No está mal. Cinco crisis en los últimos tres años. La humorada todavía colaba hace unos años: Bélgica seguía funcionando perfectamente, mejor incluso, durante los largos períodos de Gobiernos interinos. Las crisis no eran tan malas porque a todas sobrevivían el país y los belgas. Pero ahora cada crisis pone mayor distancia entre las dos grandes comunidades lingüísticas, los valones francófonos, y los flamencos neerlandófonos, de forma que unos y otros van acomodándose, unos con euforia y otros con resignación, a la eventualidad de una partición del país.
Seguir leyendo »
No se puede ni siquiera empezar a pensar que se liquida una etapa entera de la historia de la destrucción bélica sin que se cuente ya con todos los ingredientes pare asegurar el futuro de las guerras. Barack Obama ha dado algunos pasos esenciales en una desescalada armamentística sin precedentes, centrada sobre todo en la reducción de los arsenales nucleares pero con la llamada opción cero en el horizonte: que significa llegar a una recta final en la que la última negociación por parte de todas las potencias nucleares sea poner sobre la mesa su total eliminación. El presidente de Estados Unidos ya ha dicho que no lo verá en vida suya, de forma que la caución temporal le permite sencillamente avanzar unos pequeños pasos que dejen trazado el camino y la dirección. Pero esto no lo va a hacer y no lo está haciendo sin poner en marcha, antes, la siguiente generación de artefactos destructivos que asegurarán la primacia norteamericana en un mundo sin armas nucleares.
Seguir leyendo »
La inmigración será una de las piedras de toque de las sociedades avanzadas en el siglo XXI. Las economías eficaces y las sociedades dinámicas serán las que sepan acoger e integrar a centenares de miles de personas de orígenes, religiones, culturas y lenguas distintas. No es una cuestión de buenas voluntades ni de buenismos, sino de necesidad. Las sociedades posindustriales, con pirámides de población envejecidas, necesitan ya ahora mismo mano de obra joven que ayude a marchar la economía y que aporte las cotizaciones sociales para garantizar el futuro de los sistemas de cobertura sanitaria y de pensiones. Para que funcione adecuadamente la integración de estas poblaciones y su conversión en ciudadanos con plenos derechos y deberes es evidente que se necesitan políticas inteligentes en la admisión de los inmigrantes y fuertes inversiones públicas en los sistemas de integración, que son sobre todo la educación, la sanidad y las infraestructuras urbanas, es decir, los transportes y la vivienda.
Seguir leyendo »
Lo último es Nick Clegg. Es difícil estar al día. En esta pasarela se ha llevado últimamente mucho de Merkel, todo de Obama, cada vez menos de Sarkozy y desde hace tiempo absolutamente nada de Zapatero. El impacto de Obama todavía sigue y perdurará. Pero en pocos días acaba de irrumpir un personaje que ha fascinado a los británicos, sobre todo a los jóvenes, y a todos cuantos siguen con atención las campañas electorales en todo el mundo. Su programa liberal demócrata está a la izquierda de los laboristas en numerosas cuestiones: derechos humanos, política exterior y de defensa e integración europea. Pero tiene la virtud de que recorta la imagen de juventud y de cambio que quería ofrecer el candidato conservador, David Cameron. Y lo más interesante es que quiere cambiar un sistema electoral mayoritario que históricamente está en el ADN del parlamentarismo británico.
Seguir leyendo »
Estamos en plena y agitada estación sísmica. Rugen las profundidades del entero planeta. Los terremotos de Haití, Chile y China, la erupción del Eyjafjalla y muchos otros fenómenos tectónicos de menor envergadura nos revelan que el globo azul se halla en efervescencia. Es tiempo, pues, para la geopolítica, el estudio de la vida de los países que proporciona mayor voz y protagonismo a la geografía, que es el que más se acerca al análisis tectónico. Como es bien sabido, hay quien quiere explicarlo todo por la economía, las ideas, las culturas o los caracteres nacionales. Quienes se dedican a la geopolítica, como es el caso de George Friedman, director de la compañía de consulting norteamericana Stratfor, lo explican por las características geográficas de los países. Su nivel de acierto puede ser muy discutible, pero siempre hay que tener en cuenta este tipo de opiniones que convierten a los territorios en los protagonistas de la historia casi de la misma manera que la historia romántica lo hacía con los reyes.
Seguir leyendo »
El fenómeno tiene una semana de vida. Hoy hace justamente siete días las elecciones británicas eran cosa de dos, como siempre. Todo en el sistema político y electoral conduce a la polarización y a la simplificación: la regla del voto mayoritario, las sesiones de preguntas al primer ministro e incluso la disposición de los escaños en Westminster. Pero esta vez ha llegado el elemento imprevisto, de la mano de una novedad absoluta como son los debates televisivos. David Cameron, el brioso candidato conservador que había conseguido distanciar al fatigado primer ministro Gordon Brown en los sondeos y cabalgaba feliz como el hombre del cambio, la juventud y los nuevos tiempos, accedió a compartir el plató con el candidato del partido liberal demócrata, Nick Clegg.
Seguir leyendo »
La vida nos examina a todos con mayor frecuencia de lo que esperamos y probablemente deseamos. Lo mismo sucede con la Unión Europea, que anda cosechando la temporada de calabazas más importante de su historia a cuenta de las nuevas dimensiones del mundo. Ha quedado descalificada como agente internacional global en las últimas ocasiones en que el gobierno del mundo se ha puesto a prueba entre quienes aspiraban a ejercerlo, y ahora, estos mismos días, se ha revelado también como absolutamente incapaz para gobernarse a sí misma, dentro de casa. Si no sirve para sentarse en la mesa global con los grandes, Estados Unidos, China, Rusia, Brasil e India, y tampoco sirve para mantener su casa en buen orden, deberemos preguntarnos en algún momento para qué diantre la hemos inventado.
Seguir leyendo »
Difícil papeleta la del Vaticano en esta nueva época de la globalización multipolar y tecnológica. Aguantó mejor la embestida de la modernidad con el anterior Pontífice Romano, el polaco Wojtila, que algo supo sintonizar con el espíritu de los tiempos. Pero parece abocado en cambio a un penoso naufragio con el bávaro Ratzinger –cinco años ya en el sede pontificia--, que combina la solidez intelectual de un catedrático de teología germánico con la torpeza diplomática y política de un pobre cura de provincias.
Seguir leyendo »
Islandia, 313.000 habitantes, algo más de 100.000 kilómetros cuadrados, plenamente independiente desde 1944, situada más cerca del continente euroasiático que de Norteamérica, ha sido siempre muy suya. Pero por dos veces, y con motivos tan dispares y sin relación alguna como el funcionamiento de sus bancos y el régimen de sus volcanes, los europeos hemos podido comprobar que pertenecemos al mismo club que los islandeses. Durante un largo tiempo a éstos no les ha interesado nuestra moneda ni nuestras instituciones políticas, conformándose, que no es poco, con la pertenencia a la OTAN y al espacio económico europeo. Pero de pronto, la quiebra de sus bancos y la erupción de uno de sus volcanes nos ha hecho sentirnos a unos y otros, islandeses y europeos, parte de un conjunto común. Los activos tóxicos y las cenizas volcánicas han unificado súbitamente sensaciones y sentimientos, han disuelto fronteras y obligado a concertar políticas financieras y de transportes.
Seguir leyendo »