Lluis Bassets

Sobre el autor

es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.

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Mis libros

Cinc minuts abans de decidir

Cinc minuts abans de decidir

Enmig del vendaval independentista

Un llibre que explica, qüestiona i contextualitza com s’ha esdevingut, setmana a setmana, el canvi radical que els darrers quatre anys ha sotragat Catalunya. Des d’abans de la sentència del Tribunal Constitucional, fins avui, quan l’independentisme és en primer pla del debat polític i social.

L'any de la revolució

L'any de la revolució

Com els àrabs estan enderrocant els seus tirans

Crònica, anàlisi i atlas de les revoltes de la dignitat, que van conmocionar al món àrab durant 2011, amb referències i comentaris a tots els països on els joves van aixecar-se en protesta contra l'autoritarisme i les dictadures. Amb un nou epíleg per l'edició catalana.

El último que apague la luz

El último que apague la luz

Sobre la extinción del periodismo

Una reflexión sobre los últimos años de la industria de la prensa escrita, las dificultades para seguir haciendo periodismo de calidad y la indisoluble relación entre periodismo y democracia.

El año de la Revolución

El año de la Revolución

Cómo los árabes están derrocando a sus tiranos

Balance, atlas político y análisis de las causas de las revueltas de 2011, que han derrocado a cuatro dictadores, encendido enfrentamientos civiles y provocado reformas y convulsiones políticas en la entera geografía árabe.

¿AUN PODEMOS ENTENDERNOS?

¿Aun podemos entendernos?

Conversaciones sobre Cataluña, España y Europa
REIVINDICACION DE LA POLÍTICA

Reivindicación de la política

Veinte años de relaciones internacionales
La oca del señor Bush

La oca del señor Bush

Como la Casa Blanca ha destruido el orden internacional

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Túnez es la solución

Por: | 30 de octubre de 2014

Túnez era la solución en 2011 y sigue siendo la solución en 2014. La salida tunecina de la dictadura fue la solución entonces admirada e incluso emulada en aquel año de las revoluciones árabes y ahora, casi cuatro años más tarde, de nuevo la construcción tunecina de la democracia parlamentaria y pluralista sigue ofreciéndose como solución ante el fiasco generalizado del islamismo político cuando ha alcanzado el poder y ante la cosecha de horror, violencia y caos en que han derivado todas las otras transiciones árabes entonces iniciadas.

Las elecciones legislativas del pasado domingo, primeras que se celebran con la regla de juego de la nueva Constitución laica recién estrenada y segunda alternancia en el poder desde la caída del dictador, han arrojado un paisaje parlamentario polarizado entre las dos formaciones de mayor peso, la laica Nida Túnez o Llamamiento por Túnez y la islamista Ennahda, pero a la vez tan fragmentado y sin mayorías suficientes como para obligar a todos a un esfuerzo de consenso.

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La esperanza tunecina

Por: | 26 de octubre de 2014

Si todavía queda esperanza, es Túnez quien la mantiene. La primavera árabe de 2011 es ahora el gélido y sangriento invierno del califato. La dictadura militar ha regresado a Egipto. No hay nada parecido a unas estructuras estatales en Libia, donde imperan unas guerrillas tribales enfrentadas. La guerra civil siria se ha extendido a Irak, donde el Estado Islámico aterroriza al mundo con sus decapitaciones y amenaza la estabilidad de la región entera. Y a pesar de todo, Túnez sigue en su transición democrática y ahora celebra este domingo sus primeras elecciones legislativas bajo la nueva Constitución, la más laica y liberal de la región, mientras también prepara, ya para noviembre, las primeras presidenciales del nuevo régimen democrático. Muchos son los factores que explican el éxito tunecino. No hay divisiones sectarias ni religiosas como en casi todos los países de Oriente Próximo desde Egipto hasta Irak. Tampoco hay una tradición de gobierno militar, puesto que la dictadura de Ben Ali era policial. Su partido islamista, Ennahda, es más moderado y flexible que los Hermanos Musulmanes egipcios, hasta el punto de que ha gobernado ya, ha sabido dejar el gobierno y ha favorecido el consenso constitucional. No tiene gas ni petróleo como sus dos vecinos, origen y objeto de disputas e incluso de guerras en toda la zona. Pero la causa central de la excepción tunecina es que tiene una sociedad civil vibrante y unas clases medias educadas y europeizadas.

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Literatura sin dinero

Por: | 25 de octubre de 2014

La historia, incluso la económica, es también literaria. Las novelas, además de llevarnos a vivir de forma vicaria en épocas, paisajes y vidas distintas, pueden servir también para explicarnos cuestiones tan prosaicas como la evolución de los precios o para cuantificar las desigualdades sociales. Digo bien cuantificar, aunque digo mal al decir que sirven, más bien debería decir que han servido y ya no sirven.

Esta es la clave literaria de la obra de moda del economista de moda, El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty: su autor sustenta sus tesis sobre el regreso de la sociedad patrimonial y el crecimiento de las desigualdades en las cuentas que hacen Balzac, Jane Austen e incluso Henry James en sus novelas respecto al rendimiento de los patrimonios de sus personajes; pero a la vez nos señala cómo a partir de la Primera Guerra Mundial, con la aparición de la inflación y la desaparición del patrón oro, también se produce una desconexión de la literatura y más concretamente de la novela respecto al dinero y a los patrimonios de los personajes novelescos y sus familias.

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Jurisdicciones especiales

Por: | 23 de octubre de 2014

China también quiere tener su Estado de derecho, su rule of law en la expresión clásica en inglés. Si tiene una economía de mercado y multimillonarios, posee empresas en todo el mundo y lidera la nueva carrera del espacio, es el primer país exportador y la segunda economía del planeta, ¿qué razón podría existir para que no tuviera algo parecido a un Estado de derecho?

Hay razones objetivas para que el Partido Comunista Chino se preocupe por el funcionamiento de la justicia en el preciso momento en que crecen las protestas sociales, se extiende la corrupción entre los dirigentes y la economía empieza a desacelerarse. Hoy se conocerán las medidas acordadas por el Comité Central, reunido desde el lunes con la idea del Estado de derecho como punto crucial de su orden del día.

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La guerra de la energía

Por: | 18 de octubre de 2014

Hay muchas formas de librar la guerra. No siempre hacen falta los tiros. Una decisión sobre los precios del gas o del petróleo o una restricción en los suministros basta a veces para producir efectos de mayor eficacia que un bombardeo o una invasión.

Muchas guerras se han librado por la energía, y más concretamente por el petróleo. La primera guerra del Golfo, emprendida con todas las de la ley por Bush padre en 1990, fue para evitar que Sadam Husein se convirtiera con la anexión de Kuwait en el primer productor de petróleo del mundo. Pero hay otras guerras, como la de Ucrania, que se libran bajo la amenaza de la energía: si llegamos al invierno con la penosa tregua sangrienta que hay ahora en Donestk y Lugansk podemos ver cortes del suministro de gas que van a afectar al conjunto de Europa.

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Kobane, ciudad mártir

Por: | 16 de octubre de 2014

Kobane nos proporciona la foto de un mito trágico, el de la ciudad mártir sacrificada y traicionada ante la indiferencia internacional. Las imágenes están tomadas desde unos altozanos en el lado turco de la línea fronteriza. En primer plano hay una hilera de blindados del ejército turco con sus cañones orientados hacia Siria, y en el fondo, la ciudad entera. Apenas se distingue el campo de minas de una milla de ancho que recorre la raya por el lado turco. Los turcos de la región fronteriza con Siria pueden ver desde estas colinas los bombardeos y enfrentamientos entre los combatientes del Estado Islámico con sus banderas negras y los milicianos kurdos de las Unidades de Protección del Pueblo.

Antes de la guerra, Kobane tenía 45.000 habitantes, kurdos casi todos. La superioridad militar de los guerreros del califato islamista es absoluta, mermada solo por la limitada capacidad de acierto de los bombardeos aéreos de la coalición organizada por Washington junto a cinco países árabes. Sin una intervención terrestre, que Estados Unidos no quiere hacer, y mucho menos en Siria, la ciudad y toda la región fronteriza que la circunda estarán pronto en manos del Estado Islámico. Solo Turquía, único país musulmán de la OTAN, podría frenar el avance de los terroristas califales, pero su Ejército prefiere retenerse a la espera de una derrota kurda a obtener una victoria rápida y la huida de los islamistas.

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Un partido para el presidente

Por: | 13 de octubre de 2014

No estamos en guerra, pero como en la guerra la verdad es la primera víctima de nuestra contienda política. Mentir y ocultar, siempre que sea por los más altos intereses patrióticos, está bien visto y recibe el aplauso de la concurrencia. Lo hacen nuestros dirigentes abiertamente, con la explicación de que no quieren dar pistas al enemigo. No estamos en guerra pero lo parece, y en la guerra como en la guerra: todo vale, incluso sacrificar la obligación de transparencia hacia los ciudadanos en favor de la esperanza, aunque sea muy tenue, en una segura e inevitable victoria.

La verdad es sencilla y conocida por todos, pero ahora está embargada. No habrá consulta el 9 de noviembre. Lo saben los convocantes, lo saben los que se sienten convocados y lo saben los que no se sienten convocados en absoluto. Lo sabe el presidente y su gobierno y lo saben los partidos del pacto por el derecho a decidir; pero nadie se atreve a decirlo, porque al primero que hable le caerá encima todo el peso de la descalificación patriótica. El embargo es del Gobierno, claro está, pero lo es también de los partidos de la consulta. El primero que hable se sale de la foto.

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Epidemia en la aldea global

Por: | 11 de octubre de 2014

La epidemia empezó en una zona rural de Guinea, se desplazó luego hacia las zonas urbanas de Liberia y Sierra Leona y de ahí ha empezado a saltar a otros continentes. Es exponencial la velocidad de expansión en países sin sistemas de salud y en un continente donde los controles en frontera son meramente virtuales: las cifras oficiales contabilizan 3.800 fallecidos de un total de 8.000 enfermos reconocidos, pero los casos de contagio y muerte no localizados permiten multiplicar por cuatro las cifras.

El ébola es una avería sanitaria global con orígenes locales, nada distinta de las otras averías económicas, medioambientales, de derechos humanos o de seguridad de nuestro mundo globalizado. Vivimos en aquella aldea global que Marshall McLuhan ya supo ver en fecha tan temprana como 1962. El problema que tiene nuestro pequeño mundo es que todavía no está organizado ni gobernado en su conjunto, sino que siguen mandando los viejos Estados nación, allí donde existen, retranqueados en sus fronteras y sus soberanías nacionales; mientras que, en las zonas más pobres del planeta, estos mismos Estados son más entelequias que realidades con capacidad de garantizar la vida y la seguridad de los ciudadanos.

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Enlloc

Por: | 10 de octubre de 2014

Enlloc
Un artículo que escribí el 27 de abril de 2014, titulado 'Camino de Enlloc' ha suscitado este comentario documental que me manda el historiador Jaume Claret.

Sueños chinos

Por: | 09 de octubre de 2014

Deng Xioaoping tuvo un sueño. Y lo vio realizado. El fundador de la China actual es un modelo universal del pragmatismo político, la técnica que permite ver los sueños convertidos en realidad. Encandiló a Felipe González con su gato negro, gato blanco, lo importante es que cace ratones. Quería una China modernizada, de nuevo en el centro del mundo, y a la vista está que logró poner el tren sobre los raíles y darle velocidad.

Pero Deng no era tan solo un comunista pragmático, dispuesto a casarse con el capitalismo, sino ante todo un nacionalista chino, que también vio realizado su sueño en un capítulo tan importante como la recuperación de la unidad territorial perdida por los llamados tratados desiguales que firmó la última dinastía imperial con las potencias coloniales. Los tratados de recuperación de Hong Kong y Macao se cerraron entre 1984 y 1987, todavía con Deng vivo, de forma que a su muerte solo quedó pendiente, para que lo resolviera la próxima generación según sus propias palabras, la espinosa cuestión de Taiwan.

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El País

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