“Fin de semana… ¿Qué es un fin de semana?”. Con esta frase se describe Lady Grantham. Esta noble, de principios del siglo XX y residente en Downton Abbey, es uno de los personajes más divertidos de la cuidada serie británica que, a ritmo de crónica social, describe los cambios que ocurrieron después de la I Guerra Mundial. Ella representa el Antiguo Régimen, la sociedad acomodada, noble, con buenas maneras y un inglés de pronunciación perfecta frente a los valores burgueses emergentes. Tras el conflicto, cayeron cuatro imperios y la sociedad había cambiado radicalmente. Ese cambio lo representan las nietas de la condesa y un primo lejano de estas, Matthew Crawley, un abogado que aunque no comparte los corsés de la familia, es el heredero del mayorazgo debido a una especie de ley sálica en la herencia. El joven abogado liberal se mueve en bici.