06 mayo, 2007 - 10:37
Dibujos animados
Manolo Lay
será un nombre desconocido para la multitud de los profanos. No tiene nada que
ver con una famosa empresa de venta de bisutería, ni es el cantante de un grupo
pop de los ochenta. Si añado que se dedica a la política seguirá sin resultar
familiar a la gran mayoría del público. Natural: presenta su candidatura a la
alcaldía en un pueblo aledaño a Sevilla, Dos Hermanas, por una formación que no
acapara demasiados sillones por estos lares, Izquierda Unida. También, Manolo
Lay es un fenómeno internáutico. Con un desparpajo y un derroche de imaginación
que dejaría mudos a muchos diseñadores de campañas de los partidos
mayoritarios, Lay se ha convertido en un dibujo animado y se ha colgado en la
web defendiendo sus propuestas de gobierno con música de fondo. Ha llegado
incluso a Youtube, donde decenas de visitantes comprueban diariamente su
inquietante parecido con Fernando Ónega. La premisa de la que parte Lay es
certera: el camino más corto para congraciarse con el público lo ofrece la
autoironía. Este arrojado candidato suspira desde su despacho por protagonizar
un cameo en la cocina de los Simpson.
Contemplando su caricatura sobre el rojo chillón que es preceptivo en su partido, me pregunto cuáles de nuestros políticos de primera división estarían dispuestos a dejarse deformar por el lápiz de un dibujante, a alterar esa pose de prócer decimonónico que las campañas electorales consideran imprescindible para arañar un escaño. En los carteles que orillan las carreteras (y a los que dedicaremos cumplidas entradas en este blog más adelante), los políticos son faraones con la vista puesta en la inmensidad del porvenir, que parecen exigir una adoración que recuerda a épocas siniestras de gente masificada en los estadios y brazos alzados. Manolo Lay, sin embargo, nos propone entrar en la salita y compartir el café y la cerveza sin mayores aspavientos: alguien que se deja retratar con esa nariz gongorina parece más propenso a los chistes que a la árida soflama electoral.
Y ahora la pregunta de rigor: ¿alguien se imagina a Monteseirín o a Teófila compartiendo viñetas con Mortadelo? Yo creo que no les iría mal. No existe batacazo lo suficientemente aparatoso como para liquidar a un personaje de tebeo. Ni siquiera en las urnas.
que querrá decir este señor? si esto es lo que da el Pais para las elecciones, menuda miseria.
Publicado por: tijuana blues | 06/05/2007 18:58:28
Gracias, a mí me ha encantado este post, aunque no me parezco en nada a Ónega ;-)
Salud.
Publicado por: Manolo Lay | 15/05/2007 16:00:18