La fecha del pasado jueves 21 de mayo quedará marcada como un momento crucial en la presidencia de Barack Obama. Mucha tinta harán correr las palabras pronunciadas este día sobre la seguridad nacional, la tortura, la cárcel de Guantánamo y los valores más característicos de los Estados Unidos de América. Pero además de interpretaciones y comentarios, que ya los ha habido y muchos, habrá un antes y después para el presidente Obama tras el duelo retórico en el que se enfrentó con el ex vicepresidente Dick Cheney. Obama habló desde el edificio de los Archivos Nacionales, donde se guardan los ejemplares originales de la Declaración de Independencia, el Bill of Rights y la Constitución. Cheney desde el Wohlsetter Conference Center del think tank ultraconservador American Enterprise Institut. El lugar elegido es todo un símbolo de los valores que defendieron uno y otro: Obama los fundacionales surgidos del Siglo de las Luces y de la Revolución Americana, Cheney los de la Guerra fría, ejemplificados en la figura de quien da nombre a la sala de conferencias, Albert Wohlsetter, el intelectual y especialista en armamento y defensa que inspiró la figura del Doctor Strangelove, interpretada por Peter Sellers en el filme de Stanley Kubrick.