Lluis Bassets

La esperanza tunecina

Por: | 26 de octubre de 2014

Si todavía queda esperanza, es Túnez quien la mantiene. La primavera árabe de 2011 es ahora el gélido y sangriento invierno del califato. La dictadura militar ha regresado a Egipto. No hay nada parecido a unas estructuras estatales en Libia, donde imperan unas guerrillas tribales enfrentadas. La guerra civil siria se ha extendido a Irak, donde el Estado Islámico aterroriza al mundo con sus decapitaciones y amenaza la estabilidad de la región entera. Y a pesar de todo, Túnez sigue en su transición democrática y ahora celebra este domingo sus primeras elecciones legislativas bajo la nueva Constitución, la más laica y liberal de la región, mientras también prepara, ya para noviembre, las primeras presidenciales del nuevo régimen democrático. Muchos son los factores que explican el éxito tunecino. No hay divisiones sectarias ni religiosas como en casi todos los países de Oriente Próximo desde Egipto hasta Irak. Tampoco hay una tradición de gobierno militar, puesto que la dictadura de Ben Ali era policial. Su partido islamista, Ennahda, es más moderado y flexible que los Hermanos Musulmanes egipcios, hasta el punto de que ha gobernado ya, ha sabido dejar el gobierno y ha favorecido el consenso constitucional. No tiene gas ni petróleo como sus dos vecinos, origen y objeto de disputas e incluso de guerras en toda la zona. Pero la causa central de la excepción tunecina es que tiene una sociedad civil vibrante y unas clases medias educadas y europeizadas.
Su transición no ha sido hasta ahora un camino de rosas ni hay nada que pueda garantizar su futuro en un entorno tan inestable. La economía no suele acompañar a las transiciones, y los tunecinos han podido comprobarlo con la caída del turismo y de las inversiones extranjeras. La violencia política, principalmente islamista, se ha incrementado. Este mismo año fueron asesinados dos dirigentes izquierdistas y laicos y se da la extraña circunstancia de que Túnez es el país árabe que ha suministrado mayor número de combatientes a las filas terroristas del Estado Islámico de Irak y Siria. También la actual campaña electoral se ha visto ensangrentada por un terrorismo que tiene en la frontera con Libia un foco de tráfico de armas y en el paro juvenil y el enorme fracaso escolar el caldo de cultivo para el reclutamiento. Hay unos 3.000 jóvenes tunecinos que combaten por el califato en Siria e Irak, sin contar otros centenares más que se encuadran en grupos terroristas con base en el propio Túnez. Ellos son la otra cara de la moneda del islamismo moderado, que ha sabido participar en la vida política tunecina y construir un consenso constitucional con las fuerzas laicas, pero a costa de romper con un importante segmento de la población radicalizado que constituye la clientela del radicalismo islámico. Los tunecinos no querían una Constitución islámica pero se enfrentan con los partidarios de un Estado que convierte la sharía en la única constitución legal que deben obedecer todos los musulmanes. La guerra contra el Estado Islámico también se está librando en las urnas tunecinas.

Hay 9 Comentarios

«[...]en Libia aquella llamada “exclusión aérea” que sirvió a la OTAN para bombardear las posiciones de Gaddafi, y que [...] Ni siquiera consiguió proteger al embajador estadounidense.»

Qué raro, los bombardeos europeos de Libia sucedieron en el 2011 y tenían como objetivo quitar del poder a Gaddafi, y en la frase arriba se empaquetan con la protección del embajador de Usa asesinado el 11 de septiembre del 2012 por una banda de terroristas. ¿Acaso son la misma cosa, al mismo tiempo y con el mismo objetivo? Nada que ver.

El líder libio parecía molestar a los consumidores del petroleo libio, Francia y España principalmente. Lo que es más, en el vídeo del asesinato de Gaddafi se oye claramente el grito de "No lo mates, no lo mates" en ESPAÑOL. ¿Por qué en español y no en árabe? ¿Quién de habla española estuvo envuelto en el asesinato? Nada, silencio, no se sabe. No creo haber sido yo el único que lo oyó. ¿Algún españolito de a pié? ¿Catalán?

Me llama la atención la creencia de que la única razón por la que Occidente se involucra en los países árabes es el petroleo. A través de los años se ha involucrado por otras razones, incluyendo la que los árabes han sido tribu nómadas y no países, y como tales terminan en manos occidentales cuando las guerras europeas llegan al África del Norte. Con anterioridad, antes de la WW1, por la caída del Imperio Otomán, y antes por las invasiones árabes de la Provincia Palestrina Romana e Hispania. Es obvio que el petroleo no jugó papel alguno antes de la WW1.

Me gustaría poder imaginar el impacto de un bloqueo petrolero y de gas natural a un país como España, sino a Europa completa, como le sucedió a Usa en los 70s. Por supuesto que a España no le causaría mayor problema ya que es la reina de la renovables, ¿verdad?

Por cierto, Usa está en niveles de producción petrolera que igualan a Arabia Saudita, y para principios del 2015 será el mayor productor mundial. No está mal para un país que ya no cuenta para nada, ¿verdad?

En realidad nunca hubo la tan publicitada "primavera árabe", solo un amago de cambio que los extremistas aprovecharon teniendo en cuenta que están organizados y agazapados en un servicio social con el que llegan a sectores de la población marginados y olvidados por los diferentes estados de la región, La tal "primavera árabe" solo estuvo en el imaginario occidental, en su ignorancia y en su ingenuidad

En la prensa por algunos llamada atlantista, de la que este diario a mi entender es buen ejemplo, Occidente siempre aparece como abanderado de las causas justas o simple espectador, a esto lo llaman algunos inanición, del desastre humano en otras latitudes, nunca como culpable, acaso colateralmente, pero siempre con buenas y santas intenciones. Así se dan circunstancias paradójicas como en Libia aquella llamada “exclusión aérea” que sirvió a la OTAN para bombardear las posiciones de Gaddafi, y que no sirviera para la causa que fue diseñada, proteger al pueblo. Ni siquiera consiguió proteger al embajador estadounidense. La pírrica victoria, impedir que el petróleo, y los intereses que lo rodean, fluya en la dirección equivocada, a la vez que eliminar a una pieza incómoda en el tablero de los intereses estratégicos, como era el líder libio.

Poca flor para tanta primavera.Tunez como dice Ud don Lluis sin petroleo ni gas tiene una gran ventaja no habra intereses foraneos y si se les deja tranquilos pueden llegar a madurar y dar frutos de democratizacion, pero esos miles de tunecinos combatiendo con el EI si vuelven al pais pueden llegara ser un problema.Tunez el unico pais arabe que conozco estuve hace mas de 20 años y en ese tiempo habia tranquilidad en sus calles incluida la medina con sus callejuelas, recovecos y tiendas tipicas se podia pasear sin problemas y visitar su museo con muchas piezas del arte romano, mosaicos maravillosos
Jose Luis Espargebra Meco desde Buenos Aires

Conclusiones aceleradas, y por tanto, arriesgadas: sin dinero, sin armas y sin dios, se vive mejor. Pero en cuanto aparecen las disputas religiosas, que si mi Dios es mejor que el tuyo, los protagonismos militares, que si nosotros, los bélicos, conocemos la mejor forma de maltratar a la gente, y las fuentes de riqueza, esto solo para mí, entonces ya está montada la zapatiesta. No hay como ser pobre, ateo y desarmado. Quiá, no se lo crean, son a estos bienaventurados a los que primero se comen los crédulos ricos armados hasta lo dientes. Vamos, que Túnez aguanta hasta que a los otros se les atragante.


Tengo la impresión que la prensa occidental anda igual de confundida que los países de la coalición lo están sobre que estrategia que hay que seguir, después del fracaso aquí mismo reconocido, de sus propios fundamentos primaverales. Sin poder ofrecer un punto de vista objetivo al lector, sobre los conflictos. Imposible renunciar a los intereses comerciales que hay tras el negocio del periodismo moderno, base de su existencia y financiación. Algo incompatible con un sentido ontológico de información independiente, por lo tanto de prensa libre. Los estados de derecho donde se ampara la prensa libre, impiden la difusión de otros medios salvo que esto sea prohibido/autorizado por EEUU como el reciente caso de Hispan TV, que pudo ser emitida desde Hispasat, después de que fuese prohibida, una vez que el secretario norteamericano John Kerry propagó una “fatwa” otorgarlo la posibilidad de abrir los canales iraníes a otros sin correr el riesgo de ser sancionados por ello. Algo que deja en muy mal lugar la libertad de prensa de los países con estados de derecho, o democracias así llamadas consolidadas.

Todos los análisis eluden sistemáticamente la contribución occidental (¿al desastre?), las causas de la guerra y de los conflictos. Túnez no tiene petróleo ¡claro! eso debe ser y es muy socorrido recurrir al tópico energético cuando por otro lado se escamotea en beneficio del pueblo alzado, o solo colateralmente se utiliza como aquí, por delante de las nobles razones de unos y de otros. Sin solución de continuidad se habla ya del Estado Islámico pos-primaveral, sin que los medios occidentales hayan podido dar una explicación consistente de su existencia, su evolución, su rápida expansión y al parecer, su compleja y difícil erradicación. Otro tópico, la yihad, viene a socorrernos de nuestra embarazosa falta de argumentos. Parece que las fuerzas del mal vencen al bien, y el pueblo alzado contra sus tiranos, ahora se diluye como si nunca hubiese existido, mientras aparecen, de la nada, feroces islamistas cortadores de cabezas. Jóvenes de todos los lugares deseosos de pertenecer al estado islámico, se inmolan en occidente y en oriente, llevándose por delante la vida de otros.

Echo siempre de menos algo sobre lo que occidente ha tenido que ver en todo esto, de la llamada primavera árabe, también en la acuñación del propio término, “primavera árabe”. No fueron los árabes, ni los musulmanes, los que usaron el término por primera vez, aunque algunos autores hayan acudido a él con posterioridad. Este vino dado desde occidente, utilizado desde “Foreing Policy” una revista estadounidense sobre política internacional. No hay análisis sociológico serio sobre el asunto, más allá del tópico; alzamiento popular de los países así llamado, árabes. Que poco aporta salvo generar más entropía si cabe ya al asunto. Hoy sería acaso el momento de deconstruir la primavera árabe para entender los fenómenos que encierra.

Yo veo a M. Oriente como un mosaico. Creo que no solo Tunez es la esperanza, también Egipto, a pesar de los gruesos errores de Obama, se ha encarrilado finalmente con estabilidad, que lleva a progreso economico y elecciones (cuando toque). Jordania sigue estable, y Hezbollá en Libano no levanta cabeza desde su derrota frente a Israel en 2006. Y tampoco Hamas en Gaza por igual derrota. Los emiratos del golfo siguen bien, y Marruecos y Argelia no problem. Irak y Siria estan complicadas, pero cuando Obama se vaya de la Casa Blanca se arreglarán. El verdadero peligro es Irán, pero USA y/o Israel acabaran con él. No habrá ayatolas nucleares, lo que llevaría a un Egipto, Tuquia y A. Saudita tambien nucleares. La catástrofe total. No ocurrirá. O sea, M. Oriente no es uniforme, es un mosaico, pero con esperanzas, dentro de lo que cabe, que no será una democracia Suiza, ni española, ni Israelí, pero en progreso.

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es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.

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