Andrés Ortega

Adictos a la codicia

Por: | 05 de julio de 2012

Diamond


La dimisión de la cúpula de Barclays, y muy especialmente de su consejero delegado, Bob Diamond, ha vuelto a poner de relieve que la codicia es uno de los orígenes de la crisis financiera, que los cambios en el cerebro pueden reforzar esta codicia, y que estos cambios pueden tener como origen el ejercicio del poder y la riqueza.

Diamond fue uno de los artífices de la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008. El sábado 13 de septiembre se reunieron en la sede de la Reserva Federal de Nueva York el presidente de esta última, el secretario del Tesoro y el presidente de la SEC (equivalente a la CNMV), para decidir como abordar la bancarrota de Lehman Brothers. Invitaron a varios altos cargos en instituciones financieras de Wall Street. No se pusieron de acuerdo. Al día siguiente, decidieron que Diamond se uniera a ellos. Pero este siguió una clara estrategia de dejar caer a Lehman Brothers (lo que la Administración Bush apoyó). Barclays lo compraría una semana después de la catástrofe a bajo precio, convirtiendo al banco inglés, y a Diamond, en un "auténtico jugador en Wall Street". Lo cuenta un excelente relato, y retrato de Diamond, que publicó Tom Junod poco después en la revista Squire. El propio Diamond reconocería que, efectivamente, el sector financiero había estado en el origen del crash y de la Gran Recesión que provocó. Pero que, bueno, había que dejar a los bancos volver a su tarea, la de "hacer dinero". Ahora ha tenido que dimitir ante la acusación de que Barclays manipuló el Libor (el tipo de interés interbancario en el Reino Unido), aunque ayer declaró que sólo se había enterado unos días atrás, y se desdijo de su insinuación de que su banco había actuado al respecto con, como poco, el conocimiento del Banco de Inglaterra. ¿Es Diamond una víctima de su propia codicia?

El pasado 1 de julio el New York Magazine, en un excelente reportaje de Lisa Miller, rescataba los resultados de una investigación publicada unos meses atrás por Paul Kiff y otros científicos de la Universidad de Berkeley, según la cual el dinero deshumaniza. El ejercicio del poder y el dinero tiende a cambiar de forma permanente, a reprogramar, el cerebro llevando a posiciones  más alejadas de la ética. Cuanto más poder y dinero menos empatía. La explicación básica es que el dinero y el poder acrecentan la producción de testosterona, lo que a su vez  genera más dopamina, lo que produce placer al cerebro, y este tiende a buscarlo aún más. La codicia lleva a más codicia para satisfacer al cerebro, produciendo cambios de carácter permanente.

Según Piff, que recuerda que ya Platón y Aristóteles situaban la codicia en la raíz de la inmoralidad personal, la gente de distintos estratos sociales tiende a tener distintos comportamientos éticos. Por ejemplo, de acuerdo con el tipo de coche que conducen, al menos en este estudio en EE UU, los más pudientes están más dispuestos a saltarse el código de la circulación. O el hecho de que la gente que se siente más poderosa tiende a hacer más trampas cuando creen que no son observados. También ha recogido este y otros estudios Ian Robertson en The Guardian bajo el título de “los banqueros y la neurociencia de la codicia”.Otra investigación de Joris Lammers y Diederik Stapel coincide en que la manera de pensar cada cual sobre el poder afecta a la manera de resolver dilemas morales. Más poder, según esto, tiende a llevar a pensar de forma deontológica, sobre si se violan o no las reglas o las leyes, mientras que los que ejercen menos poder tienden a priorizar las consecuencias, el resultado, de las acciones.

Pero estamos en el mundo financiero el de los amos del universo, que creen que gira a su alrededor. El poder y la búsqueda de ganancias a cualquier precio, según estas tésis, les hace arriegarse en la búsqueda de más satisfacciones de todo tipo, financieras o sexuales.  Tras décadas de desregulación financiera, insiste Robertson, "los cerebros de toda una industria financiera se han bloqueado en este modo neurológico”.

Los dirigentes de los grandes bancos a menudo tienen más poder que muchos políticos. Aunque los dirigentes políticos, cuando han alcanzado la cúspide, también verían afectados sus cerebros. Por eso, quizás, los que han llegado a jefe de Estado o de Gobierno, aunque no lo quieran, acaban a menudo distorsionando su personalidad, y convirtiéndose en seres distintos al resto.

Es famosa la frase de Lord Acton de que "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente". Lo que no sabíamos es que lo que de verdad corrompe es el cerebro de los que lo ejercen.

 

Hay 6 Comentarios

El problema de la crisis no tiene su causa en la burbuja inmobiliaria, ni en las crisis financiera. La causa originaria es LA CODICIA. Y el problema es que ésta está institucionalizada en el sistema. Se fomenta y se prima, puesto que sin ella el sistema no podría subsistir. Todos somos codiciosos, pero una cosa es que lo seamos y otra que se exija para cualquier actividad el haber desarrollado plenamente esta "facultad". El sistema económico imperante tiene la característica fundamental de que la codicia es incentivada e incluso aceptada como legítima y no sometida a ningún tipo de límites. Así, la Ética no tiene espacio, es completamente incompatible con el sistema, el cual, la repele. Siempre se buscan las causas inmediatas, pero nunca las primarias. Aquí está la trampa de los prestidigitadores que controlan el sistema. Mientras no se regule la codicia y sea sustituida por la ética, los problemas continuarán por siempre. No se trata de medidas, sino de operar. La codicia ni puede, ni debe ser legítima EN NINGUN CASO.


El problema de la crisis no tiene su causa en la burbuja inmobiliaria, ni en las crisis financiera. La causa originaria es LA CODICIA. Y el problema es que ésta está institucionalizada en el sistema. Se fomenta y se prima, puesto que sin ella el sistema no podría subsistir. Todos somos codiciosos, pero una cosa es que lo seamos y otra que se exija para cualquier actividad el haber desarrollado plenamente esta "facultad". El sistema económico imperante tiene la característica fundamental de que la codicia es incentivada e incluso aceptada como legítima y no sometida a ningún tipo de límites. Así, la Ética no tiene espacio, es completamente incompatible con el sistema, el cual, la repele. Siempre se buscan las causas inmediatas, pero nunca las primarias. Aquí está la trampa de los prestidigitadores que controlan el sistema. Mientras no se regule la codicia y sea sustituida por la ética, los problemas continuarán por siempre. No se trata de medidas, sino de operar. La codicia ni puede, ni debe ser legítima EN NINGUN CASO.

http://elbuhopardo.blogspot.com.es/

La Civilización que estamos viviendo camina como el cangrejo, hacia atrás. Estamos en la decadencia social que agudiza la desigualdad entre ricos y pobres y que convierte la ética en un mero papel para limpiarse el cul... Por ese camino, a la Humanidad le espera un Tsunami peor que las revoluciones del pasado.

Soy un pequeño empresario "Infiltrado" entre pequeños empresarios todos los días laborables desde hace muchos años, digo infiltrado, por que soy militante de un partido a la izquierda del PSOE y pinto poco con ese tipo de personalidad, todos lo saben. También me muevo mas con gente de barrio poco politizada y hablo el lenguaje básico de la gente y no el de intelectuales académicos. y este Mundo es algo muy a parte del de las personas politizadas y siempre parto de mi experiencia diaria para corresponder.

Este asunto de los británicos y Barclays para manejar a su antojo las calificaciones, visto en su justa medida, quiero incidir bien en ello "ES UNA AUTENTICA BARBARIDAD" que no debería quedar impune a pesar de su complejidad para resarcir con ecuanimidad a los damnificados y por ende a los ciudadanos.
El asunto, es mas complejo; "NO VA A PASAR NADA" "Se acabo, a qui no paso nada" y esto es lo que los ciudadanos de a pie, tienen como "Entendederas" se lo toman como tal y saben que a nivel local, nunca pasa nada y tienen asumido que "Nunca pasara nada"
Es triste el nivel que llevamos sobre las espaldas los damnificados, los ciudadanos normales y corrientes, la diferencia simplemente, con respecto a todos los seres hombres y mujeres, que tanto en la tele como en cualquier medio de comunicación, que estamos viendo o escuchando y que sobre todo pensamos, que el que nos habla o escribe, gana lo suficiente, para no estar preocupado, que los que sufren no nos reflejamos en o la que nos comunica, que nos dicen; Pues existe 1 millón de familias todos parados en su casa, pero nosotros, sintiendo mientras como esta nuestro cuerpo, cuanto sacare para poder ir al LIDL para hacer compra y ese café de 1,10 €, que no podemos adquirir, y ese alquiler, que no sabemos como pagaremos y menos mal que "Semos" unos cuantos, que por circunstancias de la vida, dormimos gracias a que la ansiedad, no podemos soportarla y nos tomamos un TRANKIMAZÍN de 2 mg. en dos veces al día y al menos dormimos.
Sr/a; Hay que ser mas rigurosos con todos los poderes facticos, su independencia y su profesionalidad "YA" Los ladrones del dinero publico, lo tienen que devolver "YA" Si al ciudadano de a pie, al final entre autovías, ahora posible rescate de grandes empresas "NO" desde "YA" Los profesionales de la abogacía que tanto reclaman que les ayudemos frente al escarnio que la presidenta Esperanza, que pretende que la justicia sea una "BARBARIE" para el ciudadano de a pie, que estos se pongan las "Las pilas" y sean mas humanos y correspondan con sus partidos políticos afines y hagan lo que hizo UP y D contra BANKIA , un parlamento dinámico "YA" unos medios de comunicación coherentes con la realidad y menos divagaciones "YA" al menos, en época de elecciones, ser mas simples y explícitos con el ciudadano no culto, para que vote y seriedad en la unanimidad "YA" Y para terminar, decirles que el ciudadano, lo que desea, es ver, como el político y todo el mundo de alguna forma ligados al sacrificio que por culpa de ellos, tienen y o exigen que haga el ciudadano esfuerzos por ellos, que se apliquen el cuento "YA" los ciudadanos, son conscientes, que el que gana mas de 2000 €, el resto si pertenece a algún grupo de los realmente culpables de este desaguisado, que el resto lo aporten al fondo común y que de ahora en adelante sean honestos "YA".
VF

A estos traficantes de la codicia habrá que aplicarle la misma penas de los narcos y dejar caer todo el peso de una nueva ley mas dura pues afectan a todos los ciudadanos de buena fe.

O sea que, si es una adicción, aumentar los impuestos a las ganancias del capital no servirá de nada porque, como en el caso de los cigarrillos ligth, fumarán más para compensar.
¿Que tal un mes en una clínica de desintoxicación por cada millón acopiado?. Sin ordenador, sin teléfono, sin ganar dinero. Aunque sea por su bien, creo que el síndrome de abstinencia puede ser mortal. Eso sí, la transmisión en directo de este gran hermano debe ser totalmente accesible.

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Sobre el autor

, europeo por nacimiento (padre español, madre francesa), convicción y profesión, ha sido corresponsal en Londres y Bruselas y columnista y editorialista de El País, director de Foreign Policy Edición Española y dos veces Director del Departamento de Estudios en La Moncloa. Le interesa casi todo. Ha publicado (con A. Pascual-Ramsay) ¿Qué nos ha pasado? El fallo de un país. Su primera novela se titula Sin alma.

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