Ferran Adrià piensa que no estábamos tan mal desde al guerra civil. Se lo dice a Agustí Fancelli en una entrevista sobre la nueva vida del chef desde que dejó El Bulli, hace un año. Adrià no se va de vacaciones porque dice que si las hiciera no se sentiría a gusto consigo mismo precisamente por lo mal que están las cosas.
Adrià es un caso muy raro. En este país casi todos se han ido de vacaciones, sin importarles un rábano la prima de riesgo, el rescate o los impagos del gobierno catalán. Muchos de los que profesionalmente se dedican a decir cosas enormes, los tertulianos por ejemplo, ya se han ido hace muchos días. Los más viejos del lugar recuerdan lo que les contaban sus madres: también en julio de 1936 la gente del Ensanche y del barrio de Salamanca se habían ido de vacaciones.