De mamas & de papas

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De la comedia más almibarada al thriller más terrorífico, todo es posible en un día con hijos. En este espacio, padres y madres que a la vez son periodistas, y los lectores, comparten información y experiencias para sobrevivir a estos años apasionantes pero agotadores. Participa en los comentarios o a través de nuestro correo

Mamá, Pepito me ha pegado

Por: | 04 de noviembre de 2010

Fotograma de 'El nuevo Karate Kid'


Llanto. "Papá / Mamá, X me ha pegado". Es una frase que Carlos (nombre ficticio) pronuncia a menudo. También es habitual que acuda llorando o protestando a sus padres porque otro niño le ha arrebatado su juguete o se le ha impuesto en la lucha por un columpio o un balancín. Carlos no tiene un carácter fuerte, nunca lo ha tenido. Desde siempre, y ha cumplido tres años, suele ser el que acaba con lágrimas en las disputas, el que se queda sin juguete tras tímidas protestas.

Sus padres no tienen una idea clara de cómo afrontar estas situaciones. Por un lado, la respuesta más  natural se traduce en ganas de reprender al pequeño agresor, pero no es fácil regañar al hijo de otro, más aún cuando sus papás están presentes. Son ellos quienes deben hacerlo, entienden, otra cosa es que lo hagan. Al final, la respuesta suele centrarse en el propio, al que se consuela y se le da o quita la razón, se le calma, se le repone el objeto perdido o se le sustituye por otro que lo distraiga y lo devuelva a su alegría.

Los padres de Carlos se resisten al clásico "si te pegan, pega" y parecen optar por un más moderado "si te pegan, dímelo o díselo a la profesora". Pero a veces preferirían que su hijo tuviera un poco más de carácter y defendiese con un poco más de ahínco sus cosas, en vez de rendirse a la primera y recurrir a la ayuda de un adulto.

Se preguntan a menudo cómo pueden reforzar el carácter de su hijo, para que sepa afrontar con más entereza ese tipo de situaciones. No es un trabajo fácil, de un solo día, admiten Javier Pizarro, educador infantil, y Darío Rico, psicólogo infantil. En primer término, ambos hablan de la importancia de prevenir el conflicto, tratar de evitarlo antes de que se produzca, pero todos sabemos que eso es imposible en muchísimas ocasiones, en las que nos percatamos del conflicto cuando uno de los pequeños rompe a llorar.

A partir de ahí, ambos coinciden en una palabra: "Estrategias". Opinan que hay que proporcionar a los niños estrategias para que resuelvan las disputas. Dado que serán muy pocas las ocasiones en que un niño de tres años se encuentre sin la compañía de un adulto, la participación de éste es esencial. Hay que procurar que el niño débil se sienta reforzado, hay que darle la razón cuando la tiene o reforzar su capacidad de decir no. También mencionan conceptos como la "negociación" o la "mediación": No puedes quitarle a Carlos su juguete -le damos así la razón a Carlos-, pero podríais compartirlo, o podrías esperar a que él juegue para que llegue tu turno. Si el quitante persiste en su actitud, entonces hay que trabajar con él, apartarle del juego, por ejemplo, y que Carlos lo vea, -"impedir que el brutote se salga siempre con la suya", dice Javier; "que Carlos sienta que no está solo", dice Darío-. Así, el débil se sentirá reforzado y verá que, si es él el que se comporta de esa manera, tendrá consecuencias. En última instancia, Javier no descarta el "si te pegan, pega".

Rico apunta también a los cuentos, escenarios donde plantear problemas como los que los pequeños se pueden encontrar. El cuento puede orientarle hacia una salida o él mismo puede imaginarla.

También ambos coinciden en que no se trata de una vez, ni de dos. La repetición de las ocasiones es la que va a dejar un poso en el niño, la que lo irá "modelando". "Se trata de dar a los niños estrategias para que luego las generalicen", aconseja Darío. "Hay que repetirlo constantemente; los resultados tardarán", dice Javier. Y también aconsejan que el adulto, una vez haya dado estas pautas, vaya retirándose, para que sea el niño el que ponga en práctica las estrategias que le van dando.

Hay 10 Comentarios

Nuze: me encantaría ver lo que haces si alguien te pega por la calle por ejemplo, así sin venir a cuento, ó en el supermercado, en el metro, ... ¿te vas a enojar? ¿llamas a la policía? "oiga que una señora me ha dado una torta, ¿pueden por favor venir a reprenderla?"

Yo siempee les digo a mis hijos que no se quedes con nada que no sea suyo, si les dan una hostia que se la devuelvan que no es suya. Eso si, que nunca la den primero.

¿quieren una frase REAL que oi hace un tiempo, dicha por una madre a un hijo? "Las manos de los hombres son para dar golpes!" ¿de qué nos quejamos después?¿violencia, machismo, agresiones por doquier?¡ no digo yo ! ¿será que es más facil ser violento que humano?

Ojo por ojo.

Tu hijo no tiene por que suplantar con estrategias ineficaces la falta de educacion (padres con poco caracter que no son capaces de educar a sus hijos) de los otros niños (los brutos).

Pues yo lo tengo claro. No pegues nunca pero el que te pegue a tí que se lleve al menos lo mismo que tu.

"Díselo a la profesora"...la profesora\padres\policía no va a estar siempre encima tuyo para defenderte y la política de negociación solo hace mas agresivo al agresor. Receta para evitar que le peguen a tu hijo: la de toda la vida, una educación severa que endurezca su carácter y aprender a pelear, primero en un gimnasio y luego en la calle; La nobleza y la sensibilidad no sirven para nada si no eres capaz de defenderlas, por eso la sociedad premia a los fuertes (de cuerpo, carácter y espíritu) y margina a los blandos.

Algo tan cotidiano como puede ser esta situación, presenta retos a los padres. En cuanto al comentario de Vicente, creo que no hay nada de "estigmatizador" en este artículo. Si queremos igualdad, hay que actuar con normalidad. No se puede malinterpretar todo.

Jolines/jolinas o será mejor jolinas/jolines (no vaya a ser que el "genero" se ofenda..... lo del primer jolines con mayúscula es solo porque comienza la frase no es por discriminar ojo) Veo que en serio nos estamos idiotizando.....con esto del género.......

Por qué Pepito y no Pepita? Por qué el niño varón ya lo estamos estigmatizando como agresivo desde la infancia..? Periodistas, cuidado con el lengua que utilizais es reiterar más de lo mismo y el periodismo y la escritura es un auditorio para empezar a concienciar a la gente. No utilicemos el género para ejemplos innecesarios de agresividad y si no ya puesto seamos originales: "mama! Pepita me ha pegado" pues la niñas también se zurran, o no?

Este problema se plantea a cada momento durante la maternidad.
En este blog lo comentan de una forma también muy divertida: http://bit.ly/bc0YJt

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