España se está llenando de huérfanos. Huérfanos de líderes, de partidos, de referentes políticos, intelectuales y mediáticos. De ideas. Como decía un personaje de Almodóvar, los españoles andamos como vaca sin cencerro. No es que como planteara Ortega y Gasset que lo que nos pasa sea que no sabemos lo que nos pasa. Sí lo sabemos. Lo que desconocemos es a dónde vamos, incluso a dónde queremos ir. No hay proyecto de país.
Desde hace años se puede decir que vivimos en un mundo, el del capitalismo globalizado, tan complejo que no se puede comprender. Zygmunt Bauman apuntó esta incomprensión como una de las características del mundo líquido. A España le alcanzó de lleno la crisis hace cinco años. Y hoy (con la excepción de Grecia y Portugal), la sociedad española parece más perdida que otros países de su entorno.
Los intelectuales han salido en tromba, a favor y en contra, ante el reto de los soberanistas catalanes. Pero llevan demasiado tiempo sin opinión profunda sobre la cuestión de la crisis, quizás porque aunque rechacen lo que ven tampoco acaban de entrever una alternativa. Con lo que, mientras la sociedad se deshilacha, están haciendo dejación de su deber. ¿O será que, por otros motivos, hemos dejado de tener intelectuales que sirvan de referentes?
Hoy mucha no se reconoce en lo que eran señas de identidad básicas. La condición de orfandad puede detectarse en cualquier conversación que tengamos en nuestro entorno familiar, laboral o de amistad. La gente está perpleja, lo que se corresponde con la perplejidad de los dirigentes en muchos ámbitos, incluido el europeo. Pero también lo indican las últimas elecciones en Galicia y en Cataluña, y los sondeos de los últimos tiempos, cuando se analizan no por los escaños logrados, sino en voto o en intención de voto absolutos que es lo que refleja el sentir social.
Si la crisis de liderazgo es patente de forma general, lo es especialmente en la política, y no porque la gente haya dejado de valorar su voto en favor de la abstención cuando pueden ejercer su derecho. En las encuestas, es, significativamente, en la abstención donde hay más movimiento. Hay un desgaste de todos los partidos elevadísimo a estas alturas de legislatura. PSOE, IU y UPD retienen sólo las tres cuartas partes de sus votantes (la otra cuarta parte ha saltado en distintas direcciones, básicamente la abstención o la nada, por una especie de cabreo social). Esto significa que la legislatura “está siendo intensísima, produciendo cansancio a la opinión pública”, según el sociólogo de la Universidad Carlos III, José Antonio Gómez Yáñez que ha elborado estos datos.
El PP está perdiendo votos a raudales, según se desprende del último barómetro del CIS. En las elecciones de hace un año, obtuvo un 31,6% del voto sobre censo electoral. Ahora, según el dato de intención de voto más simpatía del CIS, ha caído a un 19,2%, un pérdida de cuatro millones de votos, aún más grave pues sale de los sectores sociales más activos.
El PSOE está perdiendo votos también en todas direcciones, especialmente hacia la abstención (9,2%) y hacia IU (5,5%), y lo ocurrido en Cataluña es parte de una tendencia general, aunque agravada por su posición confusa ante la cuestión catalana. Pero Gómez Yáñez cree detectar un cierto movimiento en el ámbito de la abstención (en las encuestas pues a la hora de ir a votar, como en Cataluña, esta se reduce y la gente participa), donde el PSOE podría estar recuperando terreno. Ha perdido un millón y medio en un año, pero recibe una fuerte corriente de votos de los abstencionistas: un 17,6% de ellos manifiesta ahora intención de votar al PSOE, pero se trata de un voto posicional de izquierda, que se identifica poco con el partido receptor de su voto. Es un voto para castigar al PP o al partido en el Gobierno local, tan endeble que ya se ha visto lo sucedido en Cataluña donde ese voto se ha ido a ERC, IC-IU o Ciutadans.
Los ciudadanos de esta España se sienten cada vez más huérfanos. La orfandad de referentes políticos encierra también la ausencia de referentes intelectuales, personales o colectivos. En este terreno, el impulso de la Transición se está agotando. Esta se movió con un proyecto de país europeo. Necesitamos urgentemente renovarlo. Algunos, como el Círculo Cívico de Opinión, lo intentan. Es una tarea que no corresponde solo a los políticos o al Gobierno, sino a toda la sociedad.
Hay 10 Comentarios
Otra vez España invertebrada, ¿quién o qué la vertebrará?, desde luego no lo que y quienes hasta ahora la han mantenido así
Publicado por: pepe111 | 01/12/2012 22:14:16
Si las personas tubieran un poco de conciencia etica y vision a mi parecer de lo que tanto indican igualmente en historia en el colegio o almenos así han hecho mientras la educacion a sido medianamente para todos. Lo cual ya pongo en tela de duda.
El posicionamiento , las actitudes y circunstancias sociales ya no son ni democraticas ni de otra indole. Yo ya comienzo incluso a imaginar que quieren entrar en retroceso completamente a una edad media, donde el poder es de unos pocos y el resto esclavos con los abaratamientos de despidos, trabajos precarios, acosos laborales, violacion de derechos con justificaciones economicas, Cada vez me recuerda mas a la España en la cual se narraba el quijote. En la cual es salvese quien pueda y el abuso contra los mas desfavorecidos.
Publicado por: arturo | 29/11/2012 23:03:15
No soy ni catedratico ni ideologo ni politico ni analista economico, soy un mero ciudadano y madrileño. yo entiendo en parte lo del la orfandad a la que hace referencia. pero esto no es solo por el mero hecho politico o como hayan llevado al pueblo sino a los desfalcos corrupcion robo mentiras que en cada uno de los que se ha presentado como impoluto haciendo creer a los ciudadanos que era lo mejor, simplemente han hecho usar la puerta trasera del reembolso y el interes propio.
Ya no existe en esta politica ningun interes ciudadano ni etico ni moral el unico interes el cual estan demostrando es el del dinero y la represion tanto mediatica como social. No hace falta ser historiador para darse cuenta de que si siguen asi ya bien sea europa o cada nacion en si misma terminara en una revuelta, contra los poderes y reveldia por no decir que almenos en españa no vuelva a ocurrir una 2ª guerra civil, ya que los derechos fundamentales que en la constitucion se firmaron se estan violando completamente e impunemente en contra de los ciudadanos. los suicidios solo son el inicio de lo que puede esperar. Cada vez se demuestra mas que el que roba en grandes cantidades el dinero o defrauda y tiene de sobra como para corromper la ley y la propia constitucion sale indemne de cualquier circunstancia. Y mas aun politicos o allegados los cuales tengan algun tipo de hecho criminal o imputacion.
Publicado por: arturo | 29/11/2012 22:47:25
Para mí, la ilusión solo puede resurgir de un cambio de la ley electoral, en la que los ciudadanos podamos conocer, elegir y responsabilizar directamente a nuestros representantes
Publicado por: jmdaf | 29/11/2012 21:48:04
El temible monstruo conocido como imperio romano tenía varios tentáculos, uno de ellos, a la entrada del Mediterráneo, con el nombre Iberia. Este tentáculo nunca fue capaz de quitarse de encima la peste romana. El sida imperial lo tenía paralizado. En vez de convertirse en una Comunidad de Naciones se mantuvo,durante cuatro siglos, anclado en un sistema colonial de esclavistas y esclavos. Y todo lo perdió, incluso el orgullo imperial, que conservaron sus rivales (el inglés y el francés). Dice el dicho... el que siembra vientos, recoge tempestades y la peor de esas tempestades fue el franquismo con su hipocresía conocida como nacional-catolicismo.
Publicado por: RAMÓN | 28/11/2012 19:00:48
La palabra "crisis" empieza a sonarme ya a vieja, desgastada, pasada de moda, rancia. No es que me incite a la nostalgia, pero la veo ya entre brumas, eclipsada por acciones sin rumbo, que son las que no lo tengamos los propios ciudadanos.
Empiezo a ver la crisis como una excusa pobre, que utilizan los políticos que nos han tocado, a los que no les hemos votado, para llenarse los bolsillos, ellos, sus familias y sus amigos. El estado se ha convertido en un instrumento enchufista, donde el más rico es el único que va a acabar teniendo acceso a lo que hasta ahora habíamos tenido todos.
Los intelectuales simplemente están posicionados, y en lugar de hacerlo junto al pueblo, como habían hecho siempre, lo hacen junto a los partidos que deberían representarnos, porque los intelectuales, nos guste o no, no van a favor del pueblo, sino de las ideas, vengan de quien vengan, siempre que comulguen con ellas.
Yo, más que huérfanos, lo que veo son muchos Judas. Estoy harto de oír "yo no voté al PP" cuando por algo salió votado. Cada uno con su conciencia, y los valencianos, por ejemplo, que se queden con la suya. Al menos los catalanes han sido sinceros, los únicos que han obviado la hipocresía, dándonos una lección de uso de la democracia en las urnas.
El votante está cansado, sí, pero de ver cómo sus gobernantes se aprovechan cada vez más de ellos. No hay más. Y de los votos al PP, y su caída en intención, qué decir. De todos es sabido que si dentro de tres años no nos han arreglado la crisis, cosa que no va a pasar, no volverán a salir votados. Lo malo es la alternativa, que no hay.
Totalmente de acuerdo contigo. Necesitamos cambiar el sistema.
Publicado por: David Moñino | 28/11/2012 16:39:39
Totalmente de acuerdo: ni hay ideas, ni hay intelectuales ni hay políticos. Tanto es así que deberíamos preguntarnos si realmente los partidos están enfocados a "fabricar" el tipo de líderes políticos que este país necesita o solo se enfocan a ganar las elecciones, aunque luego no sepan para qué las querían ganar.
Necesitamos urgentemente reinventar los partidos en este sentido. Pero es cierto que el asunto incumbe de lleno a la sociedad civil, a los intelectuales e incluso al mundo empresarial.
Recomiendo este artículo: http://www.otraspoliticas.com/politica/%c2%bfque-politicos-para-el-2030
Publicado por: carmen sanchez | 28/11/2012 13:48:52
No estoy muy seguro de haber entendido su análisis. Creo, por lo que dice al final, que parece inclinado a pensar que los ciudadanos de esta España se sienten cada vez más huérfanos. La conclusión es ambigua, porque depende de la clase de padre que se haya muerto. Si fue un tirano, su desaparición es una bendición. Y si fue bueno y comprensivo, una pérdida irreparable. Asumiendo su conclusión, los ciudadanos de esta España se sienten cada vez más huérfanos porque no tiene líderes políticos que les guíen. Teniendo en cuenta la desastrosa historia política de nuestro país, la ausencia de líderes es posible que no sea del todo una tragedia.
Dice usted que España se está llenando de huérfanos. Huérfanos de líderes, de partidos, de referentes políticos, intelectuales y mediáticos. De ideas. Como decía un personaje de Almodóvar, los españoles andamos como vaca sin cencerro. Lo que sería una desgracia si hubiéramos aprendido dos lecciones que la elite política de nuestro país se ha negado a impartir al pueblo sobre el que gobierna. Una, que en democracia el pueblo ejerce el poder estableciendo mecanismos que controlen las decisiones políticas. Dicho de otra manera, el poder de los partidos sin órganos de control de la responsabilidad política degenera en tiranía. Y la otra, que las decisiones de la sociedad civil no pueden estar sometidas tan exclusivamente a las decisiones políticas de los partidos.
El poder de los partidos políticos en España raya en la autarquía, cuando alcanzan mayorías absolutos virtualmente interfieren sin control en todas las esferas que dominan la vida de los ciudadanos: medios de comunicación, política fiscal, sanidad, educación, cajas de ahorro, sindicatos, poder legislativo, control judicial. Hay demasiado poder político; y hemos tenido además una venerable lista de padres políticos. Felipe González fue nuestro padre durante 16 años, Manuel Chávez fue el padre de los andaluces más de veinte años. Aznar sacrificó a cerca de 200 hijos suyos para seguir siendo padre. Como si los políticos de nuestro país no hubieran sabido gobernar sin ser nuestros padres.
¿Más padres? No parece que sea esa la solución. Cuando las relaciones políticas se entienden en términos paternalistas, el padre no tiene responsabilidad y el hijo está sometido a la autoridad de padre. El paternalismo del que usted habla es el signo de nuestra falta de cultura política, que ha sido manipulada por la élite para definir un patrón de dominio que no ha atraído más que corrupción y miseria. Las relaciones de poder son relaciones definidas entre seres humanos racionales, pero nuestros padres políticos han aprendido del patriarca Franco que la mejor manera de someter al rebaño sigue siendo privarle del control de las instituciones que ahora gobiernan en su nombre. Así que no creo que se trate de ponerle a la vaca un cencerro, sino más bien de dejar de ser vacas. Otra cosa, es que nuestros padres, de cuya falta usted parece quejarse, quieran abandonar el oficio de vaqueros.
Enrique Bocardo es Profesor de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Sevilla.
Publicado por: Enrique Bocardo | 28/11/2012 12:59:45
Las expresiones: “Un país de huérfanos”, “Huérfanos de líderes, de partidos, de referentes políticos, intelectuales y mediáticos. De ideas”, son constataciones de hecho que nos anclan y nos impiden movernos. Y no nos movemos porque ahora perdemos casi toda la energía en enfrentamientos, en vez de focalizar toda nuestra fuerza justo en lo que tenemos prioritariamente que hacer. Para disponer de toda nuestra energía hemos de localizar donde está bloqueada y liberarla. Las Constelaciones Sistémicas es una metodología que ayuda a los sistemas humanos a descubrir sus nudos y enredos clave, y a deshacerlos. Y cuando eso ocurre, dejamos de mirar nuestro ombligo de huérfanos, nos focalizamos en el futuro que queremos alcanzar y ponemos toda nuestra energía en conseguirlo.
Publicado por: Carlos Surroca Surroca | 28/11/2012 11:34:14
Creo que los últimos acontecimientos, Cataluña, muestran que el análisis de fondo es correcto. A veces los intelectuales y medios de comunicación van detrás de los acontecimientos, pasó hace 20/25 cuando se hundió el Este. Lo que ahora ocurre es que nos ha alcanzado la globalización, vaya, el modelo social chino, para ser claros. La sociedad está aterrada, los intelectuales no han puesto en orden sus papeles -los que saben que este este el problema porque el sistema español de acreditaciones universitarias garantiza que la Universidad no se entere de nada- y los acontecimientos van tan rápido que pasan bajo el radar de los medios. ¿Los polítivos?, bien gracias, en Génova, Ferra, el Majestic, ofreciendo recetas del pasado, frases hechas y tratando de navegar como pueden para no perder el empleo. Vean las angustias del pobre Artur Mas: Hacienda lo persigue, convoca elecciones y le salen mal, se da cuenta de nos es Moisés, y encima los de ERC le quieren meter en una trampa. Del PSC, antes PSOE, mejor ya ni hablamos, con no visitar a los compañeros en la comisaría se dan por contentos. Con estas angustias no se puede pensar en nada.
No es raro que la sociedad española se encuentre huérfana, durante estos 30 años de Transición, hemos hecho todo lo posible para bloquear la capacidad de reacción del país.
Publicado por: John Falstaff | 28/11/2012 10:59:51