No soy capaz de recordar las veces que habré ido a Urgencias o al pediatra sin cita previa desde que soy madre. En mi ranking particular de causas, están fiebre, tos, mocos, picaduras y dermatitis. Pero últimamente, vamos menos, gracias a una mezcla de la famosa inmunización de los niños con la edad (sí, sí, hay esperanza: David, con cuatro años y medio, ya no tiene el moco siempre colgando ni la tos permanente de los tres primeros años), algo de experiencia, y algunas dosis de concienciación.
Con esta entrada, me gustaría iniciar una serie de "educación pediátrica", sobre algunos de los temas de consulta más habituales. Y es que una información correcta nos puede ahorrar a los padres angustia y desplazamientos innecesarios, y a los médicos tiempo, lo que no les vendrá nada mal, dado el colapso que ya hay en muchos centros sanitarios y la que se nos viene encima, con los recortes anunciados.
Empiezo con la fiebre, ya que es el motivo más habitual de consulta en pediatría, hasta en el 50% de los casos, según Jesús Martínez, pediatra y autor del blog El médico de mi hij@ y promotor del grupo de Facebook con el mismo nombre, del que ya he escrito en algunas ocasiones. En mi caso es verdad. Cada vez que uno de mis churumbeles se pone más calentito de lo normal, me tengo que repetir este mantra: "La fiebre es mi amiga. La fiebre es mi amiga. La fiebre es mi amiga". Normalmente, el mantra interior viene seguido de cruce de miradas con Eduardo, y la pregunta, por cualquiera de los dos: "¿Qué hacemos, vamos a que el pediatra le eche un vistazo?".