No puedo dejar sin comentario uno de los acontecimientos de la pasada semana que han quedado relegados a segundo plano por una agenda internacional muy cargada. Desde el pasado lunes he escrito sobre la ampliación de la OTAN, la conversión de Magdi Allan al catolicismo, el boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín, el viaje de Bush a Europa y la nueva estrategia de defensa de Nicolas Sarkozy. Ha quedado en el tintero un extraño nombre, el de John Choo Yoo, que no puedo dejar pasar sin comentar, pues es el profesor de Derecho de Berkeley que ha realizado la proeza de justificar la legalización de la tortura en Estados Unidos, en un memorando escrito por encargo de la Casa Blanca en 2003. Sin el asesoramiento legal de Yoo, no se habría producido la catástrofe que fue Abu Ghraib para los derechos humanos y para la imagen de Estados Unidos en el mundo. El contenido de su memorando se conoció la pasada semana y puede accederse a él clicando aquí y aquí, en dos partes.