piglia

Danieljuangabriel

Juan Gabriel Vásquez

Danielpreciado

Virginie Despentes y Beatriz Preciado

Seguir leyendo »

Día internacional de los poetas muertos

Por: | 21 de marzo de 2014

MutisPeticionImagen
Hoy es el día internacional de la poesía y no sé si eso es una buena o una mala noticia. Lo que sé es que en lo que va de curso ha muerto un montón de poetas antológicos en lengua castellana: Álvaro Mutis, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Juan Luis y Leopoldo María Panero, Fernando Ortiz, Félix Grande, Ana María Moix...

MutisLibroEsta tarde la Casa de América de Madrid rendirá homenaje a los tres primeros y si me disculpan la primera persona les diré que para mí pensar en Mutis es también un poco pensar en Ana María Moix. ¿Por qué? Porque ella dirigió muy a finales de los años 90 del, dicen, siglo pasado, una inolvidable colección de libros de poesía en formato CD, para entendernos, baratos, estupendos. Nunca se lo agradeceremos lo suficiente. Allí, entre Neruda, Lorca, Atxaga, Gamoneda o Bellesi estaba Álvaro Mutis, en una selección preparada por Enrique Turpin. En esa antología estaba la “Balada imprecatoria contra los listos” que puede leerse al final de esta nota. Si me permiten la primera persona, les diré que Ana María Moix y yo teníamos una amiga en común (yo la sigo teniendo) y que cuando esa amiga pasó por un momento nefasto en el trabajo, Ana Moix le envió ese poema fotocopiado, dentro de un sobre. Así se mandaban antes los poemas. Ahora se mandan por correo electrónico o se cuelgan en la entrada de un blog. El efecto es el mismo. Para que luego digan que la poesía es inútil.

NOTA. Esta misma jornada, otros años: 2013. Día infernal de la poesía. 2012. Malas noticias para la poesía

 

BALADA IMPRECATORIA CONTRA LOS LISTOS

Ahí pasan los listos.
Siempre de prisa, alertas, husmeando
la más leve oportunidad de poner a prueba
sus talentos, sus mañas,
su destreza al parecer sin límites.
Vienen, van, se reúnen, discuten, parten.
Sonrientes regresan con renovadas fuerzas.
Piensan que han logrado convencer,
tornan a sonreír, nos ponen las manos
sobre los hombros, nos protegen, nos halagan,
despliegan diligentes su abanico de promesas
y de nuevo se esfuman como vinieron,
con su aura de inocencia satisfecha
que los denuncia a leguas.
Jamás aceptarán que a nadie persuadieron.
Porque cruzan por la vida
sin haber visto nada,
sin dudas ni perplejidades.
Su misma certeza los aniquila.
Pero, a su vez, también sus víctimas
suelen olvidarlos, confundirlos en la memoria
con otros listos, sus hermanos,
tan semejantes, tan de prisa siempre,
tratando de ocultar a todas luces
el exiguo torbellino que los alienta
a guisa de corazón.
Todo cuidado, toda prudencia,
de nada valen con ellos,
ni vienen a cuento.
Su efímera empresa, al final,
ningún daño logra hacernos.
Los listos, os lo aseguro, son inofensivos.
Es más, cuando me pregunto
adónde irán los listos cuando mueren,
me viene la sospecha de si el limbo
no fue creado también para acogerlos,
sosegarlos y permitirles rumiar,
por una eternidad prescrita desde lo alto,
la fútil madeja de su inocua cuquería.
Ignoremos a los listos y dejémoslos
transitar al margen de nuestros asuntos
y de nuestra natural compasión
a mejores fines destinada.
De los listos no habla el Sermón de la Montaña.
Esta advertencia del Señor debería bastarnos.

Álvaro Mutis

................

En la imagen, reunión en la Residencia de Estudiantes de Madrid de los poetas Álvaro Mutis (Colombia), Emilio Adolfo Westphalen (Perú) , Francisco Matos Paoli (Puerto Rico), Olga Orozco (Argentina) y Gonzalo Rojas (Chile). Foto de 1991 de Gorka Lejarcegi

Panero en el acorde último de las flautas

Por: | 15 de marzo de 2014

PaneroMagánPeticionImagenCA20V1O0

Porque todos llevamos dentro un niño muerto, llorando,
que espera también esta mañana, esta tarde como siempre
festejar con los Otros, los invisibles, los lejanos
algún día por fin su cumpleaños.

Leopoldo María Panero, “Pavane pour un enfant défunt”. Narciso en el acorde último de las flautas.

Después de pasar –y de hacer pasar- por todos los infiernos posibles, es difícil que Leopoldo María Panero, fallecido hace ya una semana, se instale en el limbo de los escritores, ese lugar al que van a parar muchos autores jaleados de vivos pero ignorados de muertos. Aunque parezca lo contrario, en su caso la poesía tenía más fieles que el poeta y eso garantiza su pervivencia.

PaneroNarcisobig_28236_2_9788494066689El editor Antonio Huerga cuenta que colgó una nota en Facebook el día que murió porque en el tanatorio de Las Palmas solo había tres personas. Poco cabe añadir sobre esa soledad. Huerga cuenta también que en Las Palmas y México ya hay programados homenajes y que “las cosas se mueven” en Madrid. Entretanto, las cenizas del poeta esperan su destino final. Como albacea del autor de Locos, el editor tiene en mente promover una fundación que “mantenga vivo su legado” y ponga orden en la enorme cantidad de obra que ha dejado dispersa. (Hace unos días, de hecho, apareció en Canarias una caja llena de manuscritos. Nada extraño en alguien que firmó varios libros en colaboración con otros poetas). Es cierto que Fundación Leopoldo María Panero suena más bien surrealista -por no hablar del hipotético patronato de la hipotética Fundación LMP-, pero tal vez sea una forma de separar definitivamente la leyenda y la obra.

Huerga dice asimismo que adelantará a la primavera el libro inédito Rosa enferma. Entretanto, está listo para distribuirse la reedición de Last River Together mientras se prepara El último hombre. Los dos forman parte de la serie en la que Huerga y Fierro se ha propuesto editar la obra de Panero título a título (Visor tiene en su catálogo la poesía reunida). El último en ver la luz fue, hace unos meses, Narciso en el acorde último de las flautas. Ese libro es importante porque era el favorito de su autor y uno de los más celebrados de su obra. Se publicó en 1979, toma su título la adaptación de un verso de Trakl –“Narciso de flautas en acordes finales”- y contiene uno de los poemas antológicos de Leopoldo María Panero. Porque todos llevamos dentro un niño muerto, dice.

Seguir leyendo »

Antonio Gamoneda transfigurado por Juan Carlos Mestre

Por: | 05 de marzo de 2014

MestreDibujo 1

“Es la hora de un crepúsculo en día no señalado. La visión de las techumbres enrojecidas es inseparable del color tardío de la ciudad soñada. Mi vida se resuelve en la vida de la ciudad. Una herencia deslumbrada se entreteje con mis recuerdos; hay un poder comunal cuyos límites son bordes y fisuras de mis propios límites.

Crece la ciudad sobre los pastos invernales. Hacia los terraplenes del Torío, crece sobre las huellas del pastor. Los agrimensores alzan monedas cuyas leyendas fueron borradas por el óxido, tégulas abandonadas por las legiones de Galba, campanillas azules como las  venas  bajo  una  piel  amada.

Desde las carbonerías, la pobreza asciende a los edificios aptos para la proclamación del suicidio y los arroyos retroceden como las víboras ante el incendio. Es la pasión de las inmobiliarias. Como un monte, la melancolía crece en los pastos invernales”.(Antonio Gamoneda)

EL LUNES PASADO Juan Carlos Mestre, poeta y artista, leyó en Madrid este poema de Antonio Gamoneda. Lo hizo durante la presentación en el Centro de Arte Moderno de Madrid de Lapidario incompleto, un libro con 31 poemas de Gamoneda y 10 dibujos de Mestre publicado por el propio Centro en edición de 100 ejemplares.

Una versión de ese poema puede leerse en la tercera parte de Lápidas, publicado por la editorial Trieste en 1987. Fiel a su afán de reescritura, Gamoneda no ha dejado de volver a la mínima ocasión sobre sus textos. No es extraño que terminara por decir a Claudio Pérez Míguez, lo contó él mismo el lunes, que dejase de mandarle pruebas para cerrar por fin el nuevo Lapidario. De lo contrario todavía estaría reescribiéndolo.

Seguir leyendo »

Lo que debemos a Constantino Bértolo

Por: | 27 de febrero de 2014

Bertolo--644x362

El editor  Constantino Bértolo. Foto: Efe

Dicen que Constantino Bértolo –editor, crítico, ensayista y, hasta ahora, director literario del sello Caballo de Troya en Penguin Random House- se retira. También dicen que la biografía de un editor es su catálogo. Se trata, por supuesto, de una figura literaria, pero sirve para entendernos. Lo mismo que sacar de la estantería un libro editado por él y leer la lista que, en la solapa, reza “Últimos títulos publicados”.

Si el libro es, pongamos, Mediterráneos, de Rafael Chirbes (Debate, 1997), esa solapa dirá que entre lo que los lectores debemos a Constantino Bértolo hay libros de V. S. Naipaul (mucho antes de que le dieran el Nobel), W. G. Sebald (antes de que se popularizada la fórmula Sebald) o Rick Moody (antes de que nadie hablase de los nuevos narradores estadounidenses).

Seguir leyendo »

Jordi Évole, novelista

Por: | 24 de febrero de 2014

ÉvolesPeticionImagenCANBNS1S

Jordi Évole (izquierda) y Antonio Muñoz Molina en el Salvados del 22 de diciembre de 2013.

La literatura se ha pasado los últimos 200 años debatiendo los límites entre ficción y realidad. Parece que el periodismo va a pasarse debatiendo lo mismo los próximos 200. Mala noticia para el periodismo. Paradójicamente, el portador de la mala nueva ha sido el mismo que había traído una buena, muy buena: Jordi Évole. Domingo a domingo, el director de Salvados se había convertido en una mezcla sui generis de reportero de investigación y defensor del pueblo. Y lo había hecho aplicando eficazmente la estrategia de la mano de hierro en el guante de seda. En los antípodas de entrevistadores dedicados a discutir con sus entrevistados para terminar no sacándoles nada nuevo, Évole, sin levantar la voz, había conseguido que los poderosos del mundo, enfrentados a sus contradicciones, le llenasen el programa de titulares. Ya se tratase del caso Urdangarín, el accidente del metro de Valencia, las preferentes, las compañías  eléctricas o los paraísos fiscales.

Para entendernos, Évole era el que rascaba en la propaganda, el que desmontaba –los modernos lo llaman deconstruir- un anuncio sobre el recibo de la luz para mostrar su zona de sombra. Era, en fin, el que contaba la verdad. En tiempos en que existe la sospecha de que la justicia no es igual para todo, la labor de ciertos jueces y de ciertos periodistas es un depósito de esperanza para los menos iguales ante la ley. Eso ha sido lo que ha dado a Salvados una audiencia creciente y a su director, un crédito merecidísimo  –en moderno, credibilidad-.

Frente a la idea de que no existen los hechos sino las interpretaciones de los hechos –periodismo, historia, filosofía y literatura no serían más que relatos-, Salvados demostraba que los hechos existen por más que algunos se empeñen en ocultarlos. Seguía dando sentido a la vieja definición: noticia es aquello que alguien no quiere que se sepa. De ahí la desilusión que produce el paseo de Évole por el lado de las interpretaciones en el falso documental Operación Palace. Era el menos indicado para hacerlo. ¿Por qué? Por lo mismo que la prensa seria no debe publicar inocentadas el 28 de diciembre, porque buena parte de su crédito procede de no hacerlo. Como decía el poeta Auden, “la integridad del escritor se encuentra más amenazada por los llamados de su conciencia social y sus convicciones políticas o religiosas que por las demandas de su codicia. Moralmente confunde menos ser engañado por un vendedor ambulante que por un obispo”.

Seguir leyendo »

Letra Pequeña

Sobre el blog

Como dios y el diablo viven en los detalles, en la letra pequeña de los contratos están los matices. Este blog habla de literatura desde esa perspectiva. A pie de página. Sin gritar demasiado.

Sobre el autor

Javier Rodríguez Marcos

estudió filología, trabaja como periodista y es miope. Pero sigue leyendo. Forma parte del área de cultura del diario EL PAÍS y ha publicado media docena de libros, alguno incluso de poesía. De tener una teoría, podría resumirse en este viejo tuit de don Quijote: "Más vale un diente que un diamante".

Eskup

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal