La mezquita que va y viene

Mezquita. Los vecinos de Los Bermejales nunca la quisieron, Zoido prometió que si llegaba al trono no le permitiría rebasar la altura de la primera piedra y Villar llegó a denunciar incluso que detrás del pérfido tiralíneas del arquitecto se hallaba el mismísimo Bin Laden, que es lo más parecido al lobo feroz que uno puede encontrar fuera de los cuentos. El pobre Monteseirín, alcalde y alcaldable, se quedó solo en su intento por conciliar al vecindario de Sevilla con la comunidad musulmana, que no acaba de comprender por qué el padrenuestro ofrece bendiciones al que lo recita mientras las suras del Corán pueden condenarte al infierno. En fin: después de comprobar que los turbantes son amistades peligrosas y de que Conchita Rivas, portavoz del vecindario bermejal, lo acusara de connivencia con los infieles, Monteseirín recapacitó y ha decido dar marcha atrás. En una intervención en la cadena local Sevilla TV reveló sucintamente al presentador que la mezquita no se hará: los campanarios de la ciudad seguirán sin competencia por el momento. El patrimonio nacional tiene suerte de que en la Córdoba del siglo IX no existieran asociaciones de vecinos ni comicios municipales.

Candidez. Es el rasgo que cabe imputar a las esposas de los empleados de Delphi que acaban de descubrir, con gran asombro y dolor de ánimo, que Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, ha incluido sus protestas en el folleto electoral del PP y las ha transformado en una condena sin paliativos de la gestión socialista. Las pobres se sienten manipuladas: ellas creían que cuando Teófila acudía a condolerse de sus desgracias a la puerta del ayuntamiento o fletaba autobuses gratuitos para que viajaran a abuchear a Sevilla lo hacía respondiendo a motivos humanitarios y de ciudadanía herida. Madre mía: que nadie le hable a estas señoras del Ratoncito Pérez o los Reyes Magos, que como la conversación tome derroteros espinosos pueden acabar con un disgusto muy grande. 

Feria. Es el único foro en el que, por lo visto, van a coincidir los tres principales aspirantes a la alcaldía cordobesa. Rosa Aguilar se atrincheró en la caseta de sus incondicionales para protegerse de la lluvia y de la alergia a los debates y desde allí mandó sus naves a luchar contra los elementos. Días atrás, José Antonio Nieto se lamentó de la fuga de cerebros que sufre la capital y de que la mayoría de sus licenciados se marchen a buscar fortuna en lares más benignos; Aguilar contestó con cifras: el 74% se queda en casa. No sabemos si quería decir que se quedan trabajando o que se quedan en casa de papá, lo que parece más probable viendo las ofertas de empleo (o la escasez de ellas) que testimonia las páginas salmón de la prensa local.

Comments

[Publicado por: Nacho]

Llevo un rato leyendo sus artículos y no veo ninguno que critique a los candidatos del PSOE, ¿por qué será? Eso sí, a los del PP y IU hay que ver cómo les atiza... Debe ser política del diario en el que escribe.

[Publicado por: Juan]

Comparto la opinión de Nacho. No creo que el hecho de estar asalariado de PRISA-PSOE sea suficiente excusa para mantener una línea editorial tan extremadamente partidista.
Un saludo Tous ensembles