El gallinero ha tenido como guardián, durante casi dos décadas, a la señora zorra, astuta y golosa bestezuela irreprimiblemente atraída por gallinas, polluelos y huevos frescos. Es cierto que ha sido elegida para su honorable cargo por la entera granja, en democrática votación en la que han participado, encantados de su destino, todos los animales, incluidas las aves de corral. Es inacabable la cuenta de sus destrozos en su largo paso por uno de los más esplendorosos corrales de la comarca. Ahora que la hemos echado y se larga con el rabo entre las piernas, para encontrarse quizás con el castigo que merecen su glotonería, sus engaños y su mendacidad, habrá que repararlos y recuperar la vida próspera y ordenada que tuvo un día este gallinero maravilloso.
La corrupción, la evasión fiscal, la fuga de capitales, el fraude societario, el soborno, y muchas más figuras del delito forman el repertorio de los obstáculos que va eludiendo mediante la acción de ejércitos de abogados, auxiliados por los parlamentarios y el propio Gobierno, para conseguir prescripciones, anular procedimientos, enmudecer testigos, comprar jueces o aprobar legislaciones ad hoc que actúen como un escudo de impunidad. Lo único que termina dando sentido a su acción de gobierno es el mantenimiento de la mayoría que le garantiza aprobar la legislación salvadora, en detrimento de la división de poderes, el Estado de derecho y la honorabilidad de la propia República.
Un país que permite a su primera fortuna hacerse con todo el poder mediático y político acepta el riesgo de precipitarse hacia la dictadura, y solo supera los desperfectos que provoca tal conflicto de intereses si tiene, como es el caso, una sociedad civil fuerte y unas instituciones sólidas. Así ha sido. Al final ha recibido el castigo que merece quien se confía demasiado. Esa zorra vieja y decrépita estaba tan feliz y contenta de su poder imperial que necesitaba exhibir la fuerza erótica que sin duda alguna empezaba a faltarle, de ahí que sus últimos delitos fueran la corrupción de menores y el proxenetismo. Los suyos empezaron a abandonarle. Las instituciones europeas e italianas han ido a por ella. Los mercaderes de la comarca han hecho el resto.
Hay 6 Comentarios
Posiblemente la zorra ha dejado el gallinero, pero los nuevos cuidadores no me merecen más respeto, tras la mascara de técnicos llegan al gallinero dos buenos socios del sr. Rockfeller, para el que no lo conozca Wikipedia dixit, no han ganado nada en absoluto, la economia del licenciado Cabra está a punto de empezar.
Publicado por: Héctor Pradell | 15/11/2011 17:26:27
La Zorra no solo se ha ido en Italia, aquí en España ,la zorra con cara de ingenua también se ha ido a descansar ,y a reponerse, contando con el módico retiro de 150 mil Euros anuales.Pobre zorra, que estrecheces va a pasar y lo sola que se va a sentir sin sus gallinas a su alrededor.
Publicado por: andres lezcano zamora | 15/11/2011 4:06:07
Y nuestra prima, la deuda, sin bajar. Ni que se vaya la zorra ni que se vaya Rita la cantaora, estamos vendidos. O mejor, comprados. Y no será, pregunto, que a fuerza de ceder y ceder, cada vez nos debilitamos más, somos más vulnerables y generamos cada vez menos confianza, de ahí que aprovechen los especuladores toda esta conjunción de percepciones para seguir exprimiéndonos? Pensemos en alguien cercano que nos debe dinero y que cada vez se muestra más dispuesto a cualquier cosa con tal de que le aflojemos el lazo del plazo. Al final, tanta entrega desesperada haría que nos sintiéramos, más que seguros, preocupados por nuestro crédito. ¿No nos convendría dar un puñetazo en la mesa de una s... vez, y decir, 'hasta aquí has llegado, soldado, digo, mercado? Cobrarás cuando tengas que cobrar y santas pascuas. Qué bonito es soñar con fines de películas de las de antes, cuando siempre se impone la justicia y siempre ganan los buenos, en el supuesto de que hoy nosotros lo seamos, que esa es otra.
Publicado por: Ciro2 | 15/11/2011 0:15:59
Un matiz, creo que importante, acerca de esta analogía zoológica.
Está en la naturaleza de la zorra merodear el gallinero para encontrar un agujero por el que colarse y esquilmarlo. Lo que es del todo contra natura es que sean las gallinas las que abran la puerta a la zorra. Conozco gallinas de buena pechuga y brillantes plumas que creyeron beneficiarse con la jugada. Y no hay que olvidar que las gallinas en momentos de gran excitación también son carnivoras y sanguinarias.
Si hay alguna duda al respecto observar como aquí mismo millones de gallinas están empujando la puerta animadas por una algarabía de cánticos heterogéneos. Si a alguna se le preguntase por la razón respondería, estadisticamente, que oyó que había que ventilar.
Sí, seguramente llegaran nuevos aires, pero con cierto tufillo a zorra.
Publicado por: Don Perplejo | 14/11/2011 18:11:13
Sí, ¿pero volverá? Como dice Saviano hoy en su tribuna en EL PAIS, seguramente se repliega pero no abandona, esperando volver al abordaje para el caso de que la situación empeore. Suele ocurrir que los que salen, por la causa que fuera, y si son de la naturaleza de Berlusconi, solo esperan que al que entra le vaya mal para reivindicar su gestión pasada, aunque ésta hubiera sido un desastre. Espero que lo malo nunca haga bueno lo peor.
Publicado por: Ciro | 14/11/2011 10:59:24
La Zorra,se larga,presionada por las Garduñas que le ayudaron a esquilmar el gallinero.Y ahora ellas mismas eligen a un Hurón para que ataque la conejera.
Publicado por: Angel Viñayo | 14/11/2011 10:55:21