Obama hizo un buen discurso. Quiero decir que lo leyó muy bien. En los dos atriles transparentes que flanquean la tribuna de oradores corría el texto del teleprompter, que el presidente no se limitó a leer sino que interpretó con las dotes excelentes que ya había demostrado durante la campaña y también en estos casi 40 días de presidencia. El equipo de redactores había hecho una buena labor, como siempre basada en las ideas del presidente e incluso en su fraseo más espontáneo. Ésta es la mejor forma de construir discursos que puedan ser recitados como si salieran libremente. Ayer ya conté lo que me pareció más sustancial desde el punto de vista político. Hoy voy a recoger lo que quedó en el tintero de mis notas después de escribir la columna.