De mamas & de papas

De mamas & de papas

De la comedia más almibarada al thriller más terrorífico, todo es posible en un día con hijos. En este espacio, padres y madres que a la vez son periodistas, y los lectores, comparten información y experiencias para sobrevivir a estos años apasionantes pero agotadores. Participa en los comentarios o a través de nuestro correo

Cuando tu hijo se avergüenza de ti

Por: | 28 de diciembre de 2010

 

Imagen familiar: David y Natalia -tres años y 20 meses- tirados en el sofá con su primo Sergio, de 11 años. El Cantajuego -para los que no tengan hijos o sean un poco más mayores, son DVD de canciones infantiles con coreografía y algunos dibujitos que causan furor entre los pequeños- puesto. Mi cuñada canta y hace parte de la coreografía de la conocida El arca de Noé (sin tanta marcha como los del vídeo de arriba). Y de repente, su hijo Sergio: "Mami, para que me da vergüenza". Demoledor. 

Con la llegada de los hijos, muchos padres y madres perdemos la vergüenza, en el buen sentido: hacemos cosas en público que en otras circunstancias, y sin mediar alcohol, jamás haríamos, como cantar, bailar, correr, hacer el trenecito o tirarnos por el suelo. Nunca he sido especialmente cortada, salvo para cantar -eso que ahorro a los que me rodean-, pero estando David y Natalia delante, es como si te dieran autorización para liberarte por un rato y portarte como un crío.

A ellos les encanta. Pero ya he visto que llega un momento en el que se acaba. ¿Cuánto dura esta periodo en el que los pequeños quieren que les sigas, les imites, bailes y juegues con ellos? ¿En el que admiran incondicionalmente a sus padres, en el que no hay nada que les haga avergonzarse de ellos? ¿Cuándo os disteis cuenta de lo que habían crecido?

Hay 41 Comentarios

Yo recuerdo a mis padres cantando y bailando mientras yo moría de la vergüenza en el sofá, es que hasta me tapaba los ojos para no verlos.
Marta
Traductora Inglés

debo reconocer, y no me avergüenzo por ello, que con mi hija canto y escenifico todas las canciones de este tipo que me sabía de antaño (de mi época de animadora de un grupo de niños de 10 años) y las que he aprendido con el Cantajuego. Es cierto que por la calle no hago mucho el payaso, pero si tengo que saltar a la comba, o a la rayuela, para explicarle como se hace, lo hago sin problemas, y si vamos al parque y no hay amigas suyas con las que pueda jugar, pues juego yo con ella al pilla-pilla o lo que sea, al fin y al cabo no se trata de poner una frontera entre padre-amigo, se puede ser autoritario al mismo tiempo que te diviertes con ellos.

Creo que esa manera de perder el gusto que se ve en el video es el recurso de quienes no tienen otro recurso. Ser padre significa también tener dignidad, sin ella no podemos educar a nuestros hijos. Hacerles reir es magnífico y síntoma indudable de inteligencia cuando se evita caer en el "humor" de pajares y esteso y se opta por caminos más parecidos al de los especialistas secundarios o faemino y cansado (o Weeds, claro).

Jordi, completamente de acuerdo con lo que dices y por eso hay que exigir a los padres de niños que sean conscientes que de la misma manera que el humo molesta a los no fumadores o que los perros molestan a quienes no son padres de perros, nuestros hijos son nuestra responsabilidad y somos nosotros quienes tenemos que evitar a toda costa que perjudiquen el bienestar de los demás.

No es tan dificil la convivencia. El q tenga hijos q los eduque correctamente, y el q no los tenga q admita q es un ser más pequeño q él y q no salen como robots q hacen lo q uno quiere en cada momento. Son personas pequeñas q han de ser educados y formados correctamente.

A la vista de que la polémica con los comentarios de María-Amalia no ceja y de que los demás lectores siguen cayendo en sus provocaciones, he borrado todas sus contribuciones y las de aquéllos que se limitaban a responder a las mismas. He dejado otros en los que, aunque se la responde, aportan además alguna opinión al tema que nos ocupa, y sin insultos, descalificaciones o términos ofensivos. Un saludo.

Volviendo al tema principal, creo que es importante recordar que no somos niños (y menos niños pequeños) y una cosa es hacer "monerías" y decir "cuchi, cuchi" y otra comportarnos como si tuviéramos dos años. Una cosa es jugar con tus hijos y otra muy distinta imitarlo, pues debe ser al contrario.

Pues yo estoy de acuerdo con María Amalia: ¿a cuento de qué tiene que venir cualquiera a molestar de esa manera a otras personas? ¿Es que tener hijos es un "vale todo", una excusa para el incordio? Una conocida mía solía ir todas las tardes a tomar el café llevando a su retoño de siete años. El tal niño se dedicaba a lanzar sus juguetes a otros comensales cual arma arrojadiza. En alguna ocasión, llegó a hacer daño físicamente a alguien, pero su permisiva madre sólo le decía "Es que es un niño." Yo no tenía confianza para reprenderla pero, según algunos de los que por aquí escriben, que no se quejen tanto los afectados porque un GI Joe les dé en un ojo porque hay que ser pacientes con los niños, ¿no?

Volviendo al tema del video lo cierto es que no me gustaría dar la imagen de ser un padre así y espero ofrecer a mis hijos una imagen más digna, que se diviertan conmigo y yo con ellos pero sin parecer que somos payasos de circo sino seres inteligentes y con gracia.

No es lo mismo hacer el payaso con tus hijos, que hacer el payaso con tus hijos y molestar a alguien.

En cuanto al cantajuegos... Millones de niños no pueden estar equivocados! Aunque a mí, no deja de sorprenderme el fenómeno, mis primos se lo pasan en grande.

¡¡¡Qué fuerrrteeee!!! he entrado por casualidad en este blog. Soy madre de dos niñas y he de decir que si soy como la mitad de los que han escrito aquí, no me extrañaría nada que mis hijas se avergonzaran de mí SIEMPRE. En fin, un poco de sentido común y algo más de TOLERANCIA, por favor.

Yo creo que es un sintoma de su despertar a la independencia y autosuficiencia. Es de lo mas normal y ciclico.

Tienes razon que los niños molestan a veces porque los padres los dejan a sus anchas en lugares publicos (restaurantes...) pero también creo que si tu pides algo que para ti es sentido comun (que los padres controlen a los niños, que ya es dificil), te controles un poco a ti misma, si eres asi con un niño, como serás cuando se te cuelen en una cola, o te atiendan mal desde una ventanilla. A mi quiza no me hubiese molestado, pero si algo me molesta, como mucho, intento explicar a la persona implicada de manera pacifica lo que me gustaria que ocurriera (en este caso pediria si es posible que no me molestaran pasando por debajo de la mesa). Vivimos con gente alrededor, entiendo que hay que ser respetuoso con el projimo, asi que yo creo qeu tu tambien deberias serlo mostrando un pelin mas de mano izquierda, en este caso y en todos. Y de paso quiza le hagas un favor y eduques tb a la madre que necesitaba una leccion de convivencia. En este mundo hay que dar el brazo a torcer un pelin, porque sino, siempre acabas chocando ya que diferencia de opiniones las hay, y quien decide quien tiene razon?

Molesta que digan que los tercermundistas bajan pantalones y pantaletas en la calle. No es así. María Amalia tiene razón en varias cosas: los padres no somos amigos o compinches, somos padres. Cumpliendo este rol, los chicos no se avergonzarán de nosotros. ¿Acaso con actitudes payasescas demostramos afecto? Afecto es cuidado, en la salud, en la educación y en tantas cosas.RMM.

A la vista de la polémica abierta por los comentarios de María-Amalia, quería recordaros a todos que en este blog caben opiniones de todo tipo, a favor o en contra del tema del que se trate, siempre y cuando no se insulte, ataque personalmente o descalifique a nadie. Un poco de educación y respeto por los demás, que no hipocresía, es mucho mejor para no acabar enzarzados en guerras que desvían del tema de debate y suponen una pérdida de tiempo y esfuerzo. Un saludo.

ALGÚN MODERADOR, POR FAVOR, MENSAJES COMO LOS DE AMALIA NO DEBEN TENER CABIDA, PUES NO SOLO GENERAN VIOLENCIA VERBAL, SINO QUE ADEMÁS PROVOCAN QUE OTRAS PERSONAS DISPUESTAS, EN UN PRIMER MOMENTO, A EXPRESAR SUS OPINIONES, CON SINCERIDAD Y SIN ÁNIMO DE OFENDER, LAS CALLEN.

no se si la tal María-Amalia es quien dice ser o simplemente un/una bocazas, que internet está lleno de ellos que aprovechan el anonimato para montarla en los foros, chats y blogs públicos. En todo caso, si es cierto lo que dices ser y lo que dices que te sucedió, puedo entender tu enfado o tu molestia, pero en ningún caso entiendo o simplemente acepto tus formas. Hablas de educación en el comportamiento, pero hay otras formas de educación, la que te permite decir sin insultar cuándo no estás conforme con algo, o cuando te han molestado.
Y, si de verdad tienes cuatro hijos, es muy probable que alguna vez, alguno de ellos, haya incordiado a alguien, lo vieses tú o no. Pretender lo contrario es o iluso o simplemente mentira.
En cuanto al tema de la controversia, creo que siempre y cuando no se moleste a los demás cada uno que haga el ridículo como más le plazca. No creo que se deba hacer constantemente el payaso para entretener o educar a un niño, pero también creo que liberarse de prejuicios y etiquetas de vez en cuando es más que sano, es conveniente.
saludos

Sólo una cosa muy rápida: Lo que sí es vergonzante (no sólo para el niño, si no para todos los viandantes) son los padres que, a la mínima mueca de sus hijos, les bajan los pantalones y los canzoncillos o bragas y los ponen a DEFECAR U ORINAR EN PLENA CALLE, como si fuera perros. TERCERMUNDISTA. Y que no se excusen con que les están en fase de quitarles el pañal. Con la cantidad de cafeterías que hay en España, pediros un agua y meteros en el baño, POR FAVOR.

Mi más firme apoyo a María Amalia: ojalá muchos padres-coñazo fueran un poco como ella.
No tengo hijos, sí sobrinos, intento tratarlos como a personas normales y no como perritos. Odio a los padres que dejan que sus hijos molesten en lugares públicos mientras ellos se toman la caña con los amiguetes, y admiro a los que los educan en el respeto y las buenas formas. No hace falta que tu hijo sea un monstruito mudo, pero sí que no monte el número cada vez que sales al mundo exterior. Y si encima su mamá se apunta al carro, pues peor.
Ánimo Amalia, tu carrera y formación avalan tu opinión.

No me creo que lo del video sea cierto. Eso no tiene nada que ver con se padre o madre, eso es como pensar que interecomía informa.

A los padres nos viene muy bien de vez en cuando perder la vergüenza y cantar, bailar, hacer muecas, reir a carcajadas y hacer el payaso.
Yo creo que a los nenes les sorprende por la novedad de la situacion, eso si, solo cuando son pequeños. Supongo que a partir de los 9-10 años empiezan a tener vergüenza en general del "estatus" de padre y madre y no les hace ni pizca de gracia verlos haciendo el ganso.
Los mios tienen 2 y 4 y les encanta verme haciendo el loco, todavía no tienen el concepto de vergüenza ajena.

Moraleja: no tengáis hijos

Me veo más en el papel de la que se metió debajo de la mesa persiguiendo a su hijo, que en el de la que le insultó y despreció por querer jugar con su hija en un lugar público. Como se expandan las marias, me temo que acabaremos teniendo cuatro tipos de restaurantes: los que no admiten ni perros ni niños; los que admiten perros pero no niños; niños pero no perros; y los generalistas.

No pasa nada, seguiremos jugando, incluso seguiremos haciendo el ridículo. Hasta que veamos que los hijos (no los de al lado) nos piden ya otra cosa.

Y si los niños de 2 y 3 años pudieran expresarse correctamente dirían "¿Por qué nos tratáis com idiotas?"... y es que el cantajuegos es denigrante para la inteligencia del espectador sea cual sea su edad. Por favor, jugad con vuestros hijos, y si realmente necesitáis dejarles enganchados a la tele momentaneamente, seleccionad con un poco de inteligencia lo que les ponéis.

En ningún momento pensé que hacer el tonto con tu hijo te diera derecho a molestar a los demás, desde luego no soporto la mala educación y procuro que mi hijo sepa comportarse en los lugares a los que vamos, de momento no me ha ido mal, desde luego no se ha comportado como un berraco fuera de si en ningún sitio, a mi me molesta esa mala educación que, desde luego, será lo que vean en casa.

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