Si me sobrara la pasta ficharía a alguien para que me hiciera las maletas. Las de las niñas, las del padre y la mía. Pasaría la mañana en la playa, me daría una ducha y, con la pachorra, me iría al aeropuerto. Allí esperaría en la cola del mostrador de facturación con las manos en los bolsillos. Él llegaría con los bultos y sus correspondientes manuales de instrucción. Le pagaría con gusto honorarios y propina y, sin asomo de nervios, subiríamos al avión más sonrientes que las familias de los anuncios de suavizante.
Pero nada más lejos de la realidad. Por más que me muera de ganas de marcharme de vacaciones (y sin olvidar a las familias que este año no podrán hacerlas) ¿soy la única persona que detesta hacer maletas? ¿la única que se pone bastante de los nervios? ¿que se ve ante montones de ropa gritando injustamente a las niñas como respuesta a cualquier interrupción? Ya sé que carece de valor científico, pero mi madre dice que también lo odiaba. Todavía lo odia, asegura. Dice que se estresa. No sé si es la cantidad de cosas que hay que controlar, el miedo a olvidar algo, la certeza de que no cabrá ni de coña, las compras de última hora: repelente de mosquitos, champú pequeño, paracetamol, chubasquero para de cuatro años, que le ha quedado pequeño…. La cuestión es que a 24 horas de coger un vuelo la mala leche sobrevuela esta casa desde hace dos días. Ni colocar a las niñas una tarde en casa de la abuela para hacer montones con tranquilidad –el padre todavía trabaja- ha evitado algún diálogo vespertino subido de decibelios.
Hace unos 25 años, en el momento de cargar el Renault 4, mi padre, muy poco amigo de los gritos, se ponía tan atípicamente histérico que mi hermano y yo nos mirábamos, encogíamos los hombros y permanecíamos un rato largo calladidos. Por lo que pudiera pasar. A mi madre, que se fundía en el mapa –como si no supiera el camino para salir de Barcelona—, no le hacía falta ni decir shhhhht!
A 24 horas para marcharnos, hemos 1) Bajado las maletas y las hemos colocado encima de una cama que habrá que desalojar si queremos que la mayor no duerma en el suelo. 2) Llenado las maletas con la ropa y los zapatos. 3) Amontonado en un lado cosas que no podemos olvidarnos y que van en el equipaje de mano: la guía, billetes, zumos y galletas para distraer a la tropa, pañales para el viaje, toallitas, cleenex, chaquetas. Pero todavía falta:4) Llenar neceseres. 5) Constatar que más allá de una docena, no nos caben pañales para dos semanas y que ya los compraremos en destino. 6) Meter las tres prendas que están tendidas secándose. 7) Que la de mayor decida qué tres juguetes, dos cuentos y un muñeco se lleva. 8) Aguardar marrones de última hora, que siempre los hay. Perdón, no he acabado: 9) Ir al Decathlon a cambiar el chubasquero de marras, que quien lo ha comprado se ha equivocado de talla. 10) Localizar los pasaportes, como no estén en el cajón que toca me da algo. 11) Pasar por el cajero a sacar pasta en efectivo. 12) Comprar agua mineral para guardar el keffir en la nevera en un intento de que no se muera. 13) Poner una lavadora con las cuatro cosas que hay sucias y así a la vuelta está el contador a cero. 15) Packcámara y cargadores. 14) Dejar programado este post.
Qué disfrutéis de las vacaciones.
Hay 17 Comentarios
100% solidaria con Clara, excepto en lo del kefir, creo que coincido en todo. Mi padre siempre se ha agobiado antes de un viaje (aunque él se quedara, nos agobiaba con pasaportes, documentos, etc), y ahora soy yo la que se estresa. Con mi perfeccionismo, sólo yo puedo hacer la maleta de los tres (pareja y peque), y con lista previa, que no me libra del estrés. Este año por evitar bultos sólo una maleta, resultado: ¡27 kg y pagar 60 € a Iberia por sobrepeso, a la vuelta maleta y mochila facturadas y el año que viene dos maletas para evitar la clavada!
Publicado por: Pelfer | 19/08/2011 18:12:01
A mí no me importa ni me disgusta preparar maletas,incuso me agrada; de hecho, antes de independizarme, se la preparaba a mi madre que viajaba por motivos laborales dos o tres veces al año (y ella encantadísima). Lo que me cuesta horrores es tenerlo todo listo en el momento de preparlas. Para mí, preparar maletas no suele consistir en trasladar la ropita planchada y doblada del cajón a la maleta, ojalá, sino en pasarme un día entero lavando y tendiendo la ropa que me quiero llevar (que casualmente siempre está sucia) y una noche en vela planchándola (aunque me lo tomo con paciencia y la plancho delante de alguna serie de TV inconfesable, de esas que nunca verías delante de nadie); y recupero el sueño al día siguiente, durante el viaje. Confieso que si vamos a la casa de la playa, la meto en la maleta sin planchar, prefiero hacerlo allí con calma, que tengo más ratos libres.
Publicado por: Azul Lavanda | 11/08/2011 8:41:06
Ja. Pues que de niña mis padres siempre se ponían histéricos y lo que sigue antes de los viajes. De adolescente les decía que estudiaría psicología y usaría su caso de "neurosis previaje" para mi tesis. Y ahora que estoy casada y tengo una nena de año 8 meses y acabamos de hacer el primer viaje "largo" por carretera con todo el equipaje que supone... caí en la cuenta de que el asunto ese de los preparativos y el estrés debe ser universal!
Publicado por: MEB | 10/08/2011 20:12:26
pues yo te entiendo... a nosotros las maletas (para mi hijo, mi marido y para mi) nos las hacen y no sabes como se agradece...
felices vacaciones
Publicado por: away | 09/08/2011 15:37:49
Un consejo para reducir ese estrés: la maleta del padre... ¡que se la haga él! Yo es que alucino... hacerle la maleta a los niños, vale, pero... ¿a la pareja? No lo entiendo. Ni por parte del que la hace ni por parte del que se la deja hacer. Pero, por lo que veo en los comentarios, parece ser bastante común...
Publicado por: Natalia | 09/08/2011 13:49:23
Cada vez que hacemos maletas yo llevo menos cosas en cada viaje, cada vez menos, en prevención del aumento de equipaje constante de mi mujer, que al final terminaré cargando yo también. Cuando tengamos hijos no quiero ni imaginar cómo serán las maletas.
http://schaeffers30.blogspot.com/
Publicado por: Sandra | 09/08/2011 12:01:44
A mi todo lo que huela a vacaciones me gusta...hasta hacer las maletas...
Publicado por: mamaMadrid | 09/08/2011 10:01:49
jeje, esto me suena..., a mi partenaire le pasa igual.Y yo no lo veo tan problemático, es cuestión de hacer una lista y tomarselo con tranquilidad. Aunque reconozco que el peso de la ropa de las enanas lo lleva ella mayormente (pero a mi me toca conducir eh! que menudo coñazo...)
Publicado por: iñaki | 09/08/2011 9:25:04
Uy, pues te lo cambio.
A mi lo que me mata es el aeropuerto. El que sea, odio todos los que conozco.
Me ofrezco a hacerte maletas sin limites, con tal de que tu me evites aeropuertos.
Esas esperas interminables tirados en el suelo oyendo voces en extranjero diciendo cosas que no nos importan. Por favor no lo soporto. Odio los aeropuertos y la madre que los parió. Empezando por la T4 de Madrid.
Publicado por: carlos | 09/08/2011 9:22:14
Me parece una queja muy pequeño burguesa, quejarse de algo voluntario, que no supone un gran trastorno y que es perfectamente evitable. Si no te gusta hacer maletas no viajes o no te quejes por un tema tan ridículo .¿De verdad no hay temas más interesantes en un blog sobre la crianza de hijos?
Publicado por: felix | 08/08/2011 23:46:48
Pues a mi no me molesta. Llevo 17 anhos preparando maletas y no me ha molestado nunca. Claro, era distinto cuando estaba sola y volvia a casa, porque si se me olvidaba algo lo tenia alli. En esos dias decia que lo importante era el pasaporte y el dinero. Ahroa es mas dificil, con un marido que odia hacer maletas y que pretende cruzar el Atlantico con solo el equipaje de mano y el crio que alborota todo. Pero bueno, lo que se te olvide lo compras. Eso me ha pasado a mi, se me olvido la camiseta para nadar (no algodon) y la tuve que comprar en destino porque si no el crio se me achicharraba. La camara de fotos no la compramos, nos aguantamos y confiaremos en la memoria.
Publicado por: mexicanita granatiensis | 08/08/2011 16:34:05
vamos, lo q viene a ser preparar una maleta. y eso q puedes "colocar" a los enanos, yo les tengo q poner dibujos. Dicen q "hay q salir llorado de casa" para no quejarse de tonterías.
Publicado por: cicliista | 08/08/2011 15:29:53
Las listas, la solución al estrés de las maletas, una semanita antes y con tranquilidad se va haciendo la lista, y una vez repasada y confirmada, es lo más fácil del mundo.
Publicado por: MAMÁ | 08/08/2011 14:22:35
A mi me gusta! es la emocion de irse.. y siempre se puede comprar lo que se ha olvidado..
Publicado por: etiKeta | 08/08/2011 13:11:27
Ufff!!!!!! Que agobio, se me ha hecho un nudo en el estómago leyendo el artículo, acabo de decidir que me quedo sin vacaciones, es mas barato, mas relajante y menos peligroso; las "VACACIONES" son para los ricos muy ricos como antes, con un par o tres de asistentas, mas otro par que te llevas de vacaciones para cuidar a la tropa todo es mas relajante.
FELICES VACACIONES.......!!!!!!!!
Publicado por: Alberto Turispad | 08/08/2011 10:11:22
Aaaayyy ¡Y lo que se disfruta después! Yo sólo hago la mía y la de mi pareja, eso sí es verdad, pero siempre me ha gustado hacer listas y la verdad que eso ayuda bastante a eliminar un poco el estrés de olvidarte algo importante. Espero que lo paseis bien. http://periodistayenparo.blogspot.com/
Publicado por: Mayte | 08/08/2011 9:30:44
yo, para minimizar el agobio, procuro hacer una lista con lo que vamos a llevar en la maleta, de modo que cuando llega la hora de hacerla hay que seguir la lista y verificar que no te dejas en casa nada importante, porque al final llevar una camiseta más o menos, o que se te olvide el champú, no te va a suponer nada, pero dejarte una medicina o la tarjeta sanitaria sí que es una faena.
Publicado por: bea B | 08/08/2011 9:23:06