Todo estaba preparado para que el presidente diera la orden de bombardear. Nueve días antes, el régimen de Bachar El Asad había perpetrado un ataque contra la población civil, en el que perecieron 1.400 personas de todas las edades y sexo, en el suburbio damasceno de Ghouta. El arma utilizada fue el gas sarín, prohibido por todas las convenciones internacionales, saltándose así la línea roja que Obama había establecido respecto a una intervención militar en Siria.
El Pentágono había ya establecido la lista de objetivos. Cinco destructores navegaban cerca de la costa mediterránea, dispuestos a lanzar sus misiles. Francia estaba preparada también para participar en el ataque. El secretario de Estado John Kerry pronunció un discurso churchilliano en el que advertía que no se puede mirar hacia otro lado “ante crímenes indecibles” ni permitir que un tirano ponga en peligro “la credibilidad de Estados Unidos y de sus aliados”.
Para sorpresa de todos, en el último minuto, el presidente decidió que “no estaba preparado para atacar” y que pediría autorización al Congreso. No hizo falta ni siquiera recabar el voto de los congresistas. David Cameron, que también deseaba participar, había visto rechazada por la Cámara de los Comunes su autorización. Y el propio Obama pidió ayuda a Vladimir Putin, en la cumbre del G20 en San Petersburgo, para que convenciera a El Asad de que destruyera las armas químicas y evitara así el ataque.
Hay muchos días decisivos en la presidencia de Barack Obama: la victoria o la toma de posesión; sus discursos memorables; la noche de Bin Laden; el acuerdo nuclear con Irán; la aprobación de la reforma sanitaria; y tantos otros. Según Jeffrey Goldberg, periodista de la revista The Atlantic, no hay día tan decisivo como ese 30 de agosto de 2013 en que tomó la decisión de no actuar.
Goldberg lo cuenta en un largo reportaje, 70 folios, seis horas de entrevistas y conversaciones con una treintena de sus colaboradores. Es la cuarta entrevista de Goldberg a Obama y la más larga, exhaustiva y novedosa, porque retrata un presidente receloso respecto al establishment washingtoniano de política exterior y en abierta ruptura con lo que llama el Manual de Washington al que habían atendido siempre todos los presidentes.
¿Qué dice este Manual no escrito? Que todo problema tiene una solución, que esta es militar, y que en esta solución militar se juega siempre la credibilidad de la superpotencia. Obama, en cambio, cree que hay problemas que no tienen solución, y menos militar, y que la credibilidad se ha convertido en un fetiche del establishment.
Esta entrevista traeré cola, porque son muchas las novedades que aporta acerca de la política exterior de Obama. Pero de momento, tomemos nota, sobre todo los europeos, de este día decisivo en que, según Goldberg, “Obama evitó que EE UU entrara en otra desastrosa guerra civil islámica” y “Oriente Próximo se escapó de sus manos y cayó en brazos de Rusia, Irán y el ISIS”. Tardaremos en saber cuál de las dos consecuencias tiene finalmente mayor peso en la definición de nuestro mundo.
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Votar tiene sus consecuencias
“Obama pasó a la historia” ¡y de qué manera, por favor! Millón y medio de sirios revoloteando en todas partes de la Europa nortina con impacto cultural de generaciones tan nefasto como los mismos cordones umbilicales de guetos y campos de refugiados por doquier; Alemania se lleva la mayoría del pastel con repercusiones nacionalistas de la extrema derecha. Por el lado de Putin, se atreve a dejar bases militares enclavadas en esa parte de Siria para asegurar suministros de crudo y capital humano, ya nos acercamos al millón de muertos sirios, al Assad, el mayor genocida del siglo 21; san Bernandino, Austria, los muertos danzantes de parís, Yemen, áfrica, Libia y los cuatros embajadores negados por la Hillary, avance de irán, China y terrorismo internacional a efecto del ISIS. Esto es el resultado de la inacción ideológica radical de un Obama, y el efecto final de mentada actitud es el arribo de un Donald Trump como tercer partido de naranjas en actualmente en ebullición, es un populismo que no se sabe si para bien o para mal deja al país sumido en un espejismo de contradicciones a desdén contra el mismo Trump, de odio y división social pero como única alternativa viable al estatus-quo de Washington DC. En esto, entonces que Europa no se lamente, que no pida más y que pague sus cuentas con su propia plata y que no pida más marines para que les cuide el (patio) trasero, que Europa haga sus propias guerras, que asuma en lo que se mete cuando rompe el plato (posiblemente, en eso Obama tiene razón), los EEUU ya no debe hacerla de perro guardián a menos que se atente contra su seguridad nacional. Es previsible y predigistador que con Trump en la Casa Blanca no habrá guerras a menos que existan beneficios reales para la nación, Trump lo dijo sin pelos en la lengua, no habrá guerras por derechos humanos ni por politiquería para acomodar al mundo. El impacto de un presidente liberal-ideológico que ya deja el poder de ocho años comienza a dejar ver sus efectos en el populismo trumpiano y lo peor de todo es que Obama deja su residencia de poder no sin antes sonreírle al mundo que lo deja asentado en una millonada de cadáveres y podredumbre humana en que la pestilencia de los actuales eventos a ha llegado a tocar las puertas de la misma nación que es la esperanza de millones de seres humanos.
Publicado por: Cecilia Ossa | 17/03/2016 16:41:35
No comparto la opinión sobre eso que denominan el Manual no escrito de Washington. Es innegable que a lo largo de la historia el intervencionismo de la Casa Blanca ha sido más económico que militar.
En asuntos como el de Siria, son muy pocos los que tienen capacidad para ver los riesgos, oportunidades, y costes que realmente existen. Hoy, por la crisis de los refugiados sirios, conocemos que la inacción del presidente Obama a quien más ha perjudicado es a la UE.
Publicado por: ECO | 17/03/2016 12:07:44
1.En eso Obama acertó.... igual que acertó al negociar un acuerdo con Irán.
2.Si el nivel de CAOS actual es enorme... imaginar el nivel que habría si se hubiera destruido también el estado iraní y provocado una guerra mortal entre sunnitas y chiitas... aterra.
3.Los del cuaderno no escrito son los mayores desestabilizadores del mundo y los mayores creadores de inestabilidad y caos... donde ha florecido como setas el crimen organizado (el triunfo del narco mundial) y el jihadismo.... y las olas de ese CAOS las sentimos, y de qué manera, en Europa igual que la sintieron en San Bernardino y en Australia...
3.Sin acuerdo entre los principales actores, que respeten los intereses de todos, no habrá estabilidad sino caos.... y en el caos la gente, y los países decentes, siempre pierden.
4.Se recordará a Obama por muchas cosas... y esta será una de ellas... Cuando fue él... acertó. Una pena que no haya podido parar la "revolución-maidan"... porque sin duda la situación de Ucrania (y por tanto de Europa) sería hoy muy diferente... Y MEJOR.
Publicado por: Casla | 17/03/2016 11:18:46