I Love Bicis

Porno desde la 'fixie'

Por: Pablo León

24 may 2011

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El poder erótico del sillín de la bicicleta es innegable. La sinuosidad de sus formas, que podrían denominarse pseudofálicas (si alguien duda que le pregunten a los que emiten fatwas para que las mujeres no pedaleen por lo sucio del asunto); su textura de cuero (para los practicantes de BDSM los de gel, más blandito, les parecerán poca cosa) y el roce han alimentado la imaginación de ciclistas tórridos o la de simples observadores. Pero más allá del video que compagina paseo en bici y orgasmo, o la felicidad de la avispada monja de Martes y 13, la bici pone. Por lo menos a algunos. Es una parafilia particular y ahora un buen momento para probarla. Los aficionados, los escépticos o los que quieran iniciarse en la barra y la grasa deben acercarse al Bike Smut, un festival de cine de placer radical. Esta cita, que une pedales con orgías, llega a Europa desde el otro lado del Atlántico, concretamente de Estados Unidos y Canadá, para demostrar de forma irreverente que la bici puede producir placer, mucho placer.

 

Spanking (azotes) con la cámara de la rueda trasera, masturbaciones en el manillar o coitos sobre el cuadro son algunas de las situaciones con las que se puede disfrutar en el festival. “Bike Porn es una colección de cortos eróticos hechos por ciclistas inspirados de EE UU y Canadá”, explican en la web sus creadores. Reverend Phil, Poppy Cox, Liberty Sprocket y Roland Bosma decidieron, hace cuatro años, que la mejor manera de iniciar un debate sobre prácticas sexuales, género y filias sin tabús era aportarle un escenario adecuado y vieron en la bicicleta un herramienta perfecta y versátil.

 

En Bike Smut la reflexión viene acompañada de la acción. Pero si alguien estaba pensando en esterilizar la bici, subirla al salón de casa, descargar videos y empezar a imitar posturas se puede ir olvidando. A diferencia del porno tradicional, la erótica de la bici se disfruta en público. Una de las premisas del festival es la casualidad: el evento ocurre y sus videos no se venden ni se descargan; sólo se pueden ver mientras son proyectados en un cine, una tienda de bicis o un sótano.

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Por suerte, desde hace medio año recorren Europa. Esta semana visitan Eslovenia, el mes que viene Berlín, y para que ningún pedálfilo se quede sin su sesión de porno bicicletero, se puede mandar un mail y pedir que el festival visite su ciudad. “Este verano cualquier pulgada de Europa será sondada y cuidada por el recorrido de las cámaras de Bike Smut. Si quieres que Bike Porn te visite manda un mail a [email protected]. Por favor, sedúcenos con alcohol o galletas en tu petición”. Hecho. Alcohol, mail y galletas, enviados. Preparad la grasa y el lubricante.  

 

Hay 8 Comentarios

El mio no es tan porno, pero casi:)
http://bicycleporn.wordpress.com/

Vale, vale. Te creo que la bici es perfecta y versatil para esos menesteres y más , pero no me hagan ver filias ajenas porque hay cada gente, cada agujero y cada gente que usa cada agujero de forma tan inenarrable que preferiría no tener ni que imaginarmelo (menos "visionarlo")
zenkiu

ME ABURRO!!

Yo casi solo entro por si algún día escribe la tal Pilar Álvarez y reflota este blog porque lo que he leído hasta ahora me ha ayudado/interesado/entretenido cero.

Por cierto, hay muchas más películas y publicaciones pornográficas dedicadas a los coches GP o Premium que a las bicis. ¿Acaso no has visto nunca los calendarios de Pirelli, Penthause o PlayBoy, o incluso las pelis del canal XXX TV con las modelos enseñando su sexo mientras enjabonan con abundante espuma los Ferraris, Aston Martins y Lamborginis?. Aquí has resbalado con el argumento macho. Los coches de gama alta GP son más heróticos que las bicis. Al menos ligo y mojo más con mi Hummer en Puerto Banús que con la bici, por muy de romano enlicrado que me vista cuando me paseo o entreno con la burra.

¡Puff!. O sea ¿Qué vas a trabajar a El País en ropa de cuero?. ¿Qué tiene que ver esto con el ciclismo urbano y los problemas que padecemos los biciclistas?. De verdad que otra vez volvemos al frikismo onanístico macho. Te recuerdo que el norte está a las 12:00. ¡Vuelve!. ¡Aún no estás perdido del todo!. Recuerda que las bicis se mueven a pedales.

Uno de mis recuerdos favoritos para dedicarme al "vicio solitario" y darle culto a Onán (para hacerme p"j*s, vamos) es una visión casi onírica, pero que juro que fue absolutamente real, de una chica joven, bellísima, rubia y de cuerpo escultural que recorría en bicicleta el paseo marítimo de Brighton (Gran Bretaña), dando vueltas ide-vuelta, aquel verano que pasé allí, a mis impresionables 16 años "mozos" .

No es yo que sea un fetichista de las bicis: lo erótico viene más bien del hecho de que, según venía hacia mí, su generoso escote y su falta de sostén me permitía admirar sus firmes y bien bronceados pechos y entrever las areolas de sus prietos pezones. Y que, según se marchaba, pudiera solazarme con la visión de sus rotundas y firmes nalgas, a lo que ayudaba mucho el que apenas llevara un minúsculo tanga bajo su cortisima minifalda, y a que pedaleara enérgicamente, sin posar tan gloriosas posaderas sobre el sillín.

Así, las cinco o seis veces que la ví hacer el mismo recorrido. Tardaba unos diez minutos en cada uno, que aseguro que se me hacían eternos.

Bueno, a lo mejor después de aquello, sí me volví un poco fetichista de la bicis...

Yo solo lo hago en mi bici. (Obus)

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Sobre el blog

I love bicis se acerca a la realidad de la bici urbana, sinónimo de modernidad, responsabilidad ambiental y otro tipo de movilidad. Carriles bicis, políticas de desarrollo, alforjas para ir a la última o las luces más cool. Todo con ganas de reivindicar los pedales.

Sobre el autor

Paco Nadal

Pablo León es reportero y ciclista urbano. Escribe en El País desde 2009 y comenzó con la bici por las calles de Berlín, donde vivió varios años. Desde entonces, pedalea en cada ciudad por la que pasa. En 2010 arrancó este blog dedicado no solo a las bicicletas sino también a la movilidad y a los retos a los que se enfrentan las ciudades del futuro.

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