Los periodistas vivimos pensando en el scoop, la noticia bomba sobre la que ironizó con tanta gracia Evelyn Waugh. Sin scoops, sin exclusivas, sin ese trallazo en primera página que deja paralizados a todos los colegas del oficio e interesa a todo el público el periodismo sería otra cosa. Fútbol sin goles, negocios sin beneficios, o amor sin sexo. No tendría interés alguno y los que sentimos de verdad el oficio lo abandonaríamos sin dilación.