Lluis Bassets

Victoria con sordina

Por: | 01 de septiembre de 2011

Tras los descalabros vendidos como victorias, llegan las victorias silenciosas. La actuación de la OTAN en Libia confirma un nuevo estilo de guerra o de intervención militar adoptado por Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama, un tipo de contienda en el que el protagonista, la mayor superpotencia militar, se mantiene discretamente en segundo plano, atendiendo más a los resultados y a la gestión política que a la publicidad de las victorias.

Así sucede con la guerra de los drones, esos aviones no tripulados, cada vez más imprescindibles para el espionaje y para los bombardeos y disparos de precisión, que está diezmando a Al Qaeda a mayor velocidad con que la organización terrorista intenta reproducirse. Es también el tipo de intervención diseñada para Irak y Afganistán, una vez retiradas las tropas directamente de combate, y utilizada en Yemen, con tareas de apoyo y entrenamiento de las tropas nacionales de cada país en su lucha contra la insurgencia de Al Qaeda.

Los resultados de estas intervenciones con sordina están ahí, en forma de dos éxitos iniciales en Libia: el primero, con la imposición de la zona de prohibición de vuelos que frenó la matanza que Gadafi preparaba en Bengasi; el segundo, con la caída del tirano, sin poner ni un solo soldado a combatir en tierra. Falta el tercero, quizás el más difícil y cuyo protagonismo corresponde entero a los libios, consistente en organizar y constituir la libertad después de haber conseguido la liberación.

La victoria libia manda un mensaje inequívoco al resto de países árabes. Para Túnez y Egipto, países en difícil transición, es un alivio contar con un vecino al fin en paz, que emprenda un camino paralelo después de desembarazarse de su propio tirano. Para Siria, significa situarse ahora en el foco de toda la atención: el siguiente en la lista. Para el resto, la seguridad de que el impulso revolucionario, debidamente acompañado por el apoyo internacional, sigue vivo e intenso: deberán tomar nota quienes albergan dudas sobre la necesidad perentoria de reformas y cambios.

El método de Obama en Libia es exactamente el contrario de Bush en Irak. La intervención aérea se ha producido a petición de los libios, cosa que no fue el caso en Irak. Los bombardeos y ataques, salvo contadas excepciones, han podido evitar las víctimas civiles. El derrocamiento del dictador ha sido obra de los propios libios. Nadie les va a decir cómo deben organizarse y construir su futuro.

Por eso no le han faltado las críticas de quienes deseaban una legitimación retrospectiva de aquella guerra ilegal, unilateral e injusta que dividió a la comunidad internacional y a Europa, al menos mediante el fracaso de esta guerra legal, multilateral y justa según los parámetros del derecho internacional y que ha contado con la cobertura de Naciones Unidas. Una vez derrocado Gadafi, estos críticos hacen ahora de aves de mal agüero con maldiciones sobre el futuro de Libia para que sea de caos y guerra civil.

Hay muchas razones para invertir aquel esquema nefasto de la Misión Cumplida, cuando apenas dos meses después de la invasión de Irak Bush exhibió imprudentemente sobre un portaviones una victoria que los hechos desmintieron cruelmente hasta el último día de su presidencia. Las victorias bélicas, reales o imaginarias, difícilmente hacen ganar elecciones, aunque su conducción insensata sí puede llevar a perderlas. Las elecciones se juegan hoy en la cancha de la economía y del empleo. No corresponde buscar rendimientos electorales a problemas de profundidad estratégica como es el cambio que se está produciendo en el mundo árabe.

Sin EE UU y su apabullante aunque silenciosa participación, la OTAN no se podría apuntar ahora esta victoria. Los aliados atlánticos no tienen por sí solos las capacidades, ni siquiera la munición, para soportar una campaña como la de Libia. Esta guerra, siendo un éxito para quienes apoyaron la intervención, exhibe las debilidades de Europa —y concretamente de una OTAN dividida y una UE inexistente—, que necesitaría más voluntad política, conciencia ciudadana y sobre todo presupuesto de defensa para poder actuar en crisis como la libia meramente como la potencia de ámbito regional que debería ser.

Obama ha prestado las alas de esa victoria a Sarkozy y Cameron, que han llevado el peso de la imagen y le van a sacar buen provecho político; sobre todo el francés, que tiene elecciones en 2012 y puede aparecer como vencedor en Libia después de ser perdedor en el Túnez de Ben Ali. En el pasivo político de esta guerra sobresale Alemania, país instalado en la disonancia europea en todos los campos: el euro, Libia y próximamente el reconocimiento de Palestina en Naciones Unidas.

Obama dirige desde atrás, pero Merkel frena desde delante. El primero, sin doctrina, está tejiendo una nueva doctrina. La segunda no quiere saber nada de lo que pasa en el mundo si no afecta estrictamente a la caja registradora de votos y de dinero.

Hay 19 Comentarios

SEÑOR PABLO NIK: gracias por su respuesta; dice muchas cosas usted sobre mí comentario, pero me abstendré de contestarle puntualmente, ya que creo sinceramente imposible el debate con alguien que cree que se puede engañar al mundo sobre si hubo aviones o misiles, y sobre si hubo explosiones o implosiones. También me resulta muy esotérico negar la evidencia de las armas químicas de Sadam Husein reflejadas en pleno rostro de kurdos y chiitas. Pero el colmo de su esoterismo es creer que la Comunidad Internacional apoya una supuesta 'EXTORCIÓN DE LOS SIONISTAS A LOS EE.UU.' Perdone usted, pero eso ya me supera!

Sé que corro el riesgo de ser catalogado de "pesado" -incluso inflexible o peór-, pero voy a insistir haciéndome eco de anteriores comentarios.
Apesar de lo diga Lluis, la verdad es que, Obama, la Merckel, Zarko, el bunga bunga, Putín -en ambos sentidos-, todos los políticos y organizaciones -habidas y por haber- están al servicio de un Poder en la sombra, que además tiene las espaldas bien guardadas, y és inalalcanzable por el simple hecho de que históricamente se estableció primero, convirtiendose así automáticamente en un monopolio y adquiriéndo una posición tal, que obliga a todos los demás a aceptar las reglas creadas para dirigir, convirtiendo con ello a los demás en algo secundario -por ello recuerdo haber mencionado la famosa historia de la carrera entre la liebre y la tortuga, que explicaba la importancia de aquella "nueva" dimensión que Einstein añadió a las 3 ya conocidas-. Como todos sabemos la tortuga - que debido a su notoria lentitud- empezó con una ventaja, y fué la de empezar algún tiempo antes... Y como éste pasa igual para todos, la liebre nunca pudo alcanzar a la tortuga...
Toda la información que necesitamos está allí, en la forma de millones de piezas de ese grandioso rompecabezas que es el mundo, algo que jamás podremos desvelar, por muchísimas razones, y he aquí otro ejemplo del significado de la importancia de ese extraño y fantástico factor que es el tiempo -y éso es un hecho, incluso si se dispusiera de equipos completos de científicos y otros profesionales de alta graduación. Naturalmente habría también que contar con medios para ello, y aún así, el tiempo sería otro escollo a superar.
Los nombres de políticos -y otra fauna depredadora- no cuentan en realidad, lo que sí tiene una importancia capital, es el esfuerzo -pagado muchas veces a un precio demasiado alto por aquellas personas que gracias a su ética a prueba de bomba, pusieron toda la carne en el asador. Éstos maravillosos seres humanos, son los que han cambiado el mundo, los que deben ser realzados, aquellos que nos dieron y dan esperanzas, que nos inspiran continuamente, y que nos guían en nuestro tortuoso peregrinar, en busca de esa escurridiza "felicidad", de ese indispensable bienestar, que un reducido grupo elitista niega a la mayoría - además con los pretextos y excusas más abyectas- ignorándo olimpicamente que se trata de seres humanos.
Su "victoria" es una bofetada en la mejilla de toda la humanidad. Un saludo.

¿No estamos viviendo el inicio de la Tercera Guerra Mundial?
A finales del siglo XIX y principios del pasado presenciamos la desaparición de reinos, imperios con la muerte violenta, a veces de los reyes y herederos. Luego el mundo occidental, en primer lugar, vivió la sacudida más demoledora como resultado a las dos guerras mundiales. También estas guerras pudieron evitarse o al menos pararlas antes de que se fuera tarde, pero aquellos políticos estuvieron entregados o actuaron para conseguir intereses para sus respectivas naciones sin importarles el daño infligido contra el otro.
Actualmente estamos viviendo algo similar. Las revueltas, algunas no dejan de ser guerras civiles a menor escala, consiguieron derrocar dictadores que parecían inmunes al aborrecimiento de su pueblo y muchos esperan en cola su fatal destino. Por supuesto no nos interesa dejar a estos pueblos actuar pacíficamente para conseguir su libertad anhelada desde décadas, su dignidad pisoteada y su bienestar con derecho a ello como cualquier otra nación en el otro hemisferio. Estas revueltas violentas darán la oportunidad a occidente, al viejo colonizador, a replantear sus objetivos e intereses trastocados, y a diseñar de nuevo el destino de estas revueltas. Los medios de información que harán caso a las directrices de sus amos y tergiversarán los nobles objetivos que se habrán conseguido para darle la vuelta a la tortilla; teñir estas revueltas como movimientos de radicales islámicos que odian a occidente, por lo que habría que enfrentarse a ellos incluso con guerra preventivas como las ensayadas hace poco. Por supuesto Israel se verá afectado y de forma muy amenazante al estar rodeado por regímenes radicales que habrían eliminado a sus mejores guardianes y “tesoros”, sus acuerdos bilaterales se revisarían y no a su favor. En definitiva, los israelíes de nuevo recurrirán al victimismo que sus padres sionistas supieron explotar después del holocausto y serán los mismo israelíes que oportunísimamente aprovecharán de las circunstancias para sacar su mejor tajada. Darán su golpe mortal en la batalla final y se adueñarán de todos los objetivos conseguidos por los demás.


Más que nueva doctrina, se parece a una reorientación. Acciones y objetivos diana, de quiénes tienen la capacidad de decidir y actuar. Limitado el escenario de juego domestico de Obama, el mantenimiento de la crisis interna y verlas venir, parece todo cuanto puede hacer por su país. Así, respetando el statu quo interno, que haga los experimentos en los otros escenarios en conflicto y en los que puedan surgir, trabajo tiene si quiere, siendo Novel de la Paz.

Sin duda, mucho puede hacer para promover reformas y cambios en todos estos países en transición y en otros, con dictaduras políticas, militares, religiosas y económicas, combinadas todas en un cóctel.

En cuanto a Merkel, aún está rumiando la incorporación de la ex RDA y pagando la abultada factura del derribo del muro de cemento. Las secuelas son muchas en la ex Alemania del este, pues el muro sigue en pie, tan sólido o más que el que había; desigualdades sociales, resurgimiento xenófobo, resurgimiento de grupos de extrema derecha e izquierda, abultado desempleo, (superior al de aquí), salarios inferiores al 40% y otras cuestiones no menores de carácter domestico que, posiblemente sea el impedimento, a prestar atención a los problemas Europeos y no digamos los lejanos en el resto del mundo.

Siguen sin cuadrar muchas cuestiones, en especial las esenciales. Las respuestas, cuando aparecen, caducan a velocidad de vértigo y las preguntas esenciales, no aparecen entre la inflación informativa, desconcertante y contradictoria. Este juego perverso con aparentes reglas de participación, se parece al guiso de muchos para unos pocos. La guerra a discreción sigue siendo el gran negocio, sin que apenas podamos ganar nada quienes participamos. De momento.

Efectivamente Joana no hay dos guerras iguales, ni dos fuentes informáticos que hablen igual sobre el mismo acontecimiento.
Bush y 30 otros países formando la coalición entraron en Afganistán para derribar un gobierno, de los Taliban, que rechazaron la entrega de Bin Laden, principal acusado del ataque contra EEUU, lo único que hemos visto, y todo el mundo fueron los dos aviones que explosionaron contra las dos torees del World Trade Center. El objeto que explosionó contra el Pentágono hay quien duda de su naturaleza, unos afirman que fue un avión y otro afirman ser un misil. El avión derribado en Pensilvania también tiene otro tanto de dudosa aventura. Fue derribado por un ataque de otro avión militar o se explosionó por dentro. Hasta el momento hay quien dude de las dos versiones.
Mientras la invasión de Irak, en contra de casi toda la Comunidad Internacional, fue preparada por alegaciones fabricadas por la Administración de Bush y por el aliado fiel de este, Blair de Londres, (o Beliar como algunos les gusta llamarle), a los que apoyó Australia y la presencia de la figurita de nuestro presidente Aznar, (Ansar). Estos fueron solamente los principales participantes contando el apoyo del voto de las Polinesias del Pacífico. Esas alegaciones fueron la conexión de Irak con Al Qaeda, la posesión de Armas de Destrucción Masiva. Ninguna fue comprobada, pero cínicamente presentada en el Consejo de Seguridad…
La cuestión de Palestina es otra descarada postura de la Comunidad Internacional consecuente con a la extorsión de los sionistas sobre la decisiones políticas en los Estados Unidos principalmente. Alemania no está ajena a tal extorsión. Hace 40 años, Israel y Alemania restablecieron relaciones diplomáticas después de dos décadas de hielo tras el Holocausto. El genocidio marcó la identidad nacional de ambos, así como sus relaciones bilaterales.
Ambas naciones enviaron a sus respectivos embajadores el 12 de mayo de 1965. Desde entonces han pasado 46 años, y de normalización no se puede hablar en lo absoluto. Muchos temas en Alemania sobre Israel son tabú.

Si del 'arte' de la guerra se habla desde hace milenios, por algo debe ser. No hay dos guerras iguales, como no hay dos obras de arte iguales. Los 'drones' son algo muy reciente, y en perfeccionamiento. No hay dos guerras iguales, pero antes de Irak, Bush en Afganistán hizo lo mismo que hoy hace Obama en Libia: apoyar desde el aire a los afganos de la 'Alianza del Norte' que combatían en el terreno. Y en Irak entró Bush con el paraguas de 17 Res. ONU que autorizaban al uso de 'todos' los medios contra las violaciones e incumplimientos de Sadam Husein con la ONU. Merkel defiende los intereses germanos, pero no está sola contra la pretensión unilateral de los palestinos, la acompañan EE.UU., Holanda, Italia, Chequia, y seguramente Francia e Inglaterra también se sumarán. En fin, las cosas no son tan simples.

Muy acertado este análisis,gracias.El siguiente objetivo es Siria...y recordando ciertas palabras del ex-presidente Aznar me temo que la lista podría ampliarse en un futuro.Si no recuerdo mal Aznar dijo algo así." no vale jugar a una cosa en Libia y la contraria en Cuba".¡Ahí queda eso!:Venezuela,Ecuador,Bolivia,Nicaragua....¿Para qué sirve a estas alturas el Derecho Internacional? ¿alguién lo sabe?.Y todo por mantener un sistema económico así como un modelo energético agonizante.No se quiere renunciar a ese modelo consumista.¡De locos!,y siguen civiles muriendo...
Saludos a todos

Qué duro es volver al trabajo, aunque más duro es volver y no encontrarlo, o haberte ido ya sin el. Cuánto trabajo hay y qué mal repartido. ¿O no? ¿Habrá trabajo para todos o deberemos ir acostumbrándonos al trabajo como un bien escaso? La libertad es el único bien que no debería escasear, aunque sea para pasar hambre. El hambre con libertad es menos.

La verdad a medias.
¿Cómo seleccionamos en Occidente a nuestros enemigos?
Occidente en general y los EEUU en particular habían aceptado hace poco la rehabilitación del terrorista Gaddafi. Blair hizo mucho a cambio de permitir a las empresas británicas invertir en suelo libio. EE UU lo aceptó a Gaddafi por llevar sus millones a los bancos norteamericanos. El dinero libio invertido en España es relativamente poco. Pero y a pesar de ello, Occidente se le mordió la conciencia y se ha movido para proteger a los libios. Esto es verdad en parte. El dinero de Gaddafi suma más de 200.000 millones de dólares en los bancos occidentales y retenerlo es una buena inversión.
En siria la matanza de los civiles cosechó la vida de más de dos mil víctimas en más de cuatro meses. En Yemen el curso de la guerra va paralelo al de libia y no hemos visto a las fuerzas de la OTAN interesarse por estas muertes. En Bahréin se dio la espalda a las revueltas pacíficas. Incluso el reino bahreiní prefirió cambiar la faz de la Plaza de la Perla, (o la de Tahrir) para evitar más congregaciones populares. No hablemos de los demás regímenes árabes del golfo y de Arabia Saudita. Y las atrocidades cometidas en Palestina, sí Palestina tierra de lucha olvidada desde hace más de seis décadas. Sólo oímos condenas y llamadas a los respectivos gobiernos para contenerse y acelerar las reformas. ¿Cuándo veremos los liberadores de Trípoli socorrer a ciudadanos de las otras capitales árabes? ¿Hasta cuándo los “amigos” tiranos líderes árabes estarán en el poder?
Occidente fue sorprendido por las revueltas en Túnez y Egipto. No puede permitir perder su feudo en la región. Está aprovechando la oportunidad para limpiar su reputación tras los desastres cometidos en Afganistán e Irak. Aquí, ha caído el estandarte de la falsa democracia prometida y el de la protección de los derechos humanos tras la vil destrucción de las ciudades iraquíes y la amnistía consentida a los soldados de la OTAN. Más de un millón de muerte entre civiles. Un cuarto de millón de nacimientos con deformidades causadas por las armas de uranio empobrecido. No nos engañemos, lo que mueve a occidente son los intereses en la región. Curiosamente hoy se anuncia que el daño causado por la revolución árabe asciende a 2.4 billones de dólares. La materia del reparo la exportará principalmente Occidente. Esto puede que ayude a levantar su economía.
La primavera árabe durará muchos años. La historia es cíclica. Occidente volverá a cometer los mismos fallos de antaño o hacernos deslumbrar por sus principios que vela para que prevalezcan entre sus pueblos, pero los demás pueblos no olvidarán ni renunciarán a sus derechos y libertades.

¿O es que en cuestiones económicas todos están cortados y recortados por el mismo patrón? ¿Hay margen para otra solución? ¿Tanto puede ese patrón que son los mercados que no admiten otra salida? Quizá la enseñanza de Libia es que sean los pueblos avasallados los primeros en dar un paso al frente y luego pedir ayuda. Pero claro, en un contexto como el de la crisis económica, y tras el salto de indignación ante los mercados, a quién pides ayuda que no esté sometido a los mercados. Los libios pidieron ayuda a Occidente para desembarazarse del dictador, pero a quién pide ayuda una ciudadanía harta de unos mercados que marcan su vida con la complicidad de los políticos en quienes podría confiar para combatir a aquellos. Nada, que nos hace falta un ayudante que no existe todavía.

Obama ha demostrado que otra forma de hacer la guerra es posible. Que la democracia con sangre no entra, salvo que la democracia haya sido interiorizada previamente por aquellos a quienes se libera tras solicitar ayuda a quien puede ayudarle. Dos formas de intervenir bélicamente en países terceros: una por la tremenda y sin anestesia, otra sin insistencia y por medio de invitación. Y llegados a este punto, y ya pensando en la crisis económica, ¿habrá dos modos de salir de ésta o sólo una? Y si hay dos salidas y ahora nos encontramos en la versión mercantil equivalente a la primera de las versiones bélicas, y que tan mal resultado dio.

No cantemos victoria todavía, con tanto indígena en posesión de AKA 47 esa libia se queda como un polvorín. Tengo entendido que fueron tres mujeres las consejeras que iluminaron la decisión final de Obama y que le tomo seis días al hombre para dar luz verde: Power, Clinton y Rice son las verdaderas responsables de que Libia cristalizara su golpe de estado contra el tirano. Además la doctrina de Bush sigue en pie, Obama no ha cambiado ni una coma puesto que las guerras secretas de Obama siguen arrojando bombas en Yemen y puede intervenir donde se requiera. Me parece que Bush arrojó la piedra y todos le vieron la mano, en cambio Mr. Obama arroja la piedra y la esconde; pues bien, esa misma política ha terminado secando el pozo de la vieja Europa, de la OTAN y la inexistencia de la UE. Si duda, tiene razón Lluis cuando dice que sin los USA nada se hubiera concretado en Libia, esperemos que con el próximo presidente americano el caos planetario se reorganice de una buena vez y América del norte sigua siendo una nación fuerte para que pueda defender nuestros intereses europeos. Bendita sea la ingenuidad de los gringos porque aquí en España con tanto parado y bocas que alimentar no vemos ni una….

Poco importa el color del gato mientras cace ratones - Deng Xiaoping.


Por cierto, lo de Libia ha demostrado que si Europa quiere ser algo en su área regional, no tendrá más remedio que tener una Euroforce autónoma y con recursos con un mando único y no sujeto a diversos gobiernos. Eso va a doler.

Os guste o no.

Bienvenido de vuelta sr. Bassets, le estábamos extrañándo.
O séa, resumiendo: El pasado enfrenta al futuro, y no tiene la menor intención de rendirse.
Aciagos días le esperan al mundo. Un saludo.

GLOBALIZACIÓN CON LA MANIPULACIÓN DE MENTIRAS, VERDADES Y MEDIAS VERDADES - Usted tiene razón - pero en la guerra de turno de Bush el también medio uso a AZNAR como idiota útil, tal como OBAMA esta usando a Sarkozy, se aprovecha del síndrome del petizo de ambos, me siento super impotente, y me pregunto: ¿EXISTE DICTADOR BUENO? -

del ultimo parrafo diria ? tanto ? ni la una frena ni el otro teje
En fin la iremos viendo

Por lo demás, con Merkel es que nos ha tocado el Gordo. O la Gorda, más bien.

Una lista de Schindler pero en negativo: quienes figuran en ella caerán de todas todas.

La invitación por la Liga Árabe a que participara activamente la OTAN para proteger a los civiles libios fue decisiva. A Amr Mousa, hasta entonces presidente de la Liga, se le escapó aclarar las condiciones de esta participación. Expresó claramente su desacuerdo, tardíamente, cuando no tenía valor su protesta, en ver víctimas del bando del dictador. Al fin y al cabo eran ciudadanos árabes a quien, supuestamente, debió defender. Lamentablemente hasta el día de hoy siguen las bajas de civiles leales al Gaddafi y que veremos más a parir del sábado. La guerra no ha terminado aún. Se presenta la disputa de repartirse el botín. Sesenta países se reúnen en Paris para analizar la situación de Libia postgaddafi. La verdaderas intenciones se han acordado meses atrás.

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es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.

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