De mamas & de papas

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De la comedia más almibarada al thriller más terrorífico, todo es posible en un día con hijos. En este espacio, padres y madres que a la vez son periodistas, y los lectores, comparten información y experiencias para sobrevivir a estos años apasionantes pero agotadores. Participa en los comentarios o a través de nuestro correo

Si-le, no-le. Los cromos siguen ahí

Por: | 27 de febrero de 2014

Cromos1
Varios monstruos y un expediente de la Agencia Tributaria. / J. S.

En un mundo tan cambiante como este en el que vivimos, reconforta que algunas de las cosas que llenaban tu infancia sigan estando vigentes. Te hace sentir que aún tienes los pies en el suelo, que tienes algo a lo que agarrarte, que no te adentras en lo desconocido totalmente desprovisto de referentes. Es más que probable que, desde que he tenido hijos, tenga idealizada mi infancia. En general la considero más afortunada, feliz, variada y sana que la que están viviendo mis hijos, pero seguro que no es así la cosa, que ellos la están teniendo tan variada, sana y feliz como yo la tuve. Eso sí, a su manera. O no. No sé, no puedo estar en su cerebro, vivir lo que ellos viven, aunque esté a su lado, como mis padres no podían vivir mi vida, y de eso fui consciente casi desde que soy consciente. A ver, que me pierdo. Hablaba de cosas que han saltado de mi generación a la de mis hijos, supongo que pasando por las intermedias. Una de ellas son los cromos, con sus salvedades.

No era yo un gran fan de los cromos. Bueno, sí, me gustaban, y me gustaba el rollo de llevarlos, cambiarlos (el “si-le, no-le” de toda la vida de Dios), organizarlos, repasarlos una y otra vez, deleitarme en los datos de las fichas, etc. Pero no hice muchas colecciones completas. Apenas una de coches (al loro, que uno de los coches estrella, aparte de los deportivos, era, por su novedad, el Renault 9. No os riais, que fue coche del año en 1982) y otra, si no me falla la memoria, de la Liga de Fútbol (tengo yo la sensación de que las plantillas eran más permanentes entonces, había una base de jugadores que podían militar varios años en el mismo club; no te encontrabas con que la estrella de tu equipo cambiaba de camiseta en enero, no sé). Bueno, eso, que no completé muchos álbumes, pero tuve en las manos y trafiqué con cromos de unas cuantas colecciones.

El caso es que el tema de los cromos sigue vigente. ¿Cuánto? Pues no sabría decir. Sí percibo en los niños que me rodean más o menos la misma pasión por manosearlos, mercadearlos, cambiarlos por otros, repasarlos, la misma atracción por una colección y el mismo cambio de interés que lleva a saltar de una colección a otra. “Los niños se mueven por impulsos, en torno a lo que está de moda”, explica Lluís Torrent, socio fundador y director general de Panini España. Panini es la empresa líder a nivel mundial en el mundo de los cromos, así que no se me ocurrió nadie mejor en España para hablar de todo esto. En la deliciosa charla que tuve con el señor Torrent, me contó que su empresa vendió el año pasado 111 millones de sobres de cromos, es decir, 666 millones de estampitas. Lo que no me pudo hacer Torrent fue un perfil del consumidor, dado que “el producto va a un punto de venta (quiosco, librería, centro comercial, etc) y el comprador es anónimo”. Y los que se dirigen a Panini para comprar los últimos cromos para completar la colección suelen ser los padres de los niños. Aunque, eso sí, me dijo que hay mucho adulto coleccionista de cromos.

Cromos2
Pese a sus evidentes virtudes, me lo birlaron con unos sucios vectores. / J. S.

O de trading cards, como se llaman ahora. Porque el tema de los cromos ha cambiado un tanto desde el pleistoceno de mi infancia. Por de pronto, el lenguaje es parecido, pero no el mismo. Ya no escucho los tradicionales “si-le”, “no-le” (sí le tengo, no le tengo); y los "repes" (repetidos) se han transformado en los “letes” (le tengo). Y, sobre todo, las colecciones se han transformado: de sencillos cromos con una imagen y un puñado de datos básicos (edad, posición de los jugadores de fútbol; cilindrada, velocidad máxima, etc. de los coches o motos) a complejos juegos de cartas que ofrecen, además de la satisfacción del coleccionismo y el trapicheo, la posibilidad de entablar complicadas batallas reales o virtuales para hacerse (o no) con los cromos del adversario. Confieso que he visto cómo mi Star Dragon de la colección Invizimals, la de mayor éxito de Panini en 2013, ha volado de mis manos porque me han aplicado un Vector desfavorable para mi defensa en un Hábitat beneficioso para el monstruo adversario que, sumado a su Escudo Triturador de Xtractors dejaban a mi dragón a la altura de una lagartija. Si a eso le añadimos que el rival era un Resonante, vamos, es que no hay color, papá, que no te enteras. Y además, mi rival tenía a Cristiano Ronaldo en versión megacrack. En fin, que le debo a mi hijo siete millones de euros.

Me cuenta Torrent que, efectivamente, como todo, el mundo de los cromos ha cambiado, ha evolucionado y que sí, ahora es más complejo. Pero nada con lo que no puedan los enanos. Y para ilustrarlo, me cuenta una jugosa anécdota: Un empresario implicado en el lanzamiento de una colección le expuso sus dudas por la complejidad de las cartas. Torrent recurrió a su nieto Mateo, de ocho años, que explicó al empresario el funcionamiento del juego. El directivo seguramente se quedó más o menos como estaba, pero dio luz verde a la colección sin dudarlo, en vista de que los destinatarios, los niños, lo tenían tan claro.

“Todo evoluciona. Al igual que antes los coches eran mucho menos complicados, es evidente que los niños de ahora no son como los de antes. No venderíamos ahora una colección como la de los coches” de la que hablaba antes, tan plana. Ahora, cada carta tiene una profundidad que da un poco de vértigo, la verdad. Las de Invizimals, por ejemplo, llevan por detrás un código que, capturado con el móvil o la tableta con la aplicación adecuada, te llena el salón de híbridos entre tiburón, jabalí, puercoespín o rana, en sus evoluciones Pup, Colt o Max.

Está, además, la dimensión de los videojuegos. El caso de Invizimals es atípico, me dice Torrent, porque fue una apuesta de su empresa a partir de un videojuego casi desconocido de la empresa española Novarama. Aunque el proceso de gestación es “secreto de Estado”, según dice Torrent entre risas, el fenómeno Invizimals arrasó desde España. Novarama fue después adquirida por Sony, que extendió globalmente el fenómeno. Normalmente, las colecciones de cromos suelen seguir a fenómenos que ya triunfan entre los niños, gracias a una película, una serie de dibujos, un videojuego… Pero en el caso de Invizimals, el proceso fue al revés. El fenómeno lo crearon desde Panini. “Siempre estamos muy atentos a estas cosas, en ferias y así”, dice Torrent, que asegura seguir más de 500 propiedades (intelectuales) para estar al tanto de nuevos fenómenos. Y luego está la “experiencia o la intuición” para detectar un posible filón.

Cromos3
¿Qué pensábais? ¿Que no existía el bueno de Porcupain?

En otros casos, como en la colección Adrenalyn, de la Liga de fútbol (“cada jugador está equipado con valores de defensa y ataque muy bien calculados”, dice Torrent), existe la posibilidad, mediante un código, de descargarte la carta a tu ordenador para jugar on line con un chaval de Soria o de Brisbane. “Eso sí, lo que le gusta al niño es coleccionar, no tanto jugar”, sostiene Torrent. En eso no hemos cambiado tanto. Y no me resisto a preguntar por el secreto mejor guardado. “Señor Torrent. ¿Es verdad que hay cromos más difíciles de conseguir? ¿Existe “el más difícil de la colección?”. Pues sí y no. “Los cromos se meten en sobres de forma aleatoria, aunque existe una ingeniería de producción” para evitar, por ejemplo, que un cromo se repita en un sobre y para que se distribuyan de forma equilibrada. “Hay ingenieros que se ocupan de eso”. Así que mi Porcupain Pup vale tanto como tu Phoenix Legendario y mi Messi lo mismo que tu Juanfran. Lo que sí hay ahora son cartas especiales dentro de una colección, que se venden en los mismos sobres, pero son más escasas y difíciles de encontrar. Son como los Joe DiMaggio de las colecciones de béisbol de las pelis americanas.

Hay 34 Comentarios

Yo recuerdo haber tenido fajos de cromos de pokémon, y para entonces solo había 151, ahora los niños no deben dar de sí.

Hola! Me encanta el articulo!

Aqui teneis un buen sitio donde encontrar regalos para nacimientos:

www.fanikis.com

Que post tan interesante,. es curioso como los niños de hoy en dia ya no coleccionan casi cromos...todavia me acuerdo de mis colecciones de los 80

Puff! que nostalgia de los cromos y lo complicados que se han vuelto ahora.

Muy buen post por cierto

A todos los que os cueste conseguir algún cromo, la unión hace la fuerza y podeis encontrar a muchos compañeros que os ayudarán en www.cromosrepes.com

Os esperamos ;)

Por lo menos, intenta no poner una carta falsa como la de Pokemon que hay en la foto por dios.

Me ha encantado el artículo! Yo tengo tres niños y puedo dar fe que el fenómeno de los cromos está más vivo que nunca. En medio hay otros temas como los yo-yós, o ahora mismo las gomitas de colores esas para hacer pulseras, pero vamos, que los cromos siguen. Y si no me creéis acercaros al Mercat de Sant Antoni de Barcelona un domingo. El trajín de coleccionistas intercambiando (tengui / falti decimos aquí ) cromos es espectacular. Lo explico en el siguiente artículo:
http://viajares.es/2013/02/goku-mercat-sant-antoni-barcelona-turismo-familiar/
Son Goku, Messi, CR7, Invizimals o Luke Sky Walker vuelan de mano en mano.

El mundo del coleccionismo es bastante curioso en general, pero el cromo tiene un algo especial, que es el cromo deportivo y en España este es el rey.

Hay muchísimos mayores que lo coleccionan ja, ja
Es muy divertido ver como pasan las listas de faltas en la oficina o seguir algunas webs de intercambio.... con la excusa de los hijos

Salu2
http://cort.as/3uPk

madrod72 gramaticalmente la lengua de Madrid tiene más errores que la de muchas otras regiones y es una pena. Otra cosa es que el acento sea considerado más neutro o aceptable. A mí, personalmente, me preocuparía más que mis niños dijeran laísmos o leismos a que hablaran con acento específico de un lugar. Lo primero puede impedirles encontrar un trabajo, lo segundo no.

Hola,

Yo encuentro a faltar una colección de cromos de motos, España con Italia es uno de los mayores países del mundo donde hay más aficionados, a ver si se animan!.

Señor Fígaro, a pocos Madrileños habra usted oido decir Madriz, los castizos decimos Madrí y la inmensa mayoría Madrid.

Bueno, el articulo va de los cromos, no del "Si le" "No le", que, por cierto, escucho a mis hijos y soy de Bilbao para que veáis que hay cosas que se pegan, y en su día a día no utilizan el leísmo. También juegan con los pies y dicen "Mayoría" "menoría", sí, con "e", en vez de minoría, y todos lo dicen sin darse cuenta de que lo dicen mal, lo ven como parte del juego. Cuando les he corregido me han mirado con cara de "qué dice este marciano" y les he dejado seguir con su juego. Así que, por favor, vayamos al tema de los cromos y no utilicemos los comentarios para criticarnos, que somos mayorcitos...supongo.

Entrañable articulo y a los q se meten con el habla de Madrid, que se miren ellos, q los catalanes, andaluces y levantinos meten muuuuucho mas la pata que los castellanos en la lengua.
En mi entorno se dice en varias lenguas por el tipo de cole al q asiste.

El síle-nole ha pasado ahora al lete o no lete. Algo que cada vez que escucho a mis tres hijos me deja perpplejo...con lo simple que lo hacíamos nosotros.

Lo que sí me parece una locura son los precios.
Sobre todo los de ese gran producto de marketing que es la colección de fútbol adrenalyne. Enhorabuena a la mente pensante. de este modo los enanos están enganchados a los de la liga durante casi todo el año.

Pero los precios se han pasado. Sobre todo los llamados sobres premium. 5 eurazos por 10 cartas (que efectivamente es como llaman ahora a los cromos) es una auténtica pasada señor Torrent.

La infancia es el mejor tesoro que todos debemos proteger y cuidar sobre todo cuando nos convertimos en papás. El intercambio de cromos siempre ha fomentado buenas aptitudes en los niños como la perseverancia, la paciencia, compartir y disponer todo tu ingenio y armas para hacerte con los cromos que te interesaban. Me parace magnífico que se siga manteniendo este juego tan educativo e inocente, como deberían mantenerse muchos otros como por ejemplo la pasión por la lectura. Es muy importante que incentivemos la lectura infantil, aquí os dejo una herramienta muy poderosa http://www.colorincoloreado.es/

“si-le”, “no-le” (sí le tengo, no le tengo); y los "repes" (repetidos) se han transformado en los “letes” (le tengo).

No será si lo tengo, no lo tengo???

Por cierto, ¿vuestros hijos los siguen llamando cromos? Mi hijo los llama "cartas"

Lo que si ha cambiado, y mucho es el precio. Cada sobre cuesta un ojo de la cara y los repes abundan mucho más que antes, no hay manera de completar una colección, en mi humilde opinión se han convertido en una auténtica estafa.
Y a los que nunca habíais oído lo de si-le no-le, puede que sea un localismo, pero para algunos es imposible hablar de cromos y no recordar aquella cantinela.

En mi colegio (de Madrid) decíamos "repe" y también "lo tengo" y "no lo tengo", nunca he escuchado lo de "no-le". Por cierto, tampoco conozco a nadie que diga Madriz. Debe ser que he crecido y vivo en una burbuja.

Hola!!
Mi nombre es Martina y me gustaria colaborar con vosotros de forma gratuita , ya que ambas partes saldremos beneficiadas en el posicionamiento web.
Contactar conmigo y os explico mejor.
Gracias de antemano y Saludos!

Martina

Las colecciones de cromos gozan de muy buena salud, especialmente las dedicadas a los automóviles más espectaculares, los más potentes y rápidos. Mis hijos son verdaderos fanáticos de estas colecciones, especialmente de las que se desarrollan aquí, que hacen gala de una creatividad especial en diseño y de una información muy actualizada.
Ellos están encantados con Chrystal Cars, Gigantes del Asfalto, A todo Gas y la reciente Top Cars. Me han vuelto loco buscando hasta el último cromo. Algo que no me extraña ya que reproducen la misma pasión que puse para terminar en su tiempo, a mediados de los 80, otra colección legendaria, Monstruos del Asfalto.
Larga vida a las colecciones de cromos. Mis hijos me piden ya nuevos álbumes de motos y coches.

Pues eso, que siendo buenos, lo de "si-le, no-le" es un localismo que no viene a cuento en un diario de tirada nacional ni conviene legitimarlo de ninguna manera. Mal hacemos si legitimamos la lengua "media" de Madrid por ser simplemente una ciudad grande (me refiero a los laismos, leismos y demás que, afortunadamente, no se dan en el resto de España o latinoamérica).

¿Qué es eso de sí-le, no-le?
No he oído jamás de niño semejante aberración.

Supongo que debe ser algo propio de Madrid y que la persona que ha redactado el artículo ha debido pensar que se decía también en el resto de España. Es decir, algo similar a cuando la gente de Barcelona sale de allí y le llaman racholas a las baldosas pensando que así es como se dice en castellano en el resto del país.

Buf, que recuerdos. Lo tengo repe, jajaja http://xurl.es/9ik46

Confieso que he pinchado en el artículo únicamente por leer lo de "sí-le" y "no-le" en el titular, que me ha dejado perplejo... pero que aún haya quien lo defienda en los comentarios me ha sorprendido aún más.

Es posible que en Madrid los niños (influidos por el leísmo galopante de quienes les rodeaban) lo dijeran así en tiempos, pero también lo es que El País no es un periódico local, por lo que un error gramatical galopante y tan localista choca en la inmensa mayoría de España.

Una vasta proporción de madrileños dice "Madriz" por Madrid, y no veo que eso tenga semejante trascendencia como para elevar la anécdota a categoría y darle marchamo de validez en un diario de los que se suponen serios. Para eso ya están la prensa deportiva (con todos los respetos) y las tertulias.

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