La semana pasada, tuve la oportunidad de asistir a un pase de la nueva película de Pixar, Del revés (Inside out), con mis hijos. Una historia corriente, con la que nos podemos sentir identificados tanto niños como adultos, pero contada desde dentro del cerebro de los personajes. Los protagonistas no son tanto la niña, Riley, y sus padres, sino los sentimientos que controlan su mente y su comportamiento. Puede parecer complicado, pero la película consigue hacerlo sencillo, entendible y muy divertido.
Es una de esas cintas que, si bien gustará a los niños, tengo la impresión de que tendrá entre sus mayores fans a los adultos. En el pase al que asistí, con otras madres blogueras y sus hijos, había ocasiones en las que se escuchaba la carcajada general de los adultos, sin que los niños hubieran captado la broma, la gracia de ver reflejados en dibujos algunos conflictos cotidianos a los que nos enfrentamos como padres y su explicación. Mientras, los niños se lo pasan en grande con las aventuras de Alegría, Tristeza, Asco, Ira y Miedo, los cinco sentimientos básicos que pueden toman el mando de nuestro cerebro y explicar nuestro comportamiento.