I Love Bicis

Héroes

Por: Pablo León

12 oct 2012

 

L'Eroica reúne a más de 15.000 personas en la Toscana italiana.
L'Eroica reúne a más de 15.000 personas en la Toscana italiana. Bito Cels

 

L´Eroica es una carrera sui generis: poca gente va a ganar, la mayoría de los participantes parecen sacados de Los Autos Locos y las bicicletas son viejas; no vintage, viejas. Con ese panorama, la competitividad queda relegada a un segundo plano y el divertimento, la estética, la superación y las especialidades dominan. Eso fue lo que emanó la cita, celebrada el domingo 7 de octubre en la Toscana italiana, que en la celebración de su 15 aniversario reunió a más de 5.000 corredores y al doble de curiosos. “El objetivo de L´Eroica es disfrutar no ganar”, matiza desde el sillín Perico Delgado. El icono del ciclismo español acudió a Italia con su maillot amarillo, trofeo de su triunfo en el Tour de 1988, como embajador de Le Coq Sportif y corrió con una bici de la década de los ochenta. En la competición no están permitidas las bicicletas posteriores a 1986; anteriores, todas valen. Velocípedos de los de verdad, con la rueda delantera muchísimo más grande que la trasera, tándems y bicis tuneadas llenaron Gaiole in Chianti y compitieron en cuatro modalidades: 205, 135, 75 y de 38 kilómetros.

El principal objetivo de L’Eroica es llegar. Da igual el estado y el tiempo invertido, como sea se debe cruzar la meta. Por eso cada uno elige la modalidad en la que se inscribe. Algunos de los participantes no se habían preparado lo más mínimo la carrera, otros iban de cicloturismo y un número considerable lucía gemelos de entrenamiento. La verdad es que, en general, en el pequeño pueblo saturado de bicicletas impresionaban más unos pololos, un maillot de lana, una indumentaria años cincuenta o un vehículo particular. “L´Eroica reivindica el ciclismo clásico”, dice Giancarlo Brocci, de 58 años y fundador de la cita. “Se trata de un homenaje a los antiguos héroes de los pedales que corrían como podían: sin medios, asistencia continua ni boxes”, añade. En esa oda de la tradición, encajan urbanitas, deportistas, amateurs o curiosos que se mezclan en las diversas paradas de avituallamiento donde las mammas y las nonnas de la región ofrecen embutidos, mermeladas caseras y vinos de la tierra. 

 

Una de las participantes en la carrera L'Eroica. B. C.
Una de las participantes, vestida de época, en L'Eroica. Bito Cels

 

Cuando te enfrentas a una carrera por primera, relaja pensar que en algún momento aparecerá un oasis de salchichón, queso y alcohol. También anima saber que no compites y que Perico Delgado anda cerca. Bueno, tras la charla de la salida, esperas encontrarle en la siguiente loma. Así cada cuesta, cada nueva carretera y cada empinado camino se hace un poco más ligero al pensar en avistar el mítico maillot amarillo; como el conejo de Alicia.

La propuesta de pedalear bajo el sol de la Toscana con bicis obsoletas, a las que hay que reparar pinchazos o colocar la cadena cada diez kilómetros, animado con tostadas con Nutella es inigualable. En estos tres lustros, la cita ha ido convenciendo cada vez a más gente y han convertido a L’Eroica en un evento bicicletero que atrae a público de 33 países. En su mercadillo se pueden encontrar cambios Campagnolo, figuras ciclistas de los ochenta, semanarios con los ídolos de la época, culottes y ropa de lana. Los disfraces también abundan. Así, aparecen un Barón Rojo a pedales, el destacado de infantería de Mussolini a dos ruedas o representantes del cuerpo de bomberos de principios del siglo XX que se movían en bicicleta.

El culto al pedal es el verdadero protagonista del encuentro, que durante una semana revoluciona los viñedos y castellos de este pequeño pueblo y sus alrededores. Miguel Silvestre, propietario de la tienda madrileña Retrocycle, y Oriol Canal, patrocinado por la catalana Barceloneta Bikes, fueron dos de los españoles que se atrevieron con el recorrido más largo y, como los héroes de antaño, pasaron cerca de doce horas sobre el sillín. Al llegar a la meta, con muy buena cara ambos, Silvestre aún tuvo fuerzas para soltar una proclama: “El año que viene, todos nos hacemos 205 kilómetros”. Como los héroes. Porque durante la cita, todos los participantes puede ser héroes de los pedales por unas horas. 

Un momento de la carrera por los pueblos de la Toscana. Bito Cels.
Un momento de la carrera por los pueblos de la Toscana. Bito Cels.


 

Hay 8 Comentarios

Ayy, que ganas tengo de hacer esa ruta, a ver si tengo arreglada mi vieja Raleigh del 61 para el año que viene...

También en Soria existe la primera marcha clásica llamada la histórica que este año ha tenido buena representación nacional os esperamos podéis seguir en Facebook o en lahistorica.es.tl

¿Y cual es tu idea ZZZ, que no la capto?

No es complicado organizar una carrera así en cualquier sitio... si se tiene voluntad de hacerlo. En Albacete hay un día al año en que se hace una carrera sin premio (salvo un sorteo de regalos en el que todos tienen las mismas oportunidades), algunos van disfrazados, otros llevan carteles, otros..........llevan bicis curiosas, el ambiente es estupendo, nos lo pasamos todos de maravilla, los novatos tienen oportunidad de practicar sin peligro compartiendo la calle con los veteranos, etc etc. Al ayuntamiento le sale baratísimo y no sé por qué no se hace en más sitios.

Pues habrá que escaparse algún día.
http://bici-electrica.blogspot.com/

Es de lo más divertido, una romería cuyo santo es la bici (porfavor, no mesealteren que no hay ofensa).
Van por carriles y comarcales de la Toscana en cacharretas porque se puede. Además Chumi nos completa el panorama.
Ummmmm......, ¿tienen la misma idea que yo?. :-)

Una cosa interesante: el "circuito" de 205 km, por carreterillas con poco tráfico y pistas sin asfaltar, recorriendo las colinas bellísimas de La Toscana, está preparado (albergues, etc) para que cada uno lo recorra cuando le venga bien, en el tiempo que le apetezca y parando donde venga bien. Un saludo.

No me gusta cuando se mezclan competición y ciclismo aficionado porque puede (suele) haber desgracias... y encima en ésta sin casco.
Por otro lado, el ambiente de L'Eroica parece estupendo: siempre que lo he visto en fotos y revistas eso me ha parecido; una vuelta atrás en el tiempo en la que todos disfrutan, unas horas para volver a épocas que añoramos, como siempre que desconectamos y nos olvidamos de tanta tecnología, cachivaches, inmediatez y perfección.
En España hay una iniciativa que sigue ese camino, el GP Canal de Castilla, muy sugerente para todos los sentidos.
http://pasosypedales.blogspot.com.es/

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Sobre el blog

I love bicis se acerca a la realidad de la bici urbana, sinónimo de modernidad, responsabilidad ambiental y otro tipo de movilidad. Carriles bicis, políticas de desarrollo, alforjas para ir a la última o las luces más cool. Todo con ganas de reivindicar los pedales.

Sobre el autor

Paco Nadal

Pablo León es reportero y ciclista urbano. Escribe en El País desde 2009 y comenzó con la bici por las calles de Berlín, donde vivió varios años. Desde entonces, pedalea en cada ciudad por la que pasa. En 2010 arrancó este blog dedicado no solo a las bicicletas sino también a la movilidad y a los retos a los que se enfrentan las ciudades del futuro.

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