Lluis Bassets

El pasado es un país extranjero

Por: | 01 de noviembre de 2010

La vida sin ETA. Euskadi en paz. Los concejales hasta ahora amenazados, libres para pasear, pedir el voto al vecino, acudir a las urnas. Los escoltas, en busca de nuevos trabajos. Los políticos, de nuevos temas para la disputa. Euskadi libre al fin, porque la primera libertad es vivir. Y la carga irrecuperable y sin remisión de la sangre, la muerte y el dolor, sometida a la lenta acción de las estaciones, la lluvia y el viento, el recuerdo y la desmemoria, quizás en algunos casos el arrepentimiento y el perdón.

No estamos todavía en eso. Pero algo atisbamos ya, por la apariencia de normalidad en anteriores treguas. Ahora, esa izquierda abertzale que nunca le ha fallado a ETA ha decidido terminar: la entrevista con Otegui publicada por EL PAÍS no ofrece lugar a dudas. Nadie sabe, sin embargo, hasta dónde alcanza ese adiós a las armas que la rama política de los etarras tanto desea y proclama; tampoco si los jefes militares están por la labor o hacen oídos sordos; ni siquiera si alguien tiene en sus manos la vara de mando que permita acabar de una vez, o si tal decisión produciría el desacato de una parte de los pistoleros que reemprenderían sus actuaciones para dinamitar el proceso de paz.

Hace bien el ministro del Interior al dejar bien sentadas las cosas. Nada debe hacer el Gobierno. Nada deben hacer los demócratas. Quienes deben moverse son los violentos y quienes les han proporcionado oxígeno y a veces más que oxígeno. Y sus movimientos deberán ser cautelosos para conseguir dos cosas a la vez: regresar a la vida civil, a la normalidad de su participación en las urnas y la democracia; y hacerlo arrastrando a todo su mundo, incluyendo a los más violentos, para que ningún fragmento se escape y prosiga su extorsión terrorista.

No hacer nada no quiere decir no mantener la atención ni bajar la vigilancia. No hay duda de que desde ETA y su entorno habrá quien intente sacar provecho del abandono de las armas, ya que no pueden seguir sacando provecho del mantenimiento de la lucha armada. En realidad, todo el mundo quiere sacar provecho político de todo en cualquier momento, y razón de más si se trata de la apertura de una era de paz. El PP teme que el PSOE quiera hacerse la foto. El PSOE, que quizás en algún momento quiso hacerse la foto, sabe que es mejor para sus propios intereses dejar que las cosas lleguen por sus propios pasos. Batasuna apuesta por una mayoría soberanista en el parlamento vasco. Pero el PP a su vez, o al menos parte de dicho partido, quisiera convertir el final de ETA en el final del independentismo vasco y, una vez ya puestos, de todos los independentismos.

Más mezquino imposible: exactamente lo contrario del consenso británico a propósito de Irlanda del Norte. ¿No bastará con condenar la violencia, como quiere la ley de Partidos? ¿Ni conseguir que ETA cierre la tienda, como queremos todos? Nos equivocaremos si entendemos que condenar la violencia significa arrepentirse del pasado. ETA no tardará en disolverse, pero el relato de ETA no desaparecerá: pretender que también se disuelva es impedir que quienes la han apoyado se expliquen a ellos mismos los cuentos que precisen para seguir viviendo y mirándose al espejo por la mañana. Y eso será la paz. Precede a la reconciliación, que también llegará, cuando a nadie le interesen ya los relatos porque el pasado se habrá convertido en un país extranjero.

Es verdad, alguien escribió que el pasado es un país extranjero donde todo es distinto. En Zaragoza, en los palacios de Sástago y de Montemuzo, podemos visitar estos días las exposiciones Tierra y Libertad y Libertarias en conmemoración del centenario de la fundación de la CNT, magníficas muestras sobre una historia de un país violento y conmovedor, pero irreconocible. Dentro de unos años, ojalá sean pocos, quizás visitaremos exposiciones de esta historia vasca de violencia y muerte con el mismo extrañamiento con que ahora conmemoramos los cien años del anarcosindicalismo y evocamos las vidas truculentas de aquellos “reyes de la pistola obrera”, que se proclamaban “los mejores terroristas de la clase trabajadora”.

Hay 4 Comentarios

el pasado es un país extranjero, es cierto para las nuevas generaciones que no conocen la profundidad de la cida cotidiana de los que armaron tanta guerra, es decire que ricordi la spalabras de una de las muejres que intervienen en la película de ellas ... muejres con sus crías que fueron arrebatando en la cárcel después... en la famosa psoguerra españolia donde era la guerra un arma en manos del movimiento nacional... los demás sin leyes, sin cartuchos, sin justicia... posguerra vaya!
esa mujer Gabilondo dijo que no conocía la historia cuando le ofrecieron rodar la película...
pues... eso es...
Ni la CNT ni la FAi ni... eran pistoleros contra un gobiernojusto y democrático

m esa película debe ser bella pero ... no es suficiente con eso... no debe confundirse los movimientos sociales que encarnan una sociedad contra el yugo real del hambre y además la palabra conpistoleros

belísima Federica Montseny!

el pasado es unpaís extraño estranjero cuando se explica tan mal la historia y creen que se levanta Lenin para matar o que Stalin firmó con HItler y ya está... ese es unv erdadero problema de la educación de su escuela españolam, m
ok!

ese adiós es un, como le paso a ETA política-militar, adiós!

ya los relatos porque el pasado se habrá convertido en un país extranjero.
como les ha pasado a la falange española que la destierran del proceso de acusar por querer desenterrar a los muertos

m
“los mejores terroristas de la clase trabajadora”.

la pistola obrera notenía tantos cartuchos como la pistola de los empresarios que les mataban enlas fábricas, no tenía tantos cartuchos como Primo de... m?
se procalaban, son titulares para decir que su fuerza también cotaba centrarlo es importante... en una época de cartuchos... m?
todos tenían pistolas

Bello homenaje de cien años de ... aquellos hombres que lucharon por la libertad
thanks, Federica Montseny
no se puede cmparar al movimiento obrero libertario histórico con ETA m?

Runaway @ 1:

"Sin el terrorismo de ETA, sin la crisis y el paro...¿Qué argumentos les queda entonces al PP contra el PSOE?"

Bueno, es que sin esas tres cosas, este seria un buen gobierno. Haz un esfuerzo e imagina como te sentirías si un gobierno del PP hubiese negado la crisis, negociado mal con ETA, producido 4m de parados, 1m de pymes arruinadas, embargos de pisos a desempleados, recorte de pensiones, alargamiento de la vida laboral, reforma laboral salvaje... etc.

Serías igual de comprensivo, me imagino. Dirías que el PSOE solo tendría a la crisis, el paro y ETA como argumento contra el PP.

No?

Cita:
La vida sin ETA. Euskadi en paz. Los concejales hasta ahora amenazados, libres para pasear, pedir el voto al vecino, acudir a las urnas. Los escoltas, en busca de nuevos trabajos. Los políticos, de nuevos temas para la disputa. Euskadi libre al fin, porque la primera libertad es vivir. Y la carga irrecuperable y sin remisión de la sangre, la muerte y el dolor, sometida a la lenta acción de las estaciones, la lluvia y el viento, el recuerdo y la desmemoria, quizás en algunos casos el arrepentimiento y el perdón"

Sin el terrorismo de ETA, sin la crisis y el paro...¿Qué argumentos les queda entonces al PP contra el PSOE?
Los extremos se tocan: ETA necesita al PP y el PP a ETA. Y Rajoy necesita la crisis y 4 o 5 millones de parados para subise a la poltrona. Todo lo demás son cuentos.

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es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.

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