¿Qué candado es más seguro para que no me roben la bici? Esta pregunta, recurrente en los usuarios de bicicleta urbana, tiene difícil respuesta. No hay cadena inquebrantable para los expertos ladrones que, si se empeñan en llevarse un velocípedo, son capaces hasta de arrancar un poste. Pero si te acabas de comprar una o te mueves en una ciudad en la que no te atreves a dejar la bici en la calle ni para tomar un café, intentarás buscar la mayor seguridad. La revista Wired, versión británica, pidió a Adam Thompson, ciclista urbano adscrito a la agrupación de pedaleantes de Hackney, que robara una bici apostada en el barrio. La bici siempre era la misma, los candados que la protegían iban cambiando. Como en Londres, los pedales se han hecho un hueco, los robos se han disparado así que el experto bicicletero se armó de tenzas, cincel, martillo y hasta un gato neumático para romper el candado y quedarse la bici.