Lluis Bassets

Un porteño en Estrasburgo

Por: | 27 de noviembre de 2014

Solo dos papas han sido invitados por el Parlamento Europeo para dirigirse a los eurodiputados en Estrasburgo. El primero fue Karol Wojtila, el papa polaco, en octubre de 1988, un año antes de la caída del Muro de Berlín, cuando el europarlamento solo acogía a representantes de doce países, los socios occidentales de la Europa dividida. Juan Arias, entonces el corresponsal de EL PAÍS, titulaba así su crónica: “El Papa pide en el Parlamento Europeo que los doce se abran al Este”.

El segundo ha sido Jorge Bergoglio, el papa porteño, que se ha dirigido este pasado martes a los representantes de 28 países de una Europa sobre el papel plenamente unificada, que incluye a los países del Este tal como había pedido su antecesor. Y hay un tercer papa que coincide con la historia del Parlamento Europeo, Joseph Ratzinger, el alemán, que no se dirigió nunca a los europarlamentarios y solo supo sintonizar con una Europa conservadora y ensimismada en su repliegue. Este pontífice es el que mejor ha representado a la vieja Europa cristiana, pero tuvo mucho menos éxito con los europeos que el de la nueva Europa, redimida del comunismo, y que el actual, el pontífice del Nuevo Mundo e hijo de la Europa emigrante, que es Bergoglio.

Si Woytila fue el emblema del fin de comunismo y de la guerra fría y Ratzinger fue el de la reacción neoconservadora que fracasó en la restauración de una Europa identificada con la cristiandad, Bergoglio es el papa social y compasivo que sintoniza con las dificultades de la globalización: las crecientes desigualdades, la marginación de los más desfavorecidos y la tragedia de la inmigración clandestina con su rastro de muertes en el Mediterráneo.

La caja de resonancia que es el Parlamento Europeo refleja bien estas diferencias. Wojtila criticó la ausencia de Dios del pensamiento europeo moderno; Ratzinger reivindicaba la indentidad cristiana de Europa que quiso inscribir en la nonata Constitución Europea; y en cambio, Bergoglio critica la Europa que solo atiende a la economía y desatiende en cambio a las personas.

Pocos personajes públicos han realizado como el papa porteño una crítica más acerada a las instituciones europeas, por distantes e insensibles a los ciudadanos, y a la falta de ideales y de atractivo del proyecto europeo, secuestrado por “el tecnicismo burocrático”. No es extraño que sus palabras sintonicen con la nueva izquierda que está surgiendo en la Europa meridional, Siriza y Podemos concretamente.

Además de las palabras, los hechos. Tanto como su intervención de Estrasburgo, Bergoglio fue noticia por la pregunta que le hizo un periodista en su vuelo de vuelta a Roma sobre la red de curas pederastas descubierta en Granada. El santo Wojtila, en los altares desde mayo de 2011, miraba hacia otro lado durante su largo pontificado y en los hechos fue cómplice de los abusos. Ratzinger quiso y no pudo en el suyo mucho más corto, aunque finalmente dio el primer impulso a la investigación de los delitos. Bergoglio puede sermonear a los europarlamentarios con autoridad porque también es riguroso con los suyos y con las jerarquías eclesiales y sobre todo en el reconocimiento del mal: “La verdad es la verdad y no debemos esconderla”.

Hay 9 Comentarios

Sr. Francisco Toston de la Calle: Creo que lo suyo son meras impresiones, no aporta ud. ninguna cifra que las avale. Yo le daré algunas: En los últimos dos años 1,7 millones de colombianos salieron de la pobreza. Y 700 mil salieron de la pobreza extrema. Colombia es un país maravilloso, y uno de los paises que mas progresa en Latino América, y que mas inversiones externas recibe, tanto que ha superado en PBI a Argentina y ya es el tercer país de L. América en PBI luego de Brasil y México. Claro que queda mucha pobreza todavía, pero Colombia avanza. Consulte las cifras y lo comprobará. Un saludo.

Hola, amigos. Amigo ASOMBRADO, permítame que me refiera a un campo concreto que conozco un poco más, en nuestra discusión sobre el capitalismo. Llevo viviendo más de cuarenta años en un país maravilloso como es COLOMBIA, con toda la riqueza que usted se pueda imaginar, de suelo, subsuelo, condiciones climáticas, productos, gente y trabajo. Pues bien, este paìs todavía no ha sido capaz de erradicar el hambre en algunas de sus regiones, no ha logrado una distribución más equitativa de la riqueza, buenas condiciones de salud, trabajo y bienestar para la mayoría. Y no es que la gente no trabaje, no posea las mejores condiciones para una vida digna, saludable y decorosa, sino que el sistema capitalista no ha permitido que la mayorìa del campesinado acceda a la propiedad de la tierra, a condiciones de vida y trabajo justas, etc. Unos pocos poseen los bienes de producción y la mayoría dependen de la voluntad y avaricia de los menos. Esta situación, que se repite en tantos lugares, aquí la padecemos como una peso inevitable y ni la guerrilla ha sido capaz de que se altere un milímetro. Por eso es tan importante la palabra del papa. Los terratenientes son casi siempre gentes de misa y olla, pero no son capaces de colaborar por un mínimo de justicia.

Coincidimos con Ciro y Fco. Tostón de la Calle. El Papa Francisco posee la visión de aquellos que caminan las calles de este Mundo,que viajan junto a los hombres y las mujeres que forman el potencial humano con su diario trabajo. Esto es algo que nunca van a comprender quienes llevan sus billeteras no en el bolsillo, sino aferradas con ambas manos a la altura del corazón.

Sr. Francisco Tostón de la Calle: El Capitalismo NO ha creado hambre y miseria para la mayoría, por el contrario, ha sacado del hambre y la miseria a mil millones de almas en los últimos 30 años en China, India, Pak, Latino América, Europa del Este y África. Donde sí hay mayorías con hambre y miseria es en los regímenes PRE-Capitalistas. Creo que usted confunde éstos con el capitalismo, que es otra cosa.

Hola, amigos. Yo creo que la economía también forma parte de los zapatos que el papa FRANCISCO trabaja. Al amigo ASOMBRADO le aconsejo que lea la encíclica EVANGELII GAUDIUM y se dará cuenta de lo mucho que sabe el papa BERGOGLIO de economía y lo mucho y oportuno que tiene para decirle a los dueños de la política y la economía europeas. El hombre, la persona humana, debe ser el centro de la economía y no el sostenimiento a ultranza de un sistema que, es cierto, ha creado riqueza y bienestar para unos, pero miseria, hambre y explotación para la gran mayoría. Algo habrá que cambiar. Y si en eso coinciden el papa y PODEMOS, pues mejor. Yo no sé por qué razón cuando se piensa en un socialismo actualizado, la gente se empeña en regresar al comunismo estaliniano y a los delirios chavistas. ¡Qué bien que la palabra del papa FRANCISCO resonara en Estrasburgo!

Una pregunta don Lluis hasta cuando la nueva izquierda del sur de Europa como Ud la denomina sintonizara con el Papa Francisco tal vez hasta que toque cuestiones morales como el aborto libre en la mayoria de la UE y se opoga el como a la autanasia y otras normas morales del cristianismo. Ya avisa la Biblia en el antiguo testamento, prefiero la critica de los justos a la alabanza de los malvados
Jose Luis Espargebra Meco desde Buenos Aires

Mal vamos si el Papa sintoniza con los valores de Podemos, que son los valores del chavismo stalinista. Creo que este Papa tiene buenas intenciones y poca hipocrecía, pero no debería meterse a opinar sobre economía. ''Zapatero a tus zapatos'', que ya es mucha la labor que le espera en la iglesia. La crítica que hace a la Europa burocrática es justa, pero el Papa debería saber que el capitalismo es lo menos malo que hemos conocido, que tiene sus reglas, que no se si él las conoce, pues no son las de la caridad precisamente, pero ha sacado de la pobreza a mil millones de almas en los últimos 30 años. Esperemos que no siga a Podemos, que no tiene ni idea, o mejor dicho, que tiene las idea que ya fracasó, dejando 80 millones de muertos por el camino nada menos.

"La verdad es la verdad...". ¿El recientemente laureado Joan Manuel Serrat es, de verdad, catalán, o es, de verdad, un español universal?
Por cierto, en la tierra del papa Francisco adoran al español Serrat.

Los europeos empiezan a cambiar, pero la Europa de las instituciones va por otro lado. Con Juncker, artífice del trato de favor a más de 300 grandes empresas desde el paraíso ducal que regentaba, y personas como él esa divergencia está garantizada, para nuestro pesar.

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es periodista. Director adjunto y columnista de EL PAÍS. Tiene a su cargo la edición de Cataluña.

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