No se puede estar en la lista de quienes han llenado su boca con lamentaciones sobre la muerte de Orlando: también están en ella los asesinos.
Este blog se ocupa principalmente de temas internacionales, con especial referencia a Europa y a la política exterior española. Pero también a Estados Unidos, Oriente Próximo, China y todo cuanto venga a cuento de la conversación con los lectores. 'Del alfiler al elefante' es un homenaje a Manuel Vázquez Montalban.
Lluís Bassets es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.
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Un llibre que explica, qüestiona i contextualitza com s’ha esdevingut, setmana a setmana, el canvi radical que els darrers quatre anys ha sotragat Catalunya. Des d’abans de la sentència del Tribunal Constitucional, fins avui, quan l’independentisme és en primer pla del debat polític i social.
Crònica, anàlisi i atlas de les revoltes de la dignitat, que van conmocionar al món àrab durant 2011, amb referències i comentaris a tots els països on els joves van aixecar-se en protesta contra l'autoritarisme i les dictadures. Amb un nou epíleg per l'edició catalana.
Una reflexión sobre los últimos años de la industria de la prensa escrita, las dificultades para seguir haciendo periodismo de calidad y la indisoluble relación entre periodismo y democracia.
Balance, atlas político y análisis de las causas de las revueltas de 2011, que han derrocado a cuatro dictadores, encendido enfrentamientos civiles y provocado reformas y convulsiones políticas en la entera geografía árabe.
No se puede estar en la lista de quienes han llenado su boca con lamentaciones sobre la muerte de Orlando: también están en ella los asesinos.
Nada justificaría que quienes buscaron argumentos legales para perpetrar los crímenes fueran castigados si quienes ordenaron su ejecución y quienes los perpetraron no han sido castigados. Ésa es la conclusión práctica a la que ha llegado el Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos en relación con las torturas efectuadas contra sospechosos de terrorismo durante la presidencia de Bush por parte de agentes norteamericanos. Nadie ha perseguido ni perseguirá a los políticos que dieron la orden de buscar todos los resquicios legales posibles para practicar torturas sobre los detenidos, empezando por el ex presidente Bush y siguiendo con su vicepresidente, Dick Cheney, y su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. El actual presidente, Barack Obama, señaló acerca de estas escabrosas cuestiones, pocas semanas después de llegar a la Casa Blanca, que no pensaba mirar hacia el pasado.
Hillary Clinton ha descubierto la sopa de ajo: Irán marcha hacia la dictadura militar. Según la secretaria de Estado, el poder se está desplazando en detrimento de los ayatolás, empujados por la Guardia Revolucionaria, hasta el punto de que ha hecho un llamamiento a "los líderes religiosos y políticos para que recuperen la autoridad que deben ejercer en beneficio del pueblo". Todo suena bastante raro. Irán es una dictadura, en la que la disidencia se paga con la cárcel o la ejecución. Se convirtió, además, en una dictadura militar, sobre todo después de la larga guerra con Irak (1980-1988), que significó la promoción de una entera casta guerrera, convertida en la almendra decisiva en todos los órdenes de la sociedad jomeinista, en la misma línea en que lo han sido los partidos comunistas en los regímenes socialistas. ¿A qué viene entonces esta súbita denuncia del peligro de una dictadura donde no había ni más ni menos que una dictadura, militar por supuesto?
No trataba de analizar sus posiciones o acusaciones, la verdad o la falsedad de sus demandas, o incluso la naturaleza de las emociones a las que apelaba. Estaba juzgando una actuación e incluso puntuándola, utilizando la terminología familiar del periodismo político. Esta ha sido una característica de la cobertura política desde hace tanto tiempo que ya no produce extrañeza y nadie puede imaginar que se haga de otra forma. La estructura de las frases y de los artículos pone el acento exclusivamente en la táctica y en la actuación. Este tipo de prosa se degrada imperceptiblemente y con la misma facilidad que un insípido vaso de agua con gas. Los lectores interesados en la política beben litros cada día sin aumentar peso. Y estos periodistas están en lo más alto de este juego.
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